Solo Soy Un Detective

A pesar de la situación, aquel hombre no dice o expresa alguna reacción en su semblante, simplemente mira por unos momentos a los dos agentes en escena, y vuelve a lo que estaba haciendo antes que ellos dos llegaran.

—Sabes cómo va esto, Ricky, solo págame por el trabajo y yo me iré de aquí, solo te pido eso, y te aseguro que saldrás de esta habitación entero y sin ningún daño —dice el sujeto que, a pesar que tenía a dos agentes apuntándole, se mantiene tranquilo.

«Ese maldito... nos está ignorando por completo» piensa la Agente.

—¡Suéltalo o me veré obligada a dispararte!

—N-no tengo el dinero, p-por favor déjame ir y lo conseguiré pronto, ¡Lo juro! —suplica el empleado con voz temblorosa y una mirada llena de miedo.

—Las palabras no me sirven, y lo sabes perfectamente, dime dónde tienes tu dinero y acabemos con esto.

El encapuchado estruja el cuello del empleado. Al no poder casi respirar, intenta zafarse desesperadamente con pataletas y manotazos que no sirven en lo más mínimo. Ante esto, la Agente dispara a un lado del criminal para llamar su atención, lo que funciona y detiene el estrujamiento que hacía. Con muy poco interés aun, el hombre vuelve a mirar a los agentes.

—Última advertencia, suelta al hombre o disparo, ¡ahora! —exclama Janneth con su semblante totalmente serio, y su arma apuntando a la cabeza del sujeto.

—¿Acaso no me han escuchado? Solo quiero que me pague y me iré de aquí sin matar a nadie más —contesta el sujeto de manera muy cortante.

—Lo lamento, amigo, sé lo molesto que es que te interrumpan cuando estás haciendo negocios, solo suéltalo y todo terminará bien para todos... o por lo menos para la mayoría —dice Alex con su tono bromista de siempre, pero aun manteniendo su incapacitador apuntado al criminal.

El sujeto mira fijamente a los relajados ojos de Alex por unos momentos, y luego vuelve a mirar al empleado.

—¿Y bien, tienes la manera de pagarme ahora o no?

—... P-perdóname, no lo tengo —contesta el empleado con ojos llorosos y sumidos en el miedo.

—... Ya veo.

El encapuchado solo dice eso, y acto siguiente suelta suavemente al empleado.

«Accedió a no dañar al empleado, que alivio» piensa la Agente.

Cuando todos piensan que el sujeto va a dejar libre al empleado sin ningún rasguño, rápidamente saca una pequeña navaja de su gabardina y apuñala al trabajador sin piedad alguna, cayendo al piso con el cuchillo clavado en su cuerpo. Janneth dispara con su incapacitador al cuerpo del criminal; el arma lo impactó con la munición no letal, y este simplemente cayó al piso.

—Sabes, si lo hubieras usado antes, el pobre no tendría un cuchillo dentro de él —suspira y baja su incapacitador—, que bien, ahora tenemos otra mancha de sangre en el piso, siento lástima por las empleadas de limpieza —dice Alex con un tono hilarante.

—Sabes que no podía dispararle así sin más, según el protocolo siempre tenemos que usar el diálogo antes de usar la fuerza—contesta Janneth enfundando su incapacitador.

—Bueno, por lo menos parece que aún está vivo, por ahora, claro está.

Alex se acerca al empleado, que se estaba desangrando y sufriendo en el piso.

—¡Hey! Puede que no me conozcas, pero yo a ti te conozco, señor cómplice de asesinato.

El empleado delira e intenta decir algo.

—C-cu-cu-cui...

—Anda, ¿Estás imitando el sonido de un cobaya? Yo que sepa, eres mitad mapache...

El empleado toma fuerza para gritar a todo pulmón.

—¡C-cuidado! ¡Ese tipo aún no ha caído!

En ese mismo momento, el criminal se levanta y ataca con su cuchillo a Janneth que estaba justo delante de él, ella logra esquivarlo e intenta darle una patada, pero el hombre da un salto hacia atrás, alejándose de ella.

—No puede ser, estoy segura que le dí, ¿Cómo es que sigue de pie?

El hombre se mantiene en silencio, pero tambaleándose, como si estuviera mareado. Alex no espera ni un segundo y le dispara con su incapacitador, pero, a diferencia de Janneth, usó esta vez la munición letal.

«Si se niega a quedarse quieto, no queda de otra que acabar con él, ¿Verdad?»

Apunta directamente a la cabeza del criminal y este recibe de pleno la bala, un segundo después, una letal descarga recorre el cuerpo del hombre y cae al suelo.

—Aunque aguante bien la electricidad, dudo que esto no le afecte.

—Nunca había visto a una persona levantarse tan rápido después de recibir una descarga de la munición no letal.

Contra todo pronóstico, el criminal vuelve a levantarse, aunque tambaleando. Inmediatamente, los Agentes le apuntan nuevamente.

—Este bastardo se niega a caer, ¿No?

El criminal se tambalea de un lado al otro, intentando recuperar el equilibrio.

—Ustedes no pueden matarme... Nadie puede —susurra el hombre.

El criminal corre hacia los Agentes, recibiendo ahora dos balas letales en su cabeza, pero aún estando bajo los efectos de las mortales descargas, este solo se arrodilla un momento y vuelve a correr hacia ellos.

«Tch, ya está demasiado cerca»

Alex se prepara para el combate directo , pero el hombre decide pasar por en medio de los Agentes e intenta huir hacia la puerta de la habitación. Sin embargo, Chrono le da una fuerte patada apenas lo ve salir, lanzándolo a la mesa de centro, destrozándola. Cuando el criminal intenta levantarse, el Agente le dispara dos veces con la pistola convencional justo en la cabeza. El cuerpo se queda inmóvil al instante, pero Chrono mantiene la mira sobre él, Alex y Janneth salen de la habitación para reunirse con él.

—Chrono, ¿Dónde está el sospechoso? —pregunta Janneth.

El Agente no aparta la mirada del criminal. Los otros dos Agentes también le apuntan con sus incapacitadores y se quedan así por unos segundos. Al ver que este no se mueve para nada, Alex baja su incapacitador.

—Está bastante quieto ahora, tal parece que solo era bastante resistente a la electricidad... Bastante conveniente la verdad.

Chrono mira detenidamente al hombre, activando su habilidad en el proceso.

—... No parece que se vaya a levantar.

—Ya, muy poca gente se volvería a levantar teniendo plomo en el cerebro.

Pocos segundos después, el asesino se da una vuelta lanzando un cuchillo ensangrentado que llevaba encima en el proceso, tomando por sorpresa al Agente, que había bajado la guardia al confiar demasiado en su habilidad.

«Imposible, ¿Engañó mi habilidad?»

El cuchillo impacta en el arma de Chrono, lo que lo obliga a soltarla. De una manera muy grotesca, el hombre expulsa las balas en su cabeza dejándolas tiradas en el piso y aprovechando para escapar, saliendo del apartamento a toda prisa. Janneth se acerca a Chrono para comprobar su estado físico bien, pero este inmediatamente les da órdenes a los dos:

—Agente Mefhisto, llévate mi pistola y estas municiones, persigue a ese hombre, que no se escape.

Chrono recoge su arma y se la lanza a Alex junto con tres cargadores que llevaba en su bolsillo. Alex la inspecciona apenas la recibe.

—16 balas por cargador, nada mal...

Justo después de ese comentario, Alex sale inmediatamente tras el criminal.

—Agente Janneth, cuide del empleado y trate de parar el sangrado, yo llamaré al hospital, con suerte podremos salvarle la vida.

Apenas da la orden, la agente asiente con la cabeza y vuelve a cuidar del empleado.

Una vez fuera, Alex logra ver la dirección en la que el criminal huye y va tras él. Teniéndolo en frente, dispara y una vez más encesta justo en su cabeza, pero a pesar de eso el hombre no deja de correr. El criminal sube las escaleras a toda prisa con el agente pisándole los talones mientras aún le sigue disparando.

—Maldita sea, ¿Porqué no te mueres de una vez?

Cada tiro que Alex hace, encesta en alguna parte del cuerpo del criminal, pero este no se inmuta y sigue subiendo. Al cabo de subir cinco pisos, el sospechoso se detiene a combatir directamente a Alex usando sus cuchillos.

—¿Ya te cansaste de correr?

El encapuchado arremete con su cuchillo al Agente, pero este lo esquiva e intenta contraatacar con una patada, pero la evade saltando hacia atrás.

El criminal lanza uno de sus cuchillos, siendo esquivado muy apenas por el Alex, el encapuchado aprovecha el momento para arremeter contra él, pero se recupera rápidamente y vuelve a esquivar sus ataques, contraatacando uno y robándole el cuchillo en el proceso. Ahora es el turno del Agente de atacar.

Se acerca peligrosamente al criminal y lanza un corte horizontal hacia su pecho, que es evitado con facilidad con un pequeño salto hacia atrás, pero solo era una finta con la intención de que retrocediera, discretamente, el Agente le dispara en la pierna, haciendo que el criminal pierda el equilibrio y así cortale la garganta de un tajo.

El corte acierta, llevandosé de por medio parte de la capucha que cubría al criminal, pero cuando el Agente estaba por darle otra puñalada, este se recupera y responde atacándolo con otro cuchillo que tenía escondido, haciendo que Alex retroceda un paso. La tela de la capucha no aguanta más y se desprende, dejando completamente al descubierto el rostro del criminal.

Un hombre joven con cabello negro, medianamente largo y algo descuidado; unos ojos verdes y unas orejas de gato, que fueron los que más llamaron la atención del Agente.

—Eso explica porqué no te dignas a morirte, maldito bastardo.

El criminal hace un corte rápido contra Alex, pero este lo desvía con su cuchillo y responde haciendo un tajo que termina recorriendo todo el brazo del criminal. Por alguna razón, este no se regenera y sigue sangrando.

El hombre gato le lanza otro cuchillo, distrayendolo un instante para así robarle sus municiones restantes y tirarlas por las escaleras.

—Tch, serás cabron.

Alex intenta cortarlo nuevamente, pero este lo esquiva y vuelve a correr por los pasillos de los pisos y seguir subiendo.

Después de correr por todos los pisos restantes del edificio, el criminal y Alex llegan al tejado del edificio. El hombre gato se ve tranquilo, pero herido, contrario a Alex que, aunque está ileso, está exhausto, jadeando como un perro.

—Ha, ha, ha, a pesar... de haber corrido por... 23 malditos pisos... estás como si nada... ¿Qué rayos eres? ¿Una avestruz? —exclama Alex jadeando y sudando del cansancio, recargado en sus rodillas.

—Cada vez que muero, mi cuerpo recupera su condición habitual, por lo que en todo este tiempo estuviste recargando mis energías, debería agradecerte, Agente.

—Ha, ha, ha... ¿Morir? ¿Enserio?... Demonios... Pensé que te regenerabas rápido, pero que literal revivas... Aunque eso explica por qué tu brazo... Sigue sangrando... De haberlo sabido... No me habría gastado todos mis cartuchos en tu maldito cráneo...

—Si lo hubieras hecho, no habría aguantado ni la mitad de lo que tú corriste, debo admitir que tienes una gran condición a pesar de tu apariencia y carácter.

—Aprendí a no juzgar a una persona por su físico, pero eso ahora no importa, ya no tienes escapatoria, acabemos con esto y regresemos con calma, no pienso volver a correr en lo que queda del día, ven aquí y déjame ponerte las esposas.

Alex recupera el aliento y le apunta nuevamente al hombre, esta vez con su incapacitador.

—Dime, Agente ¿Que estás haciendo de ese lado de la sociedad? Desde que te ví, noté que tú no eres una blanca paloma. Tú aura proyecta maldad y miedo, como la de cualquier criminal, criminales como yo.

—¿Ahora eres maestro espiritual? Solo digamos que quiero probar cosas nuevas, no me hagas perder el tiempo y no me obligues a freírte ocho veces el cerebro, muy literalmente.

—Estoy seguro de que si vienes conmigo podrías hacer muchas atrocidades... conviértete en delincuente, Alex.

El criminal sonríe y extiende su mano a dirección del Agente.

—¿Qué crees que soy, un cazador de demonios? Veo que ves muchas películas. Anda, ya entrégate y terminemos con esto, el sol ya se está escondiendo.

—Tú también eres un criminal, sabes que no es tan fácil hacer que me entregue.

—Sí, lo sé, por eso que se me ocurrió la brillante idea de cortarte las piernas y que así no te resistas, mientras no te mate, no podrás escapar, ¿Verdad?

Alex saca uno de los tantos cuchillos que le había lanzado el criminal y empieza a acercarse sutilmente. El hombre gato solo se aleja sutilmente caminando hacia atrás hasta llegar al borde del edificio.

—Ya no hay donde ir, vamos, solo será un cortesito —dice Alex, mientras sostiene el cuchillo con una sonrisa macabra.

El criminal mira el precipicio, y sonríe sutilmente.

—... Está bien, puedes cortarme las piernas... una vez llegues abajo.

Una vez dicho, el hombre da un paso hacia atrás y cae del edificio. Alex se acerca a la orilla solo para lograr ver como el criminal se estrella con la misma alcoba desde donde lanzó el cuerpo, para después deslizarse por su propia sangre y caer de nuevo para ahora estrellarse con fuerza en el piso, manchando de sangre todo a su alrededor. El cuerpo queda totalmente destrozado y se pueden escuchar los gritos de la gente aterrorizada. Cuando no podría verse más grotesco, el cuerpo del criminal empieza a reacomodarse del impacto, volviendo a su estado original y escapando a toda prisa del lugar. Alex queda asombrado y asqueado ante tan grotesca escena.

—Maldito hijo de perra.

...<><><><><><>...

Minutos antes, del lado de Janneth y Chrono, estos se encuentran cuidando al empleado para que este no muriera desangrado. La Agente está al lado del hombre, cuidándolo junto con algunas de las trabajadoras del lugar, por otro lado, el Agente está indagando por toda la habitación buscando alguna pista para el caso.

—Tiene suerte de que el tipo no haya retirado el cuchillo.

—La ambulancia no deberá tardar tanto, el hospital está apenas a unos 200 metros de aquí, sobrevivirá.

—¿Estás buscando alguna pista de la identidad del hombre? —le hace una seña a una de las empleadas para que se acerque—, ¿Podrías cuidar de él, señorita? Gracias.

—Tengo el presentimiento de que no encontraremos nada de él en la base del gobierno.

—¿Por qué piensas eso?

—Es un hombre con mucha experiencia, y a pesar de que llevase capucha, no tiene miedo a mostrarse a los demás, seguramente porque no le importa que lo vean pues no tiene riesgo alguno.

—¿Creé que haya eliminado todo rastro de que existió?

—Eso sería imposible debido al gran control sobre los datos que tiene el gobierno. En base a eso, solo queda la opción de que haya sido criado en las sombras, así que tendremos que investigar su identidad por nuestra cuenta —contesta Chrono, que revisaba el escritorio del hombre por pistas.

—Ese tipo... no le afectaba el incapacitador ¿Cómo es posible?

—No era inmune, tampoco se vio muy afectado por los disparos que le di, lo más probable es que sea obra de una habilidad, una que no le permita morir.

Chrono mira fijamente una imagen que estaba en el escritorio, en esta se veía a la víctima cuando era joven en lo que parecía ser un teatro. Saca su teléfono y toma una foto a la imagen, después vuelve a guardar su teléfono.

—Algo como una super regeneración, o inmortalidad.

—Inmortalidad... Pero si fuera inmortal, ¿Cómo acabaremos con él?

Pocos segundos después, el criminal se estrella en la alcoba, sorprendiendo y asustando a las empleadas que estaban presentes. El cuerpo se desliza lentamente por la sangre derramada y cae de la alcoba para después estrellarse justo delante del hotel. Chrono y Jannet se asoman por la alcoba solo para ver cómo el criminal escapa de la zona.

—Lo único que sé es que no podremos hacerlo con las armas —dice Chrono con seriedad y desagrado.