Renací Para Salvar Al Villano

Elenor.

Unos días después, las cosas fueron tomando un entorno muy diferente a la que tenía antes. Mi recuperación se vio afectada por un extraño suceso, hoy, me había despertado, me encontraba sola en mi habitación.

— wow, wow... ¡Wow!

— ¡Elenor!— la voz de Alessandro gritaba por el otro lado de la puerta.

¿Cuál era el inconveniente?... ¿Cuál era mi asombro?... ¿Por qué Alessandro no podía abrir la puerta?... Todo eso se resumen a que lo que veían estos hermosos ojos era hielo. Sí, sólido y frio hielo. ¿Quién lo creó?... No creo que Alessandro, ya que todo viene de aquí, miro mis manos y la observé pálidas. Sin embargo no tenía la sensación de frío, no sentía nada, solo un cosquilleo que no deja de darme.

— ¡ELENOR!— pateó la puerta rompiéndola por la mitad, cae la parte superior de la madera y es ahí cuando mira el lugar completamente congelado.

— puedo explicarlo...— intenté decirlo mientras me levantaba de la cama, mis pies congelaron aún más el suelo cristalino.— Alessandro...— balbuceo con un poco de miedo. No sabía lo que pasaba.

— ¡No te asustes!

— ¡¿Que no me asuste?!... ¡Vi Frozen y no me quiero ir cantando por no saber cómo controlar esto!— grité un poco frustrada. Se me olvidaba que vengo de una época muy diferente a esta, así que es normal que Alessandro me vea así. Con cara de “¿Que carajos hablas?"... ¿Quién es Frozen y que tiene eso con cantar?... De hecho, lo preguntó.

— ¿Quién es él?... ¿Es un hombre?... ¡Dímelo!

— ¡No es nadie!... ¡Solo... Ayúdame. No se que hacer.

Suspirando, él trataba de buscar las palabras correctas.

— respira profundamente... No se lo que te pasa en este momento, pero pienso ayudarte. No te dejaré sola.

Intento tomarme la mano, yo se la di y sin querer se la congelé.

— ¡Lo siento!— quería soltarla, pero me la toma más fuerte.

Me dice con total seriedad, sin soltar mi mano.

— tonta. El frio no es nada para mí... Creo saber lo que tienes. Mi sangre, fue la causante de esto. Es la única explicación que puedo darte... Curó la herida rápida, te ayudó a volver, a cambio de tener la misma maldición que yo.

— ¿Lo ves esto como una maldición?... Pero si veo que lo dominas a la perfección.

— mucho años de soledad bastó para practicar solo. Nací con esto, y mis padres no me rechazaron, al contrario, me exigieron que lo dominará rápidamente para que no me estorbaran en la formación se mi deber... No fue fácil, este tipo de magia está ligada al temperamento, si sientes enojo, dolor, frustración sale descontroladamente del cuerpo... A cambio, si te sientes grato o estás tranquilo, es mas fácil de controlar. Yo no te dejaré sola, Elenor. Es un nuevo pasó que debes dar, yo te ayudaré... ¿Confiaras en mí?

— pensé que su majestad sabía la respuesta a esa pregunta. Siempre confiaré en usted...— apreté más su mano, y era cierto lo que dijo. Me sentía más relajada a su lado y no mostraba indicio de un descontrolado poder mágico.

— no tengas miedo. Esto... Más allá de verlo como una maldición, será de gran ayuda para muchas cosas.

— está bien... Ya estoy tranquila. Y... No creo verlo como un mal, contigo puedo aprender a controlarlo.

Él sonrió dulcemente. Sin embargo, ese buen genio se esfumó al verlo con su rostro sumamente serio rato después.

Ambos nos encontrábamos en una habitación muy espaciosa, sin nada al rededor. La mejor forma de ir controlando es haciéndolo de inmediato. Pues puedo herir a alguien si no sé cómo comportarme.

— ¿Realmente tienes que verme así?— pregunté antes de comenzar.

— te lo dije al principio. Seré estricto con los métodos que utilizaré para enseñarte. Aceptaste sin reproches.

— así pero...

— Elenor... Te prometo que sí hace lo que te pido, la recompensa valdrá la pena... — sin darme cuenta. Él tomó de mi cintura. Y susurró a mi oído—... Y sabes de lo hablo.

Emocionada lo miré, teníamos tiempo que no lo hacíamos. Muchas cosas que atravesamos; cuando me caí al lago, cuando bailamos en la plaza, es momento en él que todo colapso, y había perdido la esperanza... Hasta que Derek llegó a mi y volvió toda mi confianza, para terminar... Rompiendo su maldición. Aún nos falta mucho más que recorrer, pero está vez, será muy diferente, podremos amarnos libremente.

Él podía ver mi alegría y antes de comenzar, me señala con sus palabras.

— de verdad quisiera entenderte. Te emociona mucho más hacer el amor conmigo que controlar tu magia...

— sabes muy bien quién fue el culpable de que me volverá adicta a hacerlo. Además...— volteé mi rostro y apesar de estar hablando de este tema, se sonroje, luego le comenté—... Esta vez... Lo haremos diferente ¿Verdad?... Al principio. Tú toques eran tan salvajes que aunque lo disfrutará, me sentía ofuscada... Ahora...— él me abraza por detrás, pero no me interrumpe, a lo que sigo comentando—... Ahora me emociona saber que amarás cada parte de mi como nunca. Por eso me emociono.

A mi hombro derecho, escuchó su respiración, después su voz.

— y no lo dudes. Cumpliré... No— cortó rápidamente y rectifica— superaré tus expectativas en amarte, ya verás que esa palabra no sera nada con lo que te demostraré.

— ahora estoy más motivada... ¿Podemos empezar?

Él asintió y me dejó ir en el medio de gran salón. Sonreía, me sentía feliz de poder vivir este momento y me sentía ansiosa de sentirlo a Alessandro dentro de mí con un sentimiento muy especial. Quiero nuevamente sentir su piel contra la mía y tener la sensación de calidez y pasión. Que me bese y no deje de hacerlo mientras que lo abrace fuertemente.

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