El Precio De Tenerla

— Gracias, pero te dije que tengo algo por lo cual estoy a su lado, además mi madre jamás lo permitiría, ella es de la idea de que un matrimonio es para siempre...

Angelo tocó...

— Amalia, ya llegó Simón... — Dijo sin abrir la puerta

— Voy... por favor, solo te pido apoyo, fuerza y cuando esté lista te juro que lo denunciaré! ten un poco de paciencia... también me gustaría estar contigo — Dijo Amalia poniendo sus manos alrededor del cuello de Bruno y el la tomo de la cintura...

— ¿De verdad quieres estar conmigo?...

— Sí...

Bruno la beso nuevamente, no quería dejarla ir, pero tuvo que hacerlo, Amalia se limpió las lágrimas y lo miró no queriéndose ir, pero se fue, Bruno se quedó deshecho, no quería verla más con ese hombre, lloró, él por primera vez en la vida lloró, desde que Laura lo había dejado, jamás había vuelto a llorar por ninguna mujer...

Angelo notó que Bruno no salía y que Amalia se había ido muy triste del bufete, Anna también lo notó así que iba a entrar a la oficina de él, pero Angelo la detuvo...

— El señor Bruno no quiere hablar con nadie señorita Anna...

— ¿Esta bien?...

— Sí... pero esta ocupado, y no quiere ser interrumpido...

— Desde que llegó con Amalia no lo vi...

— Se ocupó muy rápido, pero está bien señorita Anna, no se preocupe...

Amalia se fue con Simón, ella aguanto todo su dolor para que no sospechara nada, pero Simón no era estúpido...

— ¿Te paso algo?...

Preguntó

— No... solo estoy cansada...

— Hmmm, aún así quiero cenar, yo también estoy cansado, y tengo que trabajar como mula, para alimentar a toda tu flota!

— Está bien Simón, yo te haré...

Bruno se quedó en su oficina, pensando en todo lo que había pasado con Amalia, pero finalmente después de tanto pensar, se le ocurrió una idea de cómo saber...

Al día siguiente llegó muy temprano y Anna también...

— ¿Estas bien?, ayer me dijo Angelo que tenías mucho trabajo, ¿Puedo ayudarte en algo?...

— No Anna, estoy bien... no te preocupes!

Bruno la evadió y entró a su oficina, y eso le causó confusión a Anna...

Amalia llegó tímida, no sabía cómo actuar con Bruno, y Angelo claro que pudo notarlo, notaba que Amalia estaba evadiendo a Bruno, y también este último se dió cuenta...

📞 Dile a Amalia que venga...

📞 Sí señor...

— Te necesita el licenciado...

— He... sí...

Ella se puso de pie para ir...

Toco la puerta...

— Pase, si quieres mi ayuda por qué te alejas de mi?... ¿Ya te arrepentiste de lo que me dijiste ayer?...

— He... pues... — Respondió Amalia titubeando

— No te arrepientas Amalia... déjame cuidarte y protegerte...

— Esto esta mal...

— Me vas a obligar a actuar, se te olvida la clase de abogado que soy...

— Yo lo sé, por eso tengo tanto miedo...

— No tengas miedo... yo te protegeré...

— Está bien... yo confiaré en ti...

Amalia lo abrazó con fuerza y él a ella, le robo un beso a Amalia que le robo el aliento, ella se dejó llevar, a Bruno le gustaba su actitud dulce y frágil de Amalia, claro que se estaba enamorando de ella...

— Iré a trabajar...

— Sí, ve...

Ambos no se querían despegar, pero tenían que hacerlo...

Después de irse, Bruno tenía varios casos pendientes, pero entre el trabajo pensaba en que Amalia no le permitirá dejar a Simón, así que cuadro perfecto con la idea que el tenía...

Bruno investigo en donde trabajaba el hermano de Amalia, y en la comida aprovecho que Amalia se fue para ir a verlo, él claro que le diría la verdad, pues le dijo que ayudará a Amalia en la ocasión que lo vio...

Adriano salió en su turno de comida y Bruno bajo de su auto...

— Hola, buenas tardes...

— Señor Darcy... Buenas tardes, ¿Le pasó algo a mi hermana?...

— No, quiero evitar eso, por eso necesito tu ayuda...

— Claro que sí, dígame...

— Veo que vas a comer... ¿Que te parece si vamos juntos?...

— Claro señor...

Bruno lo llevo a un restaurante elegante, Adriano parecía niño pequeño observando todo y Bruno sonrió, también Adriano se dió cuenta lo imponente que era, pues desde que llegaba a cualquier lugar, lo trataban de lo mejor por ser un cliente preferente...

— ¿Que necesita de mí, señor?...

— Amalia quiere separarse de Simón, pero dice que hay un motivo personal por lo cuál no lo hace... sí tu sabes ese motivo, me gustaría saberlo...

— Es por mis padres señor...

— ¿Que tienen sus padres?...

— Mi padre es un hombre mayor, y lamentablemente ya no trabaja, solo recibe su pensión que es muy poca y mamá tenía un restaurante de comida, pero pues quebró y ya no siguió con eso, Simón nos mantiene, yo trabajo como ve, pero estudio los sábados....

— Así que es por eso, es por cuestión económica, claro con razón me dijo que si le pagará...

— Ese hombre siempre la amenaza con hacerle daño a mis padres... y dejarlos en la calle...

— ¿Tus padres saben que la maltrata?...

— Mi padre nunca lo permitiría señor, mi madre lamentablemente si y nunca ha hecho nada...

— Es una mujer sin escrúpulos, ya veo...

Dijo Bruno y Adriano se quedó mudo ante su cruda manera de hablar...

— Pues sí, Simón es un hombre cruel, solo cuando Amalia era su novia la trato bien, una vez casados dejo de hacerlo... Yo la he intentado ayudar, pero él se dió cuenta que siempre la sacaba de su casa era para ayudarla a escapar, así que me prohibió la entrada a su casa...

— Entiendo el tipo de hombre que es... pero yo sacaré a Amalia de ahí... te lo prometo, pero necesito mucho tu ayuda...

— Claro que sí señor, yo lo apoyaré, mi mamá es un poco complicada, pero usted es abogado y se que la ayudará y convencerá...

Bruno se sentía con ira y coraje con la madre de Amalia, se quedó platicando un rato con él...

Mientras tanto Amalia llegó con Angelo al bufete y Anna la llamó...

— Amalia puedes venir un momento a mi oficina...

—Sí licenciada...

Amalia se quedó extrañada y también Angelo, pero Amalia fue de todos modos...

— Dígame licenciada...

— Es algo personal... y espero que puedas ayudarme...

— Claro licenciada...

— He visto lo cercana que eres a Bruno... y no creo que sea para abogado, porque si así fuera me llamarías a mí... ¿O no?...

— Pues... es relación laboral señorita Anna...

— ¿Te ha dicho algo de mí?...

— He... sí señorita Anna, que la aprecia y respeta...

— Yo lo adoro señorita Amalia... y me siento un poco desconcertada porque con él siempre es un vaivén... usted es muy cercana a él... ¿Cree que el quiera formalizar algo conmigo?...

— Pues...

Amalia se puso nerviosa, no sabía porque Anna le decía todo eso...

— Sí señorita Anna, pero yo creo que tiene que ser paciente...

— ¿De verdad?, eso me da una esperanza — Dijo Anna abrazándola — Gracias Amalia, sabía que tú me darías eso que necesitaba, esa respuesta!

Amalia la abrazó pero se sentía mal, ella sentía algo por Bruno, y sabía que él también sentía algo, pero sentía feo con Anna, pues ella siempre se portaba bien con ella, y sentía como si la estuviera traicionando...