Renací En La Sirvienta Del Emperador

En el establo donde aguardan los caballos, Shinji desamarraba la soga del suyo.

— es un templo. Uno antiguo que mi padre investigó para ayudar a Isao. Pero como el emperador ya no quería nada con nosotros perdimos la información del sitio, sin embargo, cuando revisaba el papeleo de mi padre encontré la ruta a ese lugar, no queda lejos, sobre las montañas del imperio que el templo.

— ¿Jamás pensante en ayudarlo?

— era imposible, mi cabeza estaría en el suelo si hubiera insistiendo con él. Pero...— Shinji se sube a su caballo y ayuda a Midori a lo mismo...— tú has hecho lo inimaginable con Isao... Lo has hecho llorar.

Midori observaba con asombro a Shinji por encima de su hombro. Se guarda las palabras pues no valía la pena reclamar, unos segundos después, el hombre alza la cuerda para que el caballo de su curso.

El emperador despierta. Ahora estaba más cansado que de costumbre. Se sienta y busca a Midori en la habitación, tocándose el pecho sabe que solo es cuestión de poco tiempo para su final, no desea que ella lo encuentre ahí, sin vida. Con solo un pensar, levantándose de su cama, se viste como siempre y sale de la habitación, hasta algunos sirvientes al verlo le hacen su reverencia. Sale del palacio y veía el sol ser tapado por las nubes, luego la nieve entre el suelo, por ahora solo quiere estar lejos, así que toma su caballo y con solo un lugar donde podría estar en paz, cabalga hasta allá con la misma ruta...

La nieve ya no caía tan fuerte como ayer, al contrario, el sol hacia que los copos brillarán con tenue mientras se descongelaba lentamente. Tan solo media hora de viaje hacia las montañas del oeste, ven un templo de una arquitectura antigua, conservada y grande. Ambos bajan del caballo dejándolo amarrado a un árbol. Shinji se acerca a la inmensa puerta y la golpea tan fuerte como puede, los minutos pasan y las respuestas no eran devuelta. Shinji insiste y nada.

— no creo que se hayan ido. Éste templo aún está en condiciones...

— ¡¿Hay alguien ahí?!— gritó Midori. El eco de su voz resonaba en el lugar.

— no hagas eso, es un lugar sagrado y hay que-...

— ¡Por favor!... ¡Necesito su ayuda!

— así menos nos van a abrir.

— no puedo esperar pacientemente, la vida de Isao ésta en mi manos y no se qué haré si al regresar el ya no éste con... Vida.

Una sola puerta se abre mostrando a un niño monje, por un momento el tiempo se congela para ambos al ver al joven. Pero Midori reacciona.

— disculpa... Pero...

— ya sabemos quiénes son. Adelante.

Shinji y la joven se miran con extrañeza. Jamás había estado en este lugar, no hay razón para decir que ya saben quiénes eran. Sin más que pensar, pasan con la guía del aprendiz. Ya adentro del lugar veían a más monjes de distintas edades. Un lugar pacífico que ni el ruido del aire circula por aquí. Al entrar mas allá en el templo, el niño guiaba por los pasillos hasta llegar a una habitación amplia con solo un ser en el medio, como era de esperarse, era un anciano no mayor de 70.

— gracias por traerlos, puedes retirarte...— hace una reverencia y se marcha—... Sientes frente de mi, hay mucho de que hablar sobre Isao.

Midori ancha los ojos, segundos después camina al lado de Shinji para sentarse al delante de él.

— niña, entiendo que estés desesperada. Pero no puedes gritar de esa manera en mi templo.

— pido disculpas por eso, estoy desesperada. ¿Usted conoce al emperador?

— ¿Quien no lo conoce?... Pero la pregunta más importante, ¿Quien es capaz de ayudarlo?... Solo eh conocido a dos personas, tú padre— señala a Shinji y luego a Midori—... Y tú por supuesto. Se quién realmente eres, aún así, no estábamos hablando sobre tí. Como se lo dije a aquel hombre hace años, la respuesta de cómo ayudar a Isao dependía de las mismas forma de que fue maldito...

— ¿A que se refiere?

— Isao no tienes nada que lo sostenga a esta vida, maldecido por su padre para que el se quedará solo el resto de su vida hasta morir... ¿Dime qué tú harías para remediar eso?

— darle mi compañía.

— no. Dale un motivo por cuál seguir... No sólo estar ahí ayudaría. Puede ser que el emperador amara tu compañía pero solo eso...

— yo... Ya no se qué más darle...— el anciano se levanta y se agacha cerca de ella, colocándole una mano en el hombro.

Su voz se convierte en un consuelo.

— por supuesto que tienes algo que darle, una bendición. Si su padre lo maldijo para que se quedara solo, tú bendícelo...

— ¿Una bendición?

— o mejor dicho, dos... Dentro de ti hay dos vida que crecen.

La joven ahoga el grito de sorpresa y con sus dos mano lentamente la presioná en su vientre...

— ¿Estoy embarazada?

— tienes casi un mes, cualquier doctor no habría detectado eso, pero yo no soy alguien común en este mundo...— dijo él con una ligera sonrisa...— Isao tal vez te ama, pero al saber que podría ser el mejor padre que él que tuvo, sería un gran comienzo, niña... No voy a decir que tus esfuerzos fueron en vano, al contrario, gracias a tí, el destino injusto de ese hombre puede ser cambiado... Ahora ve, antes de que sea tarde.

La joven sabe más que nada que el tiempo estaba en su contra, sin más que decir, ella se levanta rápidamente y agradece de corazón por la ayuda, Shinji ve como es dejado por ella.

— ¡Midori... Espera!

El hombre se coloca de pié y la sigue. A las afueras del templo, Shinji la pudo alcanzar.

— se que tenemos ir de inmediato, pero la nieve aún persiste en el suelo, podríamos resbalar si vamos rápido.

La joven suspira y no le toca más que otra que aceptar.

— por favor, intenta ir lo más rápido que puedas.

Éste asiente y con la cuerda moviliza al caballo para seguir su ruta. Luego de unos minutos de camino hacia el palacio, un prado de dientes de león ser cubierto por la nieve era lo que por ahora mostraba el paisaje...

— solo espero llegar a tiempo...— Midori se toca el vientre...

— lo harás... ¿Eh?...— Shinji se detiene.

— ¿Que pasa?

— ese caballo pertenece al palacio, lo sé porque el mío estaba amarrado al lado de él...

— ¿Como?... ¿Se escaparía?— luego de que Midori viera el caballo dentro de ese prado, supo de inmediato de quién le pertenecía— ¡Ese caballo es de Isao!

La joven de inmediato se baja del animal y entra entre las flores llena de nieve.

Tenía un presentimiento, y solo esperaba equivocarme, con encontrarme a Isao en el suelo...

— ¡Isao!

Llamaba por él. No hubo respuesta, lo volví a intentar.

— ¡ISAO!

Y nada, tropecé con algo ya que no veía el suelo, bajé mi vista y era él, con sus ojos cerrados y sin reaccionar al tropiezo. Me quedé en blanco, mi cuerpo se puso de piedra y caí de rodilla como plomo. ¿Como pude dejar que esto pasara?... ¿Como fue que no pude ayudarte?... Entre mis brazos, el hombre de cual me enamoré por su frialdad, ahora se encontraba sin vida, pues toque su pecho en donde está su corazón y ya no daba sus latidos. Él dolor en mí se presenta, con un grito saco toda mis penas y con los ojos llenos de lágrimas miraba al cielo. Luego baje mi cabeza y pegue mi frente con la de él.

— por favor... Vuelve, vuelve conmigo... Yo te necesito... Tus hijos te necesitarán de su padre, no los dejes solos...

Entre ese dolor, sollozaba hasta ya no poder, tenía esperanzas de poderlo salvar, pero eh aquí... Isao no respondía mis llamados...

Hasta que...

— ¿Hi..jos?

El tiempo para mí se detuvo, pues veía sus labios moverse con algo de queja.

— Midori... ¿Esperas a mis hijos?

Con mi boca ahogada de asombro, Isao abría los ojos. Poco a poco se levanta a mi lado. El limpia mis lágrima mirándome con pena.

¿Como?... La maldición debió de haber hecho que jamás despertara y ahora, estaba aquí, vivo y conmigo. Aún seguía impresionada y no sabía cómo reaccionar.

— tu voz era lo único que escuchaba en la oscuridad, pensé estar muerto. Sentía que mi corazón ya no latía... Hasta que oí que alguien me necesitaba, que mis hijos no se quedarán solos... Midori... ¿Es cierto?

Sonreí y coloqué ambas manos en mi vientre.

— son dos pequeños que hicieron que su padre esté de vuelta con nosotros...

De inmediato Isao me abraza tomando de mi cabeza. La lágrimas salen de mí pero llena de alegría...

— no sabes cuánto me hace feliz escuchar eso... Te prometo que no lo dejaré solos... Es una promesa.

— también fue ayuda de tu familia... Si no hubiese sido por él, yo jamás hubiera encontrado la respuesta...

Isao observa a Shinji acercarse.

— supongo que te debo la gracias.

— sería muy extraño viniendo de tí...

La pareja se levanta. Con un nuevo comienzo ya que la maldición se había cambiado por una bendición. Midori abraza a Isao y hunde su cabeza en el pecho de él.

— no sabría que hacer si no hubieras despertado Isao...

Él le corresponde el gesto.

— no podría dejar sola a la familia que pronto tendremos...

Separándose un poco, ambos se miran con alegría, y entre ellos, un beso surge con amor profundo, solo el viento del lugar acariciaba sus cuerpos haciendo ese momento único...

El tiempo pasa y la madre primeriza estaba apunto de dar a luz. Luego de varias horas de urgencia, el parto no se complicó mucho a pesar de que eran gemelos. Un niño y una niña. Sus padres al verlos la primera vez, se enamoraron de ellos, jurando que lo cuidarán y amarán más que nada en sus vidas.

Isao reubicó nuevamente los dominios del Shinji cerca del palacio, y lo puso como nuevo general del imperio, pues ese era el cargo que el antiguo emperador le quitó a su padre solo por querer ayudar a Isao. Pero el actual emperador le devolvió ese puesto en modo de agradecimiento por haber ayudado a Midori.

Luego de 7 años, Midori ya no era una simple cocinera, entre su tiempo aprendía a como ser una buena gobernadora junto con Isao, ella jamás pensó convertirse en una soberana y no sabía cómo, sin embargo, el emperador con paciencia le daba las enseñanzas para gobernar una nación, hasta los momentos, Midori ha sido vista como una mujer ejemplar entre las emperatriz de la historia.

Hoy, en un día tan fresco como radiante. Isao leía los documentos del trabajo. Sin darse cuenta que su amada esposa estaba detrás de él. La joven le cubre los ojos con delicadeza y le susurra al oído, Isao sabía de quién se trataba.

— mi amado emperador. Recuerda que le prometiste a tus hijos ir de paseo al prado de las flores...

Con una ligera sonrisa afirma.

— es cierto, Hayato y Mei adoran jugar allá...

Decide ponerse de pie para abrazar a su amada y darle un corto beso.

Como lo prometió, el emperador llevó a su familia de paseo. Entre un hermoso campo floreado de plantas del verano. Las risas de esos pequeños resonaba en el lugar...

Y mientras ellos seguía jugando alegremente. Su madre dormia entre la pierna del emperador, él acaricia su cabeza apartandole los mechones de cabello, que a la vez tenía un libro que estaba leyendo.

— Isao...

— lo siento, te desperté...

— no... Solo tenía los ojos cerrados pensando en una cosa...

— ¿Como que?

— sobre un nombre... Quiero que sea tan especial como Hayato y Mei...

— ¿Un nombre?....

— si...— Midori se sienta, toma la mano del emperador y la pega en su barriga—... Dos meses, fuí con mi médico de confianza y me confirmó eso...

Isao suelta el libro para abrazarla, ya que un integrante más a la familia, sumaria más sus alegrías. El emperador le dice a Midori.

— los amo más que a nadie en mi vida... Te amo.

— y nosotros a tí.

— papá, mamá... ¿Por qué están llorando?— preguntó la niña.

— ¿Que pasa?— luego el niño.

Entre sonrisa Isao y Midori veía a sus adorable y hermoso hijos. Ambos padres se levantan del suelo.

— vengan niños, le contaré algo en el camino...

Midori toma la mano de su hijo eh Isao de su pequeña...

Entre el paisaje una hermosa familia caminaba con grata alegría.

Midori agradece haberse comido ese estúpido maní, pues no hubiera conocido a al villano de una historia, con un destino injusto, pero que pudo cambiar a uno tan precioso con único...

^^^Fin🥺^^^

🙆🏾‍♀️ hola, hola... muchas gracias por haber leído hasta aquí de corazón se lo agradezco por tener tan hermoso apoyo como ustedes me lo dieron. lloré y eso que soy la autora y bueno... no sé si escribir más novelas. dejaré que el tiempo lo decida y cuando me sienta apta de darle otro relato, lo haré con un gran placer, espero que no le haya aburrido la historia y le gustara de principio a fin 🙋🏾‍♀️

......***esto no es un adiós o un hasta nunca***. ......

......***es un hasta luego queridos lectores 💖***......