Lía Anderson, una joven enamorada de la vida, se crio escuchando la bella historia de amor de sus padres, sueña con su hermoso príncipe azul, que ya tiene rostro y nombre Valentín.
Por otro lado su mellizo Aron Anderson, disfruta de las fiestas y las mujeres pero alguien unos años mayor es quien no lo deja dormir por las noches.
¿Podrán los hermanos Anderson tener su loca historia de Amor?
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Malditas Mariposas
La soledad había sido su mejor compañera durante mucho tiempo, pero por una extraña razón esta vez lo tenía inquieto.
Aron camino por el departamento buscando que hacer, tenía su bien merecidas doce horas de descanso antes de volver, pero no era este el lugar donde quería estar.
-Concéntrate- se reprendió viendo el partido de futbol del real Madrid.
Una repetición, eso evitaba ponerlo nervioso, ya sabía los resultados, solo disfrutaba de las jugadas, tenía suficiente tensión en la clínica. Pero no, hoy no podía concentrarse en el estúpido juego, dejo la taza de café sobre la mesa, camino a la habitación y se cambió, saldría, eso era lo mejor.
Media hora después, se encontraba en el coche, fuera de la clínica y su frente pegada al volante
-Que carajos haces aquí idiota, ella está bien- susurro enojado
Había pasado varios días, sus visitas eran cortas, lo suficientes para evitar una situación incómoda, sobre todo para él.
-Seis malditos años, y ella te sigue poniéndome así- su mano fue al corazón\, era la sensación más incómoda entre presión y dolor.
Era esa necesidad por verla, por tenerla cerca, al menos unos minutos, y se odio por es. Él creía haber resuelto eso hace mucho tiempo, pero no, otra vez Mila hacia que su mundo tambaleara.
Ya no era un adolescente, pronto cumpliría veinticinco, durante todo ese tiempo, varias mujeres pasaron por su cama, pero ninguna lo hizo sentir completo, como las veces que sus dedos ardieron recorriendo la piel de la brasileña
-Doctor, ¿se encuentra bien? - los golpes en el cristal lo devolvieron a la realidad
Sonrió y su mente maquino, pensado en que excusa pondría al ver el rostro preocupado de Clara una de las enfermeras
Bajo el cristal y curvo sus labios- No sucede nada Clara, olvide unos papeles en el consultorio y los necesito- la mujer sonrió y asintió- Vuelve a casa segura
-Gracias doctor, usted también- Clara saludo agitando la mano y corrió al taxi que la esperaba.
-Ya estás aquí imbécil, ahora baja- mascullo molesto
Descendió del coche y presiono la alarma cerrándolo
Varios pasos faltaban para atravesar la puerta de aquel lugar y su estómago parecía invadido por mariposa
-Dios, parezco adolescente, - se reprendió mentalmente
El teléfono vibro y se detuvo para atender
📱📱-Hola
-Hola cariño ¿Cómo estás? - la voz dulce de Lizet, lograba lo imposible para otros, calmarlo
-Estoy bien, ¿Cómo está la mujer más hermosa del mundo? - Aron podría ser un Dios griego para muchos, pero era el ser más mimoso con su mamá, como si nunca hubiera crecido
-Estoy bien cariño, solo quería que sepas que viajaremos a Milán con tu padre- se podía sentir esa mezcla de tristeza y preocupación
-¿Lía hablo con ustedes?- pregunto dudoso
-No, fue Lorna, queremos ver a Lía, y hablar personalmente, pero por tus pocas palabras tú lo sabias- cuestiono
-Mamá, te amo demasiado, pero Lía es mi otra mitad, jamás la traicionaría, lo lamento- hablo apenado-
Saludo con un gesto amable a los médicos que salían de cumplir su turno y se despedían a lo lejos
-Lo se corazón, no estoy molesta contigo-
-¿Cuándo salen a Milán?
- En la noche\, por favor no le digas nada\, no quiero que se asuste-
-Tranquila, solo mantenme informado, si debo viajar para ahorcar a Lacrost sacare licencia—abrió y cerro la mano libre
-Cariño tu salvas vidas, no las quitas- carcajeo Lizet
-Podría hacer una excepción, por mi familia. Sonrió atravesando la puerta del lugar relucientemente blanco
-Pórtate bien, pronto iremos a verte, te amo Aron-
-También te amo mama, buen viaje-📱📱
La llamada término, guardo el celular en el bolcillo del jean negro y camino por los pasillos sin percibir, lo múltiples ataques al corazón que estaba generando.
Varias mujeres voltearon a detallar esos bíceps apretados por la camiseta gris, que tentadoramente dejaba que los espectadores se deleitaran con su perfecta espalda en V.
-Es un Dios, por eso es inalcanzable- susurro una de las practicantes aferrada al brazo de su compañera
-Sí, y lo peor es que a parte de hermoso, es simpático- agregó la otra
-Buenas tardes señoritas- Aron mostro su perfecta sonrisa y paso junto al par de mujeres que solo sonrieron moviendo sus manitos, dejo en el aire esa colonia masculina que penetraba los poros, generando las fantasías irreproducibles verbalmente.
Se armó de confianza, al llegar al piso donde Mila había sido trasladada, él se ocupó de que estuviera cómoda.
Camino, y removió su cuello de un lado otro como si fuera a dar su mejor batalla, solo que estaba seguro de perder, ante esa belleza
-Gracias Vale, eres un amor- antes de ingresar escucho la voz dulce de Mila y allí estaban otra vez esas molestas mariposas
-Tengo hambre, es eso. Se auto convenció.
-Entonces hablaste con él- pregunto la enfermera y eso hizo que el medico prestara atención, sabía que estaba mal escuchar detrás de la puerta, pero nadie lo estaba viendo, así que, ¿Por qué sentirse mal?
-Sí, vendrá a verme- se podía sentir a Mila feliz y por un instante pensó que hablo con Alan su papá
Dio dos golpecitos en la puerta y abrió- Permiso, ¿cómo se encuentra la paciente hoy? - Aron apareció con esa presencia imponente, y Mila trago saliva, sumado a la vergüenza de saberse en un estado deplorable.
Los días anteriores estaba adormilada, pero ahora era plenamente consciente de que su cabello, era lo más parecido a un nido de pájaros, de la cintura para abajo parecía una momia y su rostro estaba como si se hubiera maquillado con un rastrillo.
-Doctor creí que era su día libre- hablo la mujer después de controlar la vía, que pasaba los medicamentos.
Aron aclaro la garganta y rápidamente respondió- Vine a buscar unos papeles y ya que estaba por aquí pasé a ver a mis pacientes.
-Bien hecho- se dio palmaditas mentales-
-Qué bueno doctor, porque el paciente de la habitación 404 estaba pidiendo por usted- la mujer tomo la birome que descansaba en la mesita junto a sus utensilio e hizo unas anotaciones – ¿Podrá verlo?- pregunto
-Eh- Aron estaba perdido en los ojos de Mila, que tampoco dejaba de verlo
-Al paciente de la 404 - aclaro simpática
-Si, en un rato. Esos son los informes de la señorita Brown- señalo la carpeta en la mano de la enfermera
-Si doctor- esta le extendió los informes- lo dejare con la paciente, aún tengo que terminar las recorridas
-Ve tranquila, me ocupo- dijo sin verla, sus ojos verdes leían la medicación que se suministraba a Mila
-Vale, gracias por el teléfono- agrego la brasilera cuando lo mujer abría la puerta para irse.
-De nada, espero que venga a verte- dicho esto los dejo solos
-¿Cómo te sientes?- elevo la vista y fue inevitable no recorrer las facciones lastimadas, pero igual de hermosa de la mujer frente a él-
-Bueno digamos que me siento como alguien que fue embestida por una Hummer – carcajeó y frunció el ceño por el dolor
-Duele mucho- Aron rápidamente se acercó, para revisar el paso del calmante
-No, fue solo el movimiento – respiro hondo, controlando la incomodidad- tenías razón
-¿Con que?- esta vez hablo junto a la cama y sin advertir se sentó en el pequeño espacio que quedaba libre en la cama.
-Parezco un robot- sonrió y sus ojos negros brillaron al encontrarse con esas esmeraldas perfectas que tanto anhelo
-¿Lo oíste?- elevo sus cejas sorprendido, pensó que ella estaba muy sedada, para escucharlo
-Si, hablas demasiado lo sabías- ambos rieron y poco a poco el silencio los cubrió por completo, la mano de Aron fue hasta la mejilla y la acaricio con cuidado, Mila cerró los ojos disfrutando de cálido toque,
-Te extrañe tanto- pensó y un suspiro abandonó sus labios
Él reacciono y alejo su mano rápidamente- hablaste con Alan al parecer- curvo sus labios, tranquilo, sabiendo que estaría rodeada de sus seres queridos-
-No, claro que no, papá esta con Lois y ella lo necesita ahora- lo vio inquieta
-No?- Aron se puso de pie sintiendo una extraña incomodidad -Sin intención escuché la conversación con Vale, lo malinterpreté- fingió una sonrisa, demás estaba decir que se sentía fuera de lugar
-No, llame a Vincent, ¿lo recuerdas? - pregunto inocente
-Como no recordarlo- pensó\, sintiendo una punzada en el pecho.
-No, la verdad que no- tomo nuevamente la carpeta con los datos de Mila, y realizo unas anotaciones rápidas.
-Bueno el…
-Pediré que cambien el antibiótico, y a partir de hoy lo suministraran cada doce horas- No quería escuchar más, era suficiente.
Lo supere-se repitió mentalmente- mentirse era la mejor opción en ese momento
-Aron, si …- Mila quiso continuar la charla, hace tanto no hablaba con él.
-Debo ver al paciente de la habitación 404, descansa- no le dio tiempo a nada y abandono el cuarto, dejándola aturdida.
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Lía termino de juntar los pocillos de la mesa, Liam ya había sido enviado a la escuela con la niñera. Cuando todo quedo en condiciones, fue a la habitación para terminar de cambiarse, tenia que completar el trabajo de la publicidad de Dior, y luego una reunión con sus abogados, quienes ya se habían reunido con los de Valentín, esos días fueron complejos, aunque, no volvió a verlo, él se encargó que supiera que no se daría por vencido.
El timbre de la puerta sonó, tomo su bolso y observó la hora, pensando en quien podría ir a buscarla.
Abrió la puerta y sus ojos se cristalizaron al instante, sin más un pucherito gracioso apareció en sus labios. Frente a ella estaba esa enorme figura viéndola fijamente, con esos perfectos y profundos ojos negros
-Estamos aquí princesa- la voz de Cameron, la lleno de seguridad y solo pudo asentir, cubrió con el dorso de la mano sus labios evitando los sollozos incontrolables
Ahí estaba su papá, ese hombre fuerte que la hacía sentir una niña pequeña otra vez
-Papi- alcanzo a decir, cuando el cuerpo del grandote la cubrió por completo- lo lamento
-Shhh, te lo dije una vez y lo hare mil veces más, siempre estaré orgulloso de la mujer que eres, a pesar de todo.
-Ya cariño, papá y mamá están aquí- Lizet se unió al abrazo
Y por fin después de muchos días, llena de miedos, Lía volvió a sentir paz.
💕💕💕💕
Abrazos
Gaby