Un Esposo Para Navidad

Camila.

Todo lo bueno dura poco, es momento de regresar a casa, papá está enfermo y tengo que estar con él, estos días que viví con Andrés en este hermoso país se quedarán marcados en mi memoria para siempre, fueron mágicos, estando con él cada lugar que visitamos fue el mejor lugar del mundo.

Ahora estamos esperando en el aeropuerto a que nuestro vuelo salga, tengo miedo, miedo a que todo vuelva a ser como antes, a qué este viaje solo sea un sueño del cual tengo que despertar cuando aterricemos, miedo a que Andrés se vaya, no quiero que nada vuelva a ser como antes.

-Camila, cariño donde vamos a vivir al regresar a casa- pregunta Andrés sacándome de mis pensamientos.

-No sé cielo, mira Adriana vive conmigo en el departamento no me gustaría decirle que se vaya- le respondo.

-Qué te parece si vivimos en mi departamento, no es muy grande ni lujoso pero estaremos bien por lo menos hasta que pueda conseguir un mejor empleo- 

-Me parece una excelente idea mi amor- 

-Cariño tienes que estar tranquila tu papá va a estar bien y todos los problemas que tienes con tu mamá se van a solucionar- me dice dándome un abrazo.

-Gracias amor, no sabes lo agradecida que estoy con la vida por tenerte a mi lado en estos momentos- 

Un rato después abordamos el avión rumbo a casa, las horas de vuelo se me hicieron eternas, la preocupación por el estado de salud de mi padre y los problemas que tengo con mamá no me dejan estar tranquila, intenté dormir pero no fue posible, Andrés no me soltó en ningún momento, tal parece que es verdad que hay personas que llegan a tu vida en el momento en el que en realidad las necesitas.

Horas después llegamos a nuestro país, el chófer de Eduardo nos estaba esperando en el aeropuerto, con lo que no contaba era con los periodistas que nos esperaban afuera, entiendo que papá es un hombre importante, le acaban de proponer ser ministro de salud del país, pero yo no tengo nada que ver con eso, no se porque me buscan a mi.

--Señorita Camila los rumores de que la boda de su hermana no se hizo son ciertos--

-No vamos a dar declaraciones-

--Señorita Camila, quién es el hombre que la acompaña--

-Él es mi esposo Andrés Salamanca, pero en estos momentos no podemos dar declaraciones- respondo

-Señora Montero, son ciertos los rumores de que el doctor Montero está en delicado estado de salud--

-En estos momentos no puedo decir nada, después me comunico con ustedes- les dije subiendo al auto rápidamente.

-Amor siempre es así, tantos fotógrafos y periodistas persiguiendote- me pregunta Andrés 

-A mí no tanto a mis padres, son personas muy influyentes, por eso me gusta estar en el anonimato- le digo dando un suspiro- lo bueno es que ya van a conocerte cariño, está es tu oportunidad.

-Eso es lo que menos me importa en estos momentos- me responde.

Al llegar a casa Eduardo y Tania nos estaban esperando, mi hermano estaba muy preocupado por la salud de mi padre y no había podido convencerlo de ir al hospital, y al parecer mamá ya sabe lo que ocurre con papá pero no ha querido venir a acompañarlo.

-Que bueno que llegas Camila- dice Eduardo al vernos entrar- Andrés, disculpa por arruinar la luna de miel, pero papá está mal y no quiere ir al hospital, la única que puede convencerlo es ella.

-No te preocupes por eso, vamos a ver a Adolfo- dice Andrés 

Subimos a la habitación en la que estaba papá, al abrir la puerta quedé sorprendida por el estado en el que lo encontré.

-Papá, qué tienes estás muy pálido, vamos al hospital- le digo asustada.

- No pasa nada mi amor, todo está bien, solo necesito descansar- responde

-No papá, mira cómo estás, por favor vamos al hospital a que te revisen- le suplico

-No hija, todo está bien, porque regresaron tan pronto, Eduardo te dije que no molestaras a tu hermana-

-No tuve otra opción papá, eres muy terco y solo obedeces a Camila- le responde mi hermano

-Por lo menos deja que yo te revise está bien- le.digo

-Si hija si eso te va a dejar más tranquila hazlo-

Y así lo hice, le pedí a mi hermano que llamara a Adriana para que me enviara mi maletín, al revisar a papá me doy cuenta que tiene la presión un poco baja y que está deshidratado, necesito hacerle algunos exámenes, al parecer ha tenido dolores de cabeza constantes y fatiga muscular, espero convencerlo para que mañana me acompañe al hospital.

-No te preocupes hija ve a descansar has tenido un largo viaje al igual que tú esposo-

-Está bien papá lo haré pero prométeme que mañana me vas a acompañar al hospital para hacerte algunos estudios- le digo dándoles un beso.

-Si mi niña te lo prometo, ve a casa-

Eduardo, Andrés y Tania me esperaban en la sala de estar, tengo un presentimiento de que papá sabe lo que tiene pero no quiere decirme la verdad.

-¿Cómo está papá?- pregunta Eduardo.

-Tengo que hacerle algunos exámenes, necesito que le des estos medicamentos y se pasa algo me llamas inmediatamente- le respondo.

Andrés y yo salimos de casa de mi hermano a nuestro nuevo hogar, es un apartamento de soltero, pero cuando pase lo de papá yo misma me encargaré de organizarlo para que sea un espacio para los dos.

-Ven cariño vamos a dormir, mañana empezaré a organizar el apartamento para que sea cómodo para los dos- me dice Andrés abrazándome por la espalda.

-No te preocupes amor, lo importante en estos momentos es que estés conmigo- le digo respondiendo al abrazo.

Nos cambiamos de ropa y nos metimos en la cama, yo acomode mi cabeza en el pecho de Andrés y me quedé dormida inmediatamente…

3 a.m ...

A las tres de la mañana mi celular empieza a sonar.

-¿Qué pasa Eduardo?

-Camila vamos camino al hospital, papá se desmayó y lleva mucho tiempo inconsciente- 

-Ya vamos para allá- le digo colgando el teléfono.