ÉL AMOR DE UN VAMPIRO

Era mediodía, era un día soleado, April se encontraba en el jardín trasero sentada bajo un grande y frondoso árbol, observando él lugar que ya conocía.

Ya estaba harta de lo mismo de no a hacer nada y ser una inútil, sus padres se encargaron de eso, nunca le permitieron que hiciera algún labor en la casa, siempre se lo prohibieron ya que a ellos sólo le importaban que sacara las mejores notas en la escuela y decían que ese tipo de cosas solamente la distrairian y que solamente se concentrará en sus estudios y que no se preocupara por cosas insignificantes como esas que para eso les pagaban a la servidumbre.

Con él pasó del tiempo ella solamente se la pasaba gastando el dinero como la típica niña de papá y nunca aprendió hacer algo más que sacar buenas notas.

Seguía observando el lugar hasta que se le ocurrió la brillante idea de adentrarse al bosque, ver hasta dónde carajos estaba cercado el territorio de Eanson o si había algo interesante por ahí.

Sonrió, se levantó y caminó hacia el bosque; luego de un largo rato se encontró con un hermoso lago, había un puente de madera que estaba algo viejo, se acercó, se quitó los zapatos y se sentó, sumergió sus pies y comenzó a juguetear con el agua provocando que pequeñas gotas la salpicara y mojara su ropa y sus manos.

Estaba tan tranquila y feliz de haber encontrado ese lugar era muy tranquilo y la vista era hermosa solo que tal vez era peligroso ese lugar pero April nunca se le pasó eso a la mente.

Luego de estar tan distraída se escuchó como algo cayó de arriba eso provocó que la madera crujiera y que April se sobresaltara y se aterrorizara, porque no sabía que había detrás de ella, a que se enfrentaría, ella intentó mirar de reojo pero no alcanzó a ver que era, su cuerpo estaba paralizado del miedo aquella cosa que estaba atrás ella comenzó a dar unos cuantos pasa ya que la madera empezó a crujir otra vez, April estaba muerta de miedo pero no se podía quedar así jaque por lo menos si moría tenía que saber qué era eso.

April se levantó rápidamente, se giró y se quedó aliviada, era Eanson él que tenía enfrente.

>> ¿Qué haces aquí?.

>> Estaba aburrida así que vine a explorar el lugar.

>> Estar aquí es peligroso, no es como la ciudad.

>> Lo sé pero estoy harta de estar encerrada, ser tu maldita prisionera.

>> No eres mi prisionera, sabes que puedes ir de compras o ir al salón de belleza pero acompañada.

>> Pero yo no quiero ir a ese tipo de lugares, estoy harta de estar en esa casa sola, yo quiero ver a mi familia, a mi mejor amiga.

>> Si quieres ir, ya sabes lo que tienes que hacer de lo contrario no saldrás de aquí.

>> Joder, eres un idiota y un patán como me pides que me deje follar, te dije que no soy una cualquiera.

>> No se porque te cuesta tanto hacerlo, recuerdo que anteriormente eras y te comportabas de esa manera, resulta que ahora te haces la niña buena, te recuerdo que te gustan ese tipo de hombres, ahora me comporto así contigo  pero aun así no me puedes querer.

>> Olvidalo no tendré nada que ver contigo.

>> Bien, por cierto te confieso que ayer supe con lo que soñabas, era muy excitante ese sueño.

April se puso roja de la cara y se avergonzó.

>> ¿De qué hablas? .

Eanson sonrió y bajó la mira un por un instante, se metió las manos en los bolsillos del pantalón y levantó la mirada nuevamente, empezó a caminar lentamente hacia donde estaba April, al estar muy cerca de ella se inclinó un poco y se acercó a su oído.

>> Se como fue tu sueño húmedo, que por cierto me la tuve que jalar para estar tranquilo, eres una chica muy traviesa y caliente, con unas fantasías muy locas.

Eanson se alejó, April al escuchar lo que le susurro se puso aún más nerviosa, su corazón latía a mil por segundo, sentía las mejillas calientes, su piel se erizó al escuchar la confesión de Eanson, no podía ni siquiera hablar.

April observó como Eanson sonreía pero le era imposible hablar, quería que la tierra se la tragara en ese instante, era demasiado vergonzoso que él supiera eso.

>> Sabes te veías muy sexi.

>> Eso, eso no es cierto, yo, yo nunca tuve eso que dices.

>> Mi querida April a mi no me quieras ver la cara de estupido.

Eanson acerca su mano y descubre la marca de April y la toca con su dedo, al tocarla la marca se pone de color roja, algo que sorprende a April.

>> Esto no es una simple marca, por ella se lo que soñaste, también si alguna vez estás en peligro la marca se podrá roja y empezará a arder tanto como a mí como a ti, también si estás demasiado lejos de mi lo sabré así que esto no es una marca insignificante como lo piensas.

April se quedó tan sorprendida que no podía procesarlo bien, era sorprendente que esa cosa que parecía un simple tatuaje pudiera hacer todo eso.

>> Bueno, eso es genial pero ya me voy.

April estaba apuntó de irse pero Eanson la agarró del brazo y la detuvo, ambos se miraron.

>> Te advierto que no vuelvas a venir aquí, es muy peligroso que una humana como tú venga sola, aquí no es como donde vivías, aquí es diferente y muy peligroso.

>> Está bien.

Eanson la soltó y April se fue a la casa.

Eanson se quedó observando él lugar por un instante para después irse a casa también.