Luna después de tener lujos y unos padres amorosos, conoce a Joseph; un hombre carismático y guapo.
fue amor a primera vista, dándole lugar al amor en su corazón.
Joseph tiene un hijo de 3 años, llamado Esteban, el cual llegara a ser la mayor debilidad de Luna y por quien estará dispuesta a dar su vida.
Pero Joseph no es nada de lo que aparenta, y detrás de esa fachada, oculta un lado psicópata, en dónde lo único importante para él, es él mismo.
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Viviendo la realidad
Han pasado dos años desde la muerte de mis padres. Ha Sido demasiado difícil para mí; sin tener a alguien que esté conmigo en estos momentos, además de Joseph, su madre y mi pequeño Esteban.
Mi único motivo para seguir adelante es Esteban. El primer año de la muerte de mis padres, Joseph se hizo cargo del negocio de mi padre.
Mi depresión y dolor, me hicieron alejarme de ese lugar. Joseph me sugirió quedarme en casa, así que él atendería el negocio. Yo solo tenía que cuidar de Esteban y de la casa, que no me preocupara por nada más.
Yo estaba demasiado agradecida con su ayuda, además que Esteban se convirtió en mi mundo y era esa pequeña luz en todo mi dolor.
A los meses, mi sorpresa fue el ver a la madre de Joseph en la casa. Él me dijo que la trajo a vivir con nosotros para qué me ayudará, Pero con el pasar del tiempo esa señora se comenzó a sentir la dueña del lugar.
Yo no sabía cómo decirle eso a Joseph, él me ayudaba tanto y vi tan injusto que yo me quejara por eso.
Deje que las cosas fueran pasando, ya después del año, me hizo firmar unos papeles, dónde necesitaba que yo diera mi autorización de dejarlo a él a cargo, según para poder seguir adelante con el negocio de mi padre. No proteste, solo firme.
Nunca estaba en casa y su madre era una mujer despreciable. Cuando tenía ocasión insultaba a Esteban, entonces yo me metía y ella solo me decía que yo no era la mamá.
Discutí el asunto con Joseph y le dio la razón a la mamá. Que yo no me podía meter en las correcciones que su madre le daba a Esteban, que ella tenía más derechos que yo.
Me quedé como piedra, cómo? ¿Prácticamente viven a costa mía y me dices eso? Fueron las palabras que pronuncie, después de eso, recibí una fuerte bofetada de parte de él.
Era la primera vez en mi vida que alguien me ponía una mano encima. Me agarró y me encerró en mi habitación; agarro a Esteban ese día y por los gritos de mi bebé, sabía que lo estaba maltratando.
Yo solo gritaba y lloraba que lo dejarán, que no le hicieran eso. Los gritos de él llamando, me hacían gritas más.
el me decía, mamá! Ven a salvarme... Mamita...
Fue el día más horrible de mi vida! cómo podían hacerle eso a un niño? Su propia familia?
Joseph llegó en la madrugada y abrió la puerta del cuarto. Yo salí corriendo en busca de mi bebé.
estaba en su habitación sin sabana, sin cobertor, mientras temblaba del frío.
Lo agarre y el como pudo abrió los ojos, rojos de tanto llorar. Lo revise y vi muchos moretones en su pequeño cuerpo.
Enfrente a Joseph que estaba en la puerta, fumando un cigarro, mientras me veía.
Luna: cómo pudiste hacerle eso? Es un bebé.
Joseph: si no quieres que vuelva a suceder, entonces te callas y haces lo que yo diga.
Ya no tienes nada! todo es mío.
Luna: claro que no! todo es mío, yo soy la única dueña. ~~ grite enojada ~~
Joseph: acaso olvidaste los papeles que firmaste? En ellos me dabas todo y me dejabas como el único dueño.
Luna: es mentira!
Joseph: no me interesa si no me crees... así que, si no quieres que mate al mocoso ese a golpes, entonces me obedecen en todo.
Luna: es tu hijo!
Joseph: nunca quise a ese mocoso. Solo esperaba el momento para usarlo y fue muy útil al llegar a tu corazón.
Ve todo lo que me dió. ~~ dando la vuelta y señalando el lugar ~~
Luna: te denunciaré! Ya verás.
Joseph: adelante! Hazlo... El se irá conmigo y te aseguro que el cuerpo te lo mando en una caja. Entonces que decides?
Luna: no serías capaz?
Joseph: acaso lo de hoy te dejo alguna duda?
Joseph la tomo de la mandíbula y la apretó fuerte.
Joseph: entendiste?
Luna: si! ~~ con ojos llorosos~~
Joseph: desde mañana, te vas a tener que ganar el plato de comida y el de él también. ¡Vas a ser la sirvienta de esta casa!
Te vas a encargar de todo, comida, limpieza, etc.
De esa forma vas a pagar tu estadía aquí y la del mocoso también.
Luna: Qué? cómo que sirvienta ? acaso no puedes pagar una sirvienta? Por qué tendría que serlo yo?
Joseph: ya te lo dije! Ni tu, ni él van a vivir y comer de balde. ¿Te lo vas a ganar o te vas a vivir a la calle, que prefieres?
Luna: eres un miserable! ~~ mientras abrazaba a Esteban, que había despertado y temblaba en los brazos de ella.
Joseph: y tu la mujer más estúpida del mundo. Jamás pensé que mi camino al éxito sería tan rápido, Pero tú apareciste y me lo colocaste en bandeja de plata.
Confórmate con lo que te doy.
Desde ese día, entendí que si no hacía lo que él me decía o su madre, maltrataban a Esteban.
Se dieron cuenta, que ese pequeño se había vuelto lo más importante para mí.
Porque en estos dos años no me he ido? no lo he denunciado? no he recurrido a una tía que tengo? Porque? por Esteban.
Lo han maltratado a niveles tan horribles, que mi voluntad la lograron doblegar.
Es solo un bebé y no me golpean a mi o me maltratan a mi, se lo hacen a esa pequeña criatura. Me han arrodillado y lo han maltratado frente a mis ojos, al grado que he visto como se desmaya.
Es espantoso, ese hombre es un monstruo y su madre también. Cada día, recuerdo cada consejo de mi madre, sus malos presentimientos con respecto a él y los cuales ignore.
Antes era una estúpida niña mimada, Pero en estos dos años, he aprendido a ser madura, calculadora; solo espero el momento, para escaparme de esta casa con mi niño.
No me importa si se quedan con todo; Pero poder sacar a mi bebé de este infierno, es mi deseo cada día que va pasando.
Es verdad que la vida nos enseña, y a las malas! si somos tan estúpidos para no escuchar las palabras sabias, de aquellos que han vivido mucho más que nosotros.
Luna: Dios mío por favor! ayúdame a sacar a mi bebé de este infierno. Yo te prometo, ya no ser igual. Voy a cambiar, Pero ayúdame a sacar a mi niño de aquí.
Cada día, Luna se arrodillaba al lado de su cama; mientras Esteban dormía, solo pedía poder salir de esa casa.
La madre de Joseph, le había dado una habitación del servicio, para que viviera ella y Esteban. Era pequeña, dónde entraba una cama, una mesa y un pequeño closet donde guardaba la poca ropa de ella y Esteban.