Apasionada, romántica, resiliente.
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La felicidad son solo momentos..
Sí, claro que sí. Descubrí que la felicidad son solo momentos, eso la hace una elección. Si quiero ser feliz solo debo desprenderme de lo que me lastima, hacer un resumen de lo que he vivido y extraer de mis memorias los momentos memorables que me han hecho sonreír.
He comprendido que la búsqueda de algo que no logras ver, siempre estuvo en mi interior, al estar junto a personas de que me aprecian, al ver florecer una planta y agradecerle, al recibir el amor incondicional de mi mascota, son esos pequeños fragmentos que me dan la felicidad y no lo sabía.
Ahora mismo trato de encapsular en una sola memoria cada instante que en el que he sentido paz, cuando he logrado sanar una herida y reírme de mi misma. ¡No es fácil!, lo admito, pero confiar es la manera de poder conectar consigo mismo.
Pensaba que cada cosa mala por la que pasaba era lo peor, cada vez que fui lastimada o burlada pensé que era un episodio más de mi mala suerte. Soñaba con encontrar a alguien que me amara o por lo menos que sintiera algo bonito hacia mí, obviamente que me partieron el corazón, pero cuando eres más joven te das cuenta que es más fácil sanar.
No olvidas porque siempre hay que se queda dentro recordándote o alertando para no cometer el mismo error. Crees que eso te enseña pero la verdad es que solo sirve para urgar en las heridas del pasado y hacer que duela. Cuando tenemos pensamientos equivocos sobre lo que realmente nos hace bien, es ahí donde caes en un círculo sin que te des cuenta, es como autolesionarte el alma.
Enamorarse es algo tan complicado. Me observo y entiendo que amar involucra compromiso, sinceridad, apoyo, lealtad, confianza, pero más que ofrecerle a alguien tantas virtudes, significa ponerlo en práctica para mí. Ja, ja, ja que ironía, yo no lo hago, porque me he fallado una y otra vez.
Siempre tan insegura, repitiendo Cristina esto. Cristina aquello, siempre tú, hasta cuando contigo, y no hago más que reprocharme como si fuera el ser con más imperfecciones en el mundo. Pero tranquilos, ya estoy aprendiendo que soy humana, que no siempre tengo que aguantar, que no es obligado resistir.
Ya hasta me doy terapia, eso de los psicólogos no es lo mío, yo misma me analizo y en efecto me he lastimado, me he agredido, ofendido, incluso juzgado. Siempre queriendo buscar lo bueno en lo que a veces no tiene solución.
Es entonces que descubro que hasta sentir la brisa en tu rostro es la felicidad, porque respiras, porque sientes, porque estás vivo. Me pregunto ¿Por qué evadí tanto el ser feliz?, ¿A qué le temo?, si la felicidad la he llevado siempre conmigo, a formado parte de mi desde que llegue a este mundo maravilloso.
Me miro nuevamente al espejo y solo puedo reírme de mi por no confiar, por creer que merecía menos, por culparme de todo como si fuera el juez y al mismo tiempo el imputado, sentenciandome a una condena sin motivos.