En la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, una serie de desapariciones misteriosas aterra a la comunidad. A pesar de los esfuerzos de la policía local, las víctimas desaparecen sin dejar rastro. Héctor Ramírez, un detective experimentado, es llamado para investigar. Mientras avanza en su pesquisa, descubre que las desapariciones están conectadas por una serie de pistas inquietantes que parecen ir más allá de lo criminal. Atrapado en un misterio que desafía su comprensión, Héctor se enfrenta a fuerzas que no pueden ser explicadas por la lógica. A medida que el caso avanza, la atmósfera de la ciudad, cargada de historia y superstición, se convierte en un campo de juego para lo sobrenatural.
NovelToon tiene autorización de Tapiao para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
15 de Marzo 2024
Bitácora del Inspector Héctor Ramírez
Hoy ha sido un día largo y difícil. A pesar de la lluvia constante que empañó la ciudad, no he podido dejar de pensar en los nuevos detalles que Clara, la amiga de Mariana, nos proporcionó. El hombre de unos 50 años, con cabello canoso y una presencia que resultó inquietante, sigue siendo nuestra principal pista. Este hombre, que no parece tener ninguna conexión obvia con Mariana, ha logrado despertar la sospecha de todos nosotros.
Me he centrado en investigar sobre él, pero por alguna razón, parece ser una sombra que siempre se desvanece antes de que podamos atraparlo. He solicitado los registros de seguridad de más puntos en la ciudad, además de la plaza donde Mariana fue vista por última vez, pero hasta ahora no he logrado nada que nos acerque a su identidad. Las cámaras parecen estar jugando un papel extraño en todo esto. El corte de la grabación el día en que Mariana desapareció, justo cuando ella se acercaba al hombre, no ha sido algo que pueda explicarse con facilidad. A lo largo de mi carrera, he visto muchos casos donde la tecnología falla, pero nunca de una manera tan sospechosa.
Hoy, me reuní con los oficiales asignados al caso. Juntos comenzamos a analizar los pocos detalles que tenemos. La descripción que Clara dio de este hombre se vuelve cada vez más confusa. Nadie parece conocerlo, y no hemos logrado obtener registros de él en los sistemas oficiales. ¿Quién es? ¿Por qué estaba tan cerca de Mariana? La situación se está tornando más difícil con cada día que pasa, y la frustración aumenta.
(Es extraño cómo este caso sigue sin despejarse. Siento que algo se me está escapando, que hay algo más detrás de todo esto. Pero no puedo darme el lujo de ser imprudente, tengo que seguir los pasos con cautela. A veces, los detalles pequeños son los que llevan a los descubrimientos más grandes).
Además de las investigaciones de campo, también me encargué personalmente de contactar con los familiares de Mariana. La angustia de su madre, completamente desesperada, es palpable. La señora Gómez no ha dejado de buscar respuestas, y no sé qué más decirle. Cada vez que trato de consolarla, me doy cuenta de que mis palabras no significan nada. Sabemos que su hija no se ha ido por voluntad propia, pero cada vez hay menos pistas que nos orienten hacia su paradero. Aparentemente, no hubo una discusión importante en su casa que pudiera haberla motivado a huir. Las conversaciones que tuve con sus amigos tampoco ayudaron mucho, aunque Clara fue la que nos dio el único indicio más claro.
Hoy, después de varios intentos por encontrar al hombre de la descripción, un oficial me dio una sugerencia. Una posible dirección de la cual podríamos obtener más información sobre este sujeto. Al parecer, un testigo mencionó haber visto a un hombre con las características descritas cerca de un bar frecuentado por personas mayores. Al principio, dudé de esta fuente, pero decidí darle una oportunidad. Lo único que nos queda es investigar cada rincón, cada pista, aunque parezcan mínimas.
Mi equipo y yo nos dirigimos hacia ese bar al final de la tarde, con la esperanza de obtener algo de información. Fue allí donde conocí a una mujer mayor que, después de un largo interrogatorio, nos confesó haber visto al hombre en cuestión en varias ocasiones. No se acordaba de su nombre, pero describió su apariencia y el hecho de que parecía siempre solo, sin hablar con nadie, sólo observando desde la barra.
(Es raro. Este hombre parece tener la habilidad de pasar desapercibido, y eso me inquieta. Hay algo en él que no cuadra, algo que me dice que está involucrado de alguna manera, pero no sé cómo ni por qué).
Ahora tenemos más detalles, pero aún no hay certezas. El caso de Mariana está volviéndose más complicado a medida que pasa el tiempo. La ansiedad de los familiares crece, y aunque trato de mantener la calma, no puedo evitar sentir que la situación se nos escapa de las manos. Mañana, continuaremos con las investigaciones. No tengo tiempo que perder.