La dulce y amable Mia ve su vida trastocada luego una tragedia familiar, la adolescente tendrá que encontrar la manera de convivir con los hijos de su tutora. Y tendrá que tomar una difícil decisión.
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Capítulo 3
Cierro la puerta sin entender aún qué pasó y qué le hice a ese loco de remate.
Unas horas después quien tocó a mi puerta fue Diana, venía a ver si me encontraba bien y si necesitaba algo, pero quien acabó dejando escapar que no estaba muy bien fue ella, me dijo muchas cosas, pero lo que más me llamó la atención fue la parte en la que me dijo que no le agrada ni confía en Mendy, la supuesta novia de Armando, no me explicó muy bien el motivo, pero creo que la pelea fue grande. Un tiempo después vino de nuevo, pero esta vez para invitarme a cenar con todo el grupo.
Y ahora estoy aquí reunida con todos en la mesa, pero sin una pizca de hambre, de hecho tengo indigestión de solo ver a esa chica colgada del cuello de Armando todo el tiempo.
Max- Entonces Mia, ¿qué te parece este lugar, los Hamptons?
Pregunta entusiasmado
Mia- Muy bonito, y me transmite una paz incomparable, ¡gracias por traerme!
Diana- Ay querida, no tienes que agradecer y siempre que quieras venir a pasar un tiempo a solas, puedes venir, yo aviso a la gente y dejan la casa lista, es bueno tener un tiempo para ti.
Mia- ¡Ay Diana muchas gracias, es muy amable de tu parte!
Digo realmente halagada y honrada
Diana- ¡Imagínate, la casa también es tuya!
Esas palabras significaron mucho para mí. A veces pienso que Diana es una persona muy amable y cariñosa, y que me gusta MUCHO MUCHO.
Mendy- Muy amable de tu parte, ya que la damisela nunca debe haber visto una casa así antes.
Había un ambiente tan agradable, pero ella tenía que abrir la boca y soltar esas tonterías. No digo nada, solo bajo la cabeza y muevo el plato con el tenedor.
Sorprendentemente Armando abre la boca y habla por primera vez desde nuestra conversación en la puerta pero hace poco.
Armando- No necesitas hablarle así Mendy.
Todos parecen tan sorprendidos como yo.
Mendy- ¿Pero qué dije de más? Solo dije la verdad, la damisela de ahí no tenía dónde caerse muerta de todos modos.
Él parece enfadarse tanto, que se le pueden ver los puños cerrados y su expresión cambiando, se levanta rápidamente y golpea la mesa con cierta violencia
Armando- ¡YA BASTA MENDY!
Dice en un tono irritado y alto dejando incluso a su madre sin palabras, al darse cuenta de lo que hizo sale de la mesa, yendo directo al exterior de la casa, unos segundos después ya no se le puede ver, ha desaparecido totalmente de la vista.
Mendy me mira con una mirada venenosa y llena de rabia, lo que hace que yo también quiera salir corriendo de allí.
Mia- Con permiso gente, perdí el apetito, ¡voy a mi habitación!
Diana- ¡Está bien querida! Dentro de un rato te llevo un bocadillo, ni siquiera has tocado la cena.
No digo nada, solo la miro a los ojos intentando transmitirle la gratitud que sentí en ese momento, subí las escaleras más deprisa y me metí en la habitación con la puerta cerrada. Se puede ver la puesta de sol entrando por los enormes ventanales, me acerco a la ventana para ver mejor la belleza natural que me encanta e hipnotiza a cada segundo que miro, al desviar la mirada por unos instantes veo algo, o mejor dicho a Alguien sentado en la arena de la playa, también tiene la mirada fija en el horizonte demostrando que tiene la mente muy lejos de aquí, ¿qué pasará por la cabeza de Armando ahora mismo? Pero mis pensamientos se interrumpen al ver a Mendy acercarse a él, lo que me hace correr las cortinas y alejarme de la ventana... ¡qué día mis amigos, qué día!
AL DÍA SIGUIENTE:
Incluso antes de abrir los ojos mis oídos escuchan el canto de los hermosos pájaros del exterior, abro los ojos lentamente dejando entrar la luz del sol de un nuevo día. Agarro la almohada con fuerza deseando no salir tan pronto de esta cama tan cálida y confortable, se está tan a gusto aquí que me recuerda a las veces que sentía miedo y corría a las mantas de mis padres, ellos me acogían sin importar que ya fuera demasiado mayor para eso, a veces solo quería despertar de esa pesadilla, sentir el olor de mi madre y ver a mi padre preparar el café mientras yo me sentaba en la barra leyendo el titular del día para él, pensar que el último titular que leí fue el que describía con detalle el peor día de mi vida. ¡Ay mamá y papá cómo os echo de menos!
Siento un nudo enorme en el pecho cuando noto que las lágrimas caen sobre mi rostro, me hundo aún más en las almohadas y cierro los ojos, lo que me hace dormir profundamente de nuevo.
Me despierto de nuevo pero esta vez con voces y pasos fuera de la habitación, por lo visto todo el mundo ya está de pie y creo que me ha llegado el turno de levantarme.
Me levanto rápidamente y ¡me arreglo básicamente! Esta vez con unas gafas de sol que complementan mi look, me pongo un vestido floreado y unas sandalias blancas de tacón muy bajo, y bajo.
Mirando la pantalla de mi móvil me siento lentamente en la silla de la cabecera de la mesa, ya hay algunas personas en la mesa y otras no.
Mia- ¡Buenos días a todos!
Jhony- ¡Buenos díass!
Dice animado
Diana- Buenos días querida ¿estás bien?
Mia- Estoy bien Di gracias ¿y tú?
Diana- Estoy bien gracias por preguntar
Max- ¡Buenos días buenos días! Chicos, denle los buenos días a Mia.
Simon y Fernando responden al unísono convirtiendo así la frase en un único y hermoso ¡BUENOS DÍAS!
Mis ojos recorren todo el entorno buscando solo a una persona, pero no lo veo. Pero tampoco manifiesto ningún interés en preguntar dónde está.
Pero como si supiera lo que estoy pensando Diana dice
Diana- Armando no está, salió temprano llevándose sus cosas y las de Mendy, ¡pero arrancó el coche antes de que pudiera hacerle ninguna pregunta!
Finjo no tener interés, pero en realidad siento que se me revuelve el estómago.
Mia- ¡Ah!
Es lo que sale de mi boca.
Jhony- ¿Qué quieres hacer hoy Mia?
Jhony distrae mis pensamientos y deja de lado el dolor de estómago.
Mia- ¡No sé! ¿Qué tienes en mente?
Jhony- ¿Qué tal un paseo en lancha? ¿O un partido de voleibol?
Mia- ¡Ambas cosas me parecen bien!
A continuación, escucho a Diana susurrarle a Max "qué bien que se lleven tan bien" y veo a Max guiñarle un ojo en respuesta.
Más tarde ese mismo día, estamos todos sentados en la playa jugando al voleibol, o mejor dicho intentándolo, ¡ya que soy malísima en eso! Jajaja
Diana- ¡Vamos Mia tú puedes!
Al menos tengo el apoyo de la afición, me consuela un poco después de haber recibido una paliza de Fernando y Jhony, ¡menos mal que a mi compañero Saimon no le importa!
Estoy a punto de hacer un saque, todo un desastre, pero mis ojos y los de todos los presentes se desvían cuando escuchamos el ruido de un coche que llega. Y ahí está él, Armando ha vuelto, pero esta vez solo...
Creo que en este momento todos se hacen la misma pregunta "¿dónde está Mendy?"
Se acerca con pasos lentos y ligeros, al llegar se encuentra con su madre que le pregunta
Diana- ¿Qué? ¿Dónde está Mendy?
Armando- La dejé en su casa mamá
Dice poniendo los ojos en blanco.
Max- ¿Pero ha pasado algo?
Armando- ¿Lo que hizo ayer no es suficiente papá?
Diana- ¡No lo sabemos! Ella siempre ha sido así, solo que tú nunca te has molestado y nos preocupamos cuando te vimos explotar de esa manera.
Parece pensativo, pero responde enseguida
Armando- Ay mamá, estoy cansado de sus jueguitos y ya no se puede más, ya no siento nada por ella.
Esas palabras por alguna razón me impactan de una manera extraña, una oleada de energía recorre mi cuerpo y dejo caer la pelota llamando así sin querer su atención totalmente hacia mí.
Me mira a los ojos y fija su mirada en la mía durante unos segundos antes de hablar.
Armando- ¿Podemos hablar un momento?
No consigo pronunciar ni una sola palabra, ni esbozar ninguna reacción.
Armando- ¿Por favor, Mia?
Diana me mira con cara de sorpresa y curiosidad, parece que todos esperan una respuesta.