Renaciendo Como La Villana: Bianca

Sin duda iba a ser más astuta que Anika y estaba decidida a comenzar con su plan de venganza en cuanto tuviera la primera oportunidad. Pasado el tiempo de reposo que le mandó el médico, le pidió a Molly que prepararan un carruaje que iba a salir al mercado por unas cosas que quería comprar y que avisaran a su madre que iría con unos cuantos guardias para su protección.

Al llegar al mercado vió un montón de cosas que le gustaron y decidió comprarlas, entre ellas adornos para el cabello, aretes y unos lindos anillos que le encantaron. Poco tiempo después ya estaba cansada porque había caminado por todo el mercado junto con Molly, llegaron a un restaurante y pidieron algo para almorzar mientras descansaban un poco.

En cuanto llegó a su casa le pidió a Priscila que le preparara un baño mientras ella hablaba con su madre.

- Madre como ha estado, he vuelto.

- Hija, como te fue, encontraste algo que te gustara?.

- Si madre, encontré un montón de cosas lindas, quería pedirle algo.

- Claro hija, dime de que se trata.

- Quisiera saber si puedo hacer una fiesta de té con las jóvenes de mi edad para ir haciendo buenas amistades.

- Esta bien, le diré a tu padre para enviar las invitaciones.

- Gracias madre, me retiro - hizo una reverencia y salio de la sala.

El día de la fiesta de té había llegado y las chicas iban llegando una a una hasta que estuvieron todas sentadas alrededor de una mesa en el patio trasero de la mansion.

- Lady Bianca muchas gracias por la invitación, le quedó muy lindo todo - dijo la hija del conde Bell, Irina.

- Me alegro que les guste, disfruten del té.

Toda la tarde estuvieron. hablando y contando cosas de otras jóvenes hasta entrada la noche que cada una se fue retirando y regresando a sus territorios.

Al estar dentro de la casa, la duquesa le preguntó como le había ido y ella contestó que se había divertido mucho y las chicas habían sido muy amables con ella.

Al día siguiente cuando Molly y Priscila fueron a despertar a Bianca, ella les preguntó si en algún momento ella estaba recibiendo clases de algo, porque no podía solo decirles que recordaba todo de un momento a otro y ellas le dijeron que si, que tenia profesores de etiqueta y bordado. En cuanto estuvo lista salió de su habitación y después de preguntarle al mayordomo por sus padres, este le dijo que la duquesa había salido y su padre estaba en su despacho. Al llegar a dicho lugar tocó y esperó el pase, una vez adentro habló.

- Padre buenos días, quisiera hablar con usted si me permite unos momentos.

- Buenos días Bianca, claro dime que necesitas.

- Quería saber si es posible tener un profesor que me enseñe como administrar un negocio.

- ¿Para que necesitas un profesor así?

- Verá padre, se que soy su única hija y quisiera tener conocimientos sobre manejo de negocios porque aparte de los ingresos que tiene el ducado por medio de su trabajo, yo quiero montar mi propio negocio, pero no tengo conocimientos sobre el tema y voy a necesitar asesorías, también sé que soy menor de edad aún y no podría comprar mi propio local sin el permiso de mis padres o de mi esposo, en caso de que estuviera casada pero como aun no lo estoy seria su aprobación y que quiero que cuando llegue a casarme tener un futuro labrado y no depender unicamente de mi esposo, también quisiera que me permita aprender el manejo de la espada, en caso de llegarla a necesitar algún día no quisiera tener que esperar que los guardias me lleguen a rescatar sino poder defenderme por mi misma.

- Hija mía, me alegra que tengas esa visión y planes para tu futuro, cuenta con el profesor que pediste para q te enseñe a llevar un negocio, así como con mi apoyo para que puedas obtener tu propio local para tu negocio, debemos averiguar uno que este en una buena posición y no sea muy dificil conseguirlo y sobre el tema de la espada, ¿estas segura que eso es lo que quieres?, pueda que sea mal visto ante la sociedad que una dama este entrenando con la espada, pueden surgir rumores maliciosos, la costumbre siempre ha sido que las Mujeres deben aprenden a ser la esposa perfecta.

- No se preocupe padre, estoy segura, el hombre que quiera ser mi esposo debe aceptarme tal cual soy y esto es lo que quiero.

- Esta bien hija, mañana mismo busco los mejores profesores para ti.

- Gracias padre, no lo defraudaré - hizo una reverencia ante su padre y salió sonriente rumbo al jardín a tomar algo de té mientras llegan los profesores de etiqueta y bordado.