La Odisea De Una Flor Perdida

Mientras me encontraba varado en una isla desconocida de aquel planeta desolado, el zoológico de Andrómeda fue visitado por un búho que pudo entrar hasta la habitación de uno de los especímenes del zoológico. El búho aterrizó frente a ella estando intrigado.

—¿Huh? ¿Cómo fue que entraste a este lugar? —preguntó en voz baja acostada en el pasto artificial—. O ya me estoy volviendo loca por estar sola por tanto tiempo —añadió con la mano en su frente—.

El búho confundido volteó a ver el alrededor en busca de algo o… más bien, en busca de alguien. Al no ver a nadie, el búho cerró sus ojos para buscar a su aprendiz, viendo todos los obstáculos por los que habíamos pasado todos estos años.

—¡¡Euríloco!!

Mi voz resonó tanto en su mente que dio un pequeño salto al darse cuenta de lo que había pasado.

—Stan… —susurró preocupada y transformada en búho—.

—¿Qué? Dijiste… espera… ¿Hablaste? ¿Eres producto de mi imaginación y mi duelo, verdad? —El pequeño búho volteó a ver a Flor, quien tenía rastros de lágrimas recientes en sus ojos—. ¿O eres real? ¿Tú eres real, verdad? No me estoy volviendo loca

Antes de que pudiera responder, el búho voló lejos de ella para salir de la habitación pero se detuvo a último momento, al ver un suéter de lana tejido a mano. Aterrizó frente a la máquina para tejer confundida.

—Es mi máquina de tejer, lo uso para hacer un regalo para mi difunto esposo —Flor se sentó a un lado del búho y comenzó a acariciar su pequeña cabecita—. Después de que me separaron de Stan, Rho Mar, el dueño del zoológico ha intentado juntarme con otros Titanes como yo, pero logré convencerlo de darme una condición: tejerle un último regalo a mi difunto Stan para despedirme de él, aunque te digo un secreto —el búho volteó a verla con curiosidad—. En la noche deshago lo que hago en el día, es una forma para ganar más tiempo para mí aunque… —se le hizo un nudo en la garganta al pensar en la posibilidad de que seguía con vida—. Sabes, muy dentro de mí aún espero que él vuelva conmigo —se limpió las lágrimas que salían sin control—. Se que es muy tonto de mi parte, esperar a alguien que posiblemente ya esta muerto pero no puedo dejar de querer que él vuelva… Solo quiero que vuelva —susurró mientras la última lágrima escurría de su mejilla—.

Con su última lágrima derramada, el búho reveló su verdadera forma, Athenea apareció frente a ella con su característica armadura y su lanza de oro.

—Ya no llores por tu esposo —puso su mano en el hombro de Flor—. Como su mentora, te puedo asegurar que él volverá a tus brazos

—¿Qué? ¡Espera! Él… ¡¿Él está con vida?! ¡¿Stan sigue con vida?! —preguntó con la voz llorosa mientras pequeñas lágrimas empezaban a decorar sus ojos—.

—Sí, Stan sigue con vida y estos años ha estado viajando por el universo con tal de volver a verte

—¿Y está bien? —se limpió los restos de sus lágrimas—. ¿Él se encuentra bien?

—Él está bien, pero ahora mismo… se encuentra prisionero por los dioses, lleva 3 años cautivo en esa isla

—¿Qué? ¿Y hay forma de rescatarlo? De sacarlo de esa isla

—Sí, la hay pero… —Athenea dio un largo suspiro—. Debo hablar con mi padre para que lo libere —Athenea le agarró las manos a Flor—. Prometo hacer todo lo que pueda para que ellos lo liberen

Flor volteó a ver el suéter de lana sin terminar que había estado tejiendo durante 5 años, y dio un último murmullo.

—Solo un poco más… Resiste un poco más, Stan

Durante los tres años que estuve cautivo en esa isla, intenté todo lo que pude para escapar, desde construir una barca con los troncos que pude cortar con mi espada.

—Oye ¿Y qué haces ahora?, ¿Estás construyendo la capilla de nuestra boda?

—No. Yo ya estoy casado, así que lo siento pero no estoy disponible.

—¡Jaja! Es solo una broma, no tienes porque enojarte pero piénsalo, estamos solos y encerrados aquí, además, ¡Qué más puedes querer! Soy todo lo que un humano quiere en una mujer

—No todos los humanos, Roxy

—Jaja entiendo, pero dime si te ayudo, me darás un besito, ¿verdad?

—No —respondí de forma cortante—

—Entonces puedes darme un beso ahora

—Oye, ¿Cuántas veces tengo que decirte que no? Y que tengo esposa

—Aww, yo solo escucho que me amas, y cada palabra me hace quererte mucho, dime, ¿tu sientes lo mismo?

—¿Crees que hace falta que te diga lo que siento por ti? —pregunté mientras volteaba a verla—.

—Aww, eso fue muy bonito, no, ¡No hace falta que me digas! Yo ya sé que me amas

—No te amo

—No lo niegues así, tu me amas, mi osito gruñón

Al terminar de construir mi barca, Roxy me ayudó a mover la barca hasta el mar y me ayudó a prepararme para partir de la isla.

—¡Adiós! —se despidió Roxy agitando su mano—

—Sólo espera un poco más, Flor…

Sin embargo, cuando creía que podría escapar del castigo de los dioses, el mar me recordó la furia que había causado entre los dioses, las olas del mar destruyeron mi barca y me regresaron a la isla.

—¡Bienvenido! Jaja —ambos volteamos a ver al mar viendo cómo las olas se calmaban—. Parece que Poseidón aún te odia por cegar a su hijo

—Mierda —me quejé en voz baja mientras me dejaba caer en el suelo—.

No solo intenté escapar de la isla con una barca, sino que también intenté de otras maneras. Incluso gracias a la desesperación y el fracaso en mis intentos, traté de usar a Roxy como rehén para tratar de negociar con los dioses.

—¡Zeus! ¡Tengo a tu amante en mis manos! ¡Si no me liberan juro que la voy a matar! —grité mientras sujetaba a Roxy y la amenazaba con mi espada—.

—¡Ah! ¡Me va a matar! Me muero de miedo, ay ay que miedo, es tan fuerte y ágil que deben liberarlo —gritó—.

—¡Juro que la voy a matar! ¡Por favor! ¡Deben liberarme!

—¡¡Zeus, mi amor!! ¡¡Debes liberarlo o me matará!! Aay me muero —dijo Roxy, dejando caer su cabeza en mis brazos mientras sacaba la lengua—. Puagh

Frustrado solté a Roxy con un suspiro, ella se dejó caer al suelo mientras sacaba la lengua y cerraba los ojos.

—¿Funcionó?

—No, levántate —respondí mientras la ayudaba a ponerse de pie—.

—Vamos, no te sientas triste, aún me tienes a mí, y aunque nunca puedas escapar de esta isla, estarás conmigo por siempre

—Mm… No, aún debe haber una forma de escapar, debe de haber una forma…