Cassandra ha sufrido mucho a manos de su madre, que la maltrata desde la infancia, hasta que ya no puede más y decide escapar, perdiendo su trabajo y quedando en la calle.
Cass, el apodo por el que prefiere ser llamada, recibe una oportunidad para trabajar como limpiadora en un gran hospital de la ciudad. Este hospital pertenece a dos médicos ricos y exitosos que también han pasado por muchas dificultades en la vida y deciden ayudarla hasta que pueda estabilizarse.
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Capítulo 20
Cassandra
Después del episodio del teléfono, el ambiente se suavizó un poco.
Desayunamos los tres, sentados a la mesa, con Theo sirviéndome tanta comida en tantas variedades diferentes que creo que engordaré diez kilos solo en este desayuno.
En el desayuno conocí a Luzia, una señora muy querida que vive en el edificio, en un apartamento algunos pisos abajo, pagado por ellos. Es ella quien cuida de los dos. Ella prepara el desayuno, el almuerzo, deja la cena hecha, y cuida y organiza a los empleados después de que ellos se van a trabajar. Ella es una querida, fue muy amable conmigo, aunque me sentí extraña cuando me topé con otra persona aquí, pero nada que no pudiera manejar, aún más cuando me trató tan bien.
Liam: ¿Listos?
Theo: Vamos.
Luzia: Adiós, chicos, adiós, Cass. Buen trabajo para ustedes tres.
Cass: Adiós, Doña Luzia, que esté bien. Y gracias por el desayuno, estaba todo delicioso.
Salimos los tres por la puerta y antes de entrar en el coche, Theo apretó un botón. Y lo que yo pensaba que no podía gritar más la palabra rico en mi cara, consiguió superarse. Porque ya no bastaba con el ascensor para coches, aún hay más.
Después de que Theo apretó el botón, el coche simplemente comenzó a girar y quedó de frente al ascensor. En serio, esto debe costar una fortuna.
Intenté fingir costumbre, pero fracasé, lógico, aquello era demasiado para mí.
Es cierto que nunca pasé necesidades en casa, excepto las necesidades forzadas por mi madre, pero eso porque yo trabajaba mucho, mucho mismo para garantizar que tendría comida en la mesa, pero jamás llegaría al nivel de bancar algo así.
Entramos los tres en el coche y esta vez quien fue conduciendo fue Liam y en un instante estábamos en el hospital. El camino fue rápido y silencioso, excepto por la música baja que Theo había puesto.
Bajé del coche ya en el estacionamiento.
Cass: Deséenme suerte en mi primer día.
Hablé animada, pero bien nerviosa.
Liam: Buena suerte, pequeña.
Liam dijo tirando de mí y dándome un beso rápido, lo que me pilló tan de sorpresa que no tuve reacción.
Theo: Liam.
Liam: Fue más fuerte que yo, disculpa.
Aún estaba sin reacción aparente, sobre el gesto de Liam, pero fingí no haber sido nada y no toqué el asunto, solo seguimos los tres para el ascensor como si aquello no hubiera sucedido.
Bajé en el primer piso para hablar con Magdalena, mientras los dos siguieron para sus consultorios.
Mientras esperaba a Magdalena que estaba ocupada yo me puse a pensar en la puta de un beso rápido. Ni fue un beso de verdad, pero ya fue capaz de desestabilizarme. ¿Qué mierda estoy haciendo de mi vida?
Tengo miedo de ilusionarme con dos tipos para al final caer del pedestal de cara al suelo. Al final, quién no tendría miedo, acabo de conocerlos, ya pasé por tanta cosa en esta vida, no hay cómo juzgarme por intentar mantener los pies firmes en el suelo.
Aunque sepa que el beso rápido de Liam fue un acto impulsivo ya que él era así, el rebelde sin causa, pero aún así, consiguió desestabilizarme y quitarme mi foco. Aún más cuando no me sacaba de la cabeza las frases "mi mujer" y "mi esposa". No es como si yo creyera en eso, pero oír esas palabras me removió.
Mierda, estoy muy jodida si me quedo más tiempo pegada a estos dos. Porque Theo no se queda tan atrás tampoco, ya que de vez en cuando me mira de una forma que parece que sería capaz de devorarme si tuviera la chance. La mirada de él es intensa, y parece desbordar deseo. Es una mirada que nunca había recibido antes, pero me gustaría tener esa mirada sobre mí todos los días.
Mierda, Cassandra, se controla mujer.
Magdalena apareció, sacándome de mis ensoñaciones y entregándome mi uniforme y zapatos, y junto una lista con los horarios de las consultas de cada consultorio.
Ella subió junto a mí y me mostró dónde estaban mis productos de limpieza y me entregó una lista con las separaciones de basura.
Magdalena: Cualquier duda me llamas.
Cass: Gracias.
Cogí mi carrito, arreglé en él todo lo que iba a necesitar, y comencé mis limpiezas.
Consultorio por consultorio fui limpiando, y siempre que uno se vaciaba yo ya entraba limpiando y junto a ellos yo lavaba cada baño de la forma más rápida que podía, pero siempre garantizando que estaba todo realmente bien limpio. Magdalena me explicó que no necesita lavar el baño todos los días ya que son muchos, entonces basta lavar cada 2 días y en los otros días mantener bien limpio, pasando un paño y dejando organizado, así consigo alternar en la fecha de lavado de cada baño y tendré tiempo para todo.
Y así seguí el día, estaba tan enfocada que olvidé hasta la hora, hasta que por vuelta de las trece horas estaba pasando en frente al consultorio de Theo, cuando su secretaria me llamó.
Moça: Eh, ¿usted es Cassandra?
Cass: Yo misma.
Moça: Placer Cassandra, me llamo Janice, soy secretaria del Dr. Theodoro. Doña Luzia pidió entregar esto a usted.
No sabía que el nombre de Theo era Theodoro, pensaba que era apenas Theo mismo.
Cass: Gracias.
Dije por fin, aún sin entender, pero cogiendo la bolsa que ella me entregaba.
Así que me alejé de ella, abrí y me topé con una fiambrera, muy bien hecha, allí habían legumbres, patata, carne asada, macarrones, arroz, frijoles, una fiambrera digna de millones. Y el olor entonces, ni se diga. Llegó a darme agua en la boca solo de sentir aquel aroma.
Devolví la fiambrera en la bolsa térmica y guardé mi carrito, fui al baño, lavé las manos, en seguida andé rumbo al ascensor y bajé para el comedor de los funcionarios en el primer piso.
Llegando allá, ya estaba bien vacío, al final, la mayoría debe almorzar más temprano.
Cuando iba a comenzar a comer recibí un mensaje en el celular.
Imaginé ser Elisabeth, pero no quise ignorar. Porque después de las palabras de Liam para ella, quedé curiosa con lo que la bruja diría.
Abrí el mensaje pero no era de ella y sí de un número que yo no tenía salvado.
📱Desconocido: Espero que la fiambrera de Luzia esté buena, pedí para que te entregasen antes de que la comida se enfriase.
📱Cass: Liam o Theo?
📱Desconocido: No me reconoció por mi forma dulce de hablar y toda mi preocupación?
📱Cass: Theo, o debería decir Theodoro?
📱Theo: Nuestra hace años nadie me llama así. No directamente por lo menos.
📱Cass: Me gustó, pero aún prefiero el apodo. Más fácil de pronunciar.
La respuesta demoró un poco.
📱Theo: Disculpa, me perdí en pensamientos sobre esa frase. Pero prefiero no entrar en detalles.
- Voy a dejar que comas y después subas hasta la sala de reuniones quiero conversar contigo.
No respondí, ya que la frase "me perdí en pensamientos sobre esa frase, pero prefiero no entrar en detalles" me desestabilizó un poco. ¿Qué él quiso decir con eso?
Mierda Cassandra, tú sabes que no puedes ilusionarte con estos dos, se contenga mujer.
Terminé de comer la fiambrera deliciosa de Luzia y subí para el último piso. Aproveché para ir hasta el vestuario guardar la bolsa que Luzia me envió y cepillar los dientes para solo en seguida ir rumbo al escritorio.
Golpeé en la puerta y luego oí un "entra", firme e imponente. Liam, pensé.
Cass: ¿Me llamaron?
Hablé colocando la cabeza para dentro de la sala.
Theo: Entra Cass.
Cass: ¿Aconteció alguna cosa gente?
Liam: Nada de más.
Theo: Solo queríamos conversar, saber cómo está siendo tu primer día.
Quedé confusa, y acredito que esa confusión se estampó en mi rostro porque los dos me encararon.
Liam: ¿Algún problema?
Cass: Nada, creo que solo no estoy acostumbrada a tanta preocupación conmigo.
Theo: Pues debería acostumbrarse.
- Estás muy acostumbrada a recibir lo peor de las personas, pero porque si lo que has ofrecido fue siempre tu mejor. No es justo que nadie se preocupe y retribuya tu bondad.
Cass: No me veo como siendo tan buena así.
Liam: ¿No?
Hice que no con la cabeza.
Liam: Aguantaste todo lo que te hicieron, y alguna vez revidaste? ¿Alguna vez retribuiste en la misma moneda?
- Eres muy buena sí Cassandra, mismo solo recibiendo lo peor tú jamás actuaste de la misma forma.
Cass: Es se pensar por ese lado.
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