Introducción
Viridiana una joven mexicana que ama la música, había ganado la oportunidad de hacer una maestría en Roma en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. A sus 22 años ya tenía cien canciones escritas, y no solo la letra ella quería convertirse en una compositora mundialmente famosa. Sabía que pronto pasaría el tiempo, después volvería a su país para comenzar su sueño. Pero su estadía en Roma le cambiaría la vida para siempre, así entendería la razón de cada canción compuesta y escrita por ella.
Levent Akyürek un CEO de Estambul, estaba haciendo negocios importantes en Roma para fortalecer su imperio en compañía de su padre, a sus 24 años tenía todo, una familia unida, una fortuna en constante crecimiento. La más bella prometida de toda Turquía, pero el destino lo pondría a prueba.
“La vida sería mejor explicada a través de las más bellas canciones.” Viridiana
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Protector
Capítulo 20
Al día siguiente Parolin le entregó la información sobre Carlo Beccu a Levent, también dónde encontrarlo. Ajustaría cuentas con el hombre que había lastimado a su amada Viridiana. Esta vez Parolin lo acompañó hasta el departamento de Carlo.
—Van a tirarme la puerta, ya voy.—respondió Carlo, al abrir la puerta no esperaba ver dos extraños frente a él.—Esas no son maneras de llamar a la puerta, ¿que quieren?—
—Lo sé pero no escuchaste el timbre.—respondió Levent
—¿Quién eres tú?—
—Soy Levent Akyürek el novio de Viridiana Escalante y vine a ajustar cuentas contigo.—Carlo comenzó a reír con sarcasmo.
—Hay personas que no toleran la verdad, y Viridiana es una de ellas. Tu novia no está a mi altura, solo se lo hice ver.—Levent lo sujetó de la camisa y sin decir nada lo golpeó
—No eres nadie para juzgarlo, eres un cretino y arrogante. La próxima vez que te metas con mi novia te destrozaré las manos, y ahí se terminará tu talento y tu orgullo.—
—Tal parece tu novia no puede defenderse sola.—
—Ella puede, sin embargo para eso estoy yo aquí para defenderla de quien sea.—
—Tu novia no me agrada porque se la pasa coqueteándole a mi padre, ¿acaso no lo sabías?—
—Cállate infeliz, no voy a permitir que denigres a Viridiana, sobre todo que le faltes al respeto a tu padre. Eres un miserable.—
—Contrólese señor.—intervenía Parolin
—Lárguense antes de que llame a la policía.—
—Nos vamos, recuerda lo que te advertí. Soy capaz de destruir tu carrera, tengo el dinero y el poder para hacerlo.—Levent acomodó su saco y se marcharon.
Carlo estaba furioso, fue al espejo a limpiar su labio ensangrentado. Obviamente no dejaría en paz a Viridiana, aprovechando lo ocurrido con Levent la evidenciaría enfrente de su padre y lograría que se alejara.
Más tarde Viridiana estaba ensayando en el auditorio, el violín armonizaba todo el lugar. Carlo estaba fascinado con la melodía, quería saber quién era aquel estudiante con ese gran talento. Fue muy desagradable para él ver que se trataba de Viridiana, aún así se esperó a que terminara, si era muy talentosa.
—Era verdad que tienes talento.—dijo Carlo mientras le aplaudía
—No tengo nada que hablar contigo.—Viridiana no lo soportaba, guardo su violín para marcharse.
—No he terminado de hablar contigo.—la sujetó del brazo
—Suéltame infeliz.—
—No necesito que mandes a tu novio a ponerme un ultimátum, vez mi rostro. Fue causado por Levent, pensé que los roses entre nosotros se quedaban aquí dentro de la academia.—
—Ni si quiera sé cuál es tu problema, ya dejé la colaboración. No voy a irme de Roma hasta que termine.—
—Yo te diré cuál es el problema, estás ocupando el lugar que era de mi hermana, de otra manera no te hubieran aceptado en esta academia. Pensé que mi padre tenía un interés romántico, pero solo está sustituyendo a su hija contigo. Reitero vuelve a tu país, no tendrás nunca éxito por ser una lamentable oportunista, odio a las de tu clase.—
—Tienes bien merecido que Levent te golpeara, no estoy para darte gusto. No me iré hasta que haya terminado de aprender todo de tu padre, tú no me conoces y no soy una oportunista. Siempre me he esforzado por lo que quiero, ahora suéltame.—
—Si te soltaré, dile a tu amado novio que no vuelva a poner un pie en mi casa. Te quiero lejos de mi padre, nunca serás como él. Eres una simple mujer, te casaras y dejarás esta carrera que es tan demandante para dedicarte a tu familia, solo estás haciendo perder el tiempo al gran compositor Franco Beccu.—
—Estás celoso de que tu padre me enseñe, ya madura. Es como si yo me enojara porque mi padre enseña a alguien más a ser un excelente productor y director, eres un egoísta y envidioso.—
—Seré todo lo que quieras, tú no eres su hija. Ni si quiera eres digna de lo que él te ha enseñado.—
—No me voy a ir, hasta que termine lo que vine hacer. Así que no te metas en mi camino.—
Carlo buscaría la manera de ponerle piedras en su camino, hasta lograr que se aleje de su padre. No toleraba la idea de que su padre la llamara o considerara una hija.
—No puedo creer todo lo que acabo de escuchar.—Carlo no sabía que su padre estaba en la puerta y escuchó todo lo que le había dicho a Viridiana
—Es verdad todo lo que dije.—
—Acaso eres un niño que está celoso de su padre, no es como si fuera a adoptar a Viridiana. Ella tiene a sus padres.—
—No habías aceptado enseñar a nadie antes, siempre afirmaste que solo enseñarías a tu hija, ¿por qué la elegiste?—
—Por su gran talento, porque tiene la capacidad y porque si. Ella va a ser mi heredera, es la indicada para aprender lo que sé y lo que me hizo famoso. Se que llevará mi legado muy lejos.—
—No puedo creer que desistas de darle todo eso a tu única hija, ella va a volver estoy seguro.—
—Dudo que regrese, fue muy clara cuando se fue para vivir con ese hombre. Así que resígnate, y deja a Viridiana en paz.—
—Bien, entonces terminaré mi grabación y me iré a Berlín. Regálale todo tu trabajo de años a esa improvisada.—
—Lárgate Carlo, no quiero verte. No hablaré contigo hasta que realmente vea arrepentimiento en ti.—
Franco estaba decidido en convertir a Viridiana en la mejor y heredera de su legado musical, ella se lo merecía. Sabía que esa era la llave que le abriría las puertas a muchas oportunidades.
Después de la academia Viridiana fue a buscar a Levent a la televisora, harían una videollamada a México para que su madre le ayudara a su novio con la novela Mariposas de Bronce.
—Hola mi súper héroe.—lo saludaba Viri rodeándolo con sus brazos.
—¿Fue a molestarte de nuevo?—
—Si, pero ya sé porque quiere que me vaya. Cree que el maestro Beccu quiere reemplazar a su hija conmigo, ni siquiera sabía que el maestro tuviera una hija.—
—Eso es tan infantil, nadie puede lastimarte u ofenderte. No lo permitas.—
—No lo haré mi vida, bien vamos debemos video llamar a mamá. Gracias por protegerme.—
Hicieron la videollamada, su mamá estaba emocionada por conocer al novio oficial de su hija, Levent conocía por fin a la mujer que le había dado la vida a su amada Viridiana. Se daba cuenta que su novia tenía una hermosa familia, y además eran personas agradables.