EL chico problema se declara a la chica más popular frente a toda la escuela, pero ella no es lo que aparenta.
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VOL3-CAPITULO 4: Mi nombre es Calíope
CAPITULO 4: Mi nombre es Calíope
-Todo lo que te he contado es cuanto supe de mi hermana en el momento en que cambiamos de cuerpo-dijo Calíope golpeando la rama donde se había sentado-ella nos traicionó a todos, y era completamente indigna de mi amor. Aún así no pensé que haría todo lo que hizo después, no pensé que mataría a nuestros padres y a todos los demás. Sin duda fue a matarme a mi pero solo encontró el calabozo vacío. Mi hermana no anticipó que Hermelinda me había seguido al encuentro con ella, Hermelinda siempre tuvo celos de ella, luego al verme salir solo (a mi cuerpo quiero decir), sospechó que algo pasaba y se le acercó. Hermelinda le preguntó porque había salido solo y ella le puso cualquier excusa. Hermelinda lo supo de inmediato, supo que no era yo con quien hablaba. Así que más tarde se alejó de los Endir y bajó al Calabozo, deshizo el hechizo de la reja y me encontró allí. No tuve que decirle nada ella comprendió lo que había pasado. Aunque Hermelinda me aconsejó desenmascarar a mi hermana ante los Endir, le dije que no serviría yo mismo los había formado para seguir al más fuerte y ahora yo solo era una chica sin casi nada de magia ni fuerza. Entonces partimos escondidos a Svartálfaheim para buscar algún enano que me diera alguna solución, una forma de regresar a mi cuerpo. A todos los que les mostré el anillo que mi hermana me había puesto nos dijeron que tal magia no se podía revertir, que la única solución era encontrar la otra mitad del anillo. A Olfrik no lo encontré por ningún lado. Poco después me llego la noticia de la caída de la casa Fog. La muerte de los míos. Entonces lo decidí, decidí que mi propósito no sería regresar a mi cuerpo sino vengarme de mi hermana. A esta altura ya sabes que mi hermana es un ser ruin, pero debes saber que también es una estúpida. Todo cuanto hizo es prueba de lo irracional que es. Este cuerpo que ella tenía tiene un potencial enorme, quizás no en las mismas artes de las que podía lograr en mi antiguo cuerpo, pero si en otras que ese otro cuerpo nunca será capaz. Entrene y entrené, y luego regresamos a Vanaheim. Mi hermana se había marchado hacia mucho, algún lugar donde la diosa de la luna la envió. Llegamos a las ruinas del castillo donde una vez había vivido, por último, fui al templo y una noche de luna llena invoqué a la diosa.
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- ¿Cuantas veces crees que puedes invocarme? -dijo la diosa Hécate mirando a Kallióp. -Antes lo hiciste con tu propio cuerpo\, ahora en ese cuerpo ajeno. Solo vine por curiosidad\, ¿qué quieres de mí?
-Quiero una runa de Odín, quiero entrar al juego de los dioses y alcanzar al Fjor impostor y destruir todos sus planes.
- ¿Sí? ¿Y eso a mí qué me importa?
-Me lo debes, todo esto es culpa de Nueva Asgard y su juego.
-Aún me hablas de forma insolente, incluso en ese cuerpo que no es tan poderoso como el otro, pero debo reconocerlo, ¡me excita! Tanta seguridad, tanta determinación me hacen querer darte una oportunidad.
- ¿Una prueba?
-Si claro, ¿crees que una Runa de Odín la encuentras en cualquier parte? No deben darse porque sí, aunque hay uno que otro dios que lo hace. Bien, pensaré una prueba apta para ti… ¡Ya sé! ¡Irás a Midgard y harás que un humano te entregué su vida! ¡Sacrificaras a un humano enamorado de ti!
-No cambias, ¿crees que el amor es sacrificio? - Kallióp la miró con despreció.
- ¡Esa mirada! ¡Con esa mirada y ese cuerpo tan hermoso conquistaras a quien quieras! ¡Vamos! ya sé que no quieres sacrificar a nadie por tus asuntos\, pero en este caso no será un asesinato\, el humano debe entregar su vida voluntariamente\, y no será una muerte real\, lo harás en nombre de las raíces y las ramas de Yggdrasil\, pregúntale a tu maga.
Kallióp miró a Hermelinda.
-Me sé el ritual, será una muerte breve, pero regresará
- ¿Por qué tus pruebas siempre tienen que ver con muerte? -le preguntó Calíope a la diosa.
-No, no es así, no me entiendes nunca, es todo sobre amor, es el amor del humano el que quiero reconocer está vez, si su amor me conmueve entonces daré una runa de Odín. ¿No es justa mi prueba? Cúmplelo y no solo te daré la runa, sino que te abriré la puerta de la luna para que salgas de Midgard.
- ¿Puedes abrirnos una puerta para llegar allí? -preguntó la maga Hermelinda.
-Tu también eres insolente, pero a ti no te perdono maga, así que no les ayudaré en eso, abrir una puerta a Midgard será su problema. En cambio, porque me gustas guerrero Vanir, te diré dos cosas. La primera es que Midgard no es como ninguno de los mundos que conoces, la historia humana ha ido por un rumbo muy diferente sin magia, y la otra es… bueno, pienso decirle a Fjor que estas buscando entrar en el juego de los dioses.
- ¿Por qué harías eso? -Preguntó Hermelinda alzando la voz.
-Porque Fjor es un participante legitimo del Til Asgard, debo ser sincera con él-la diosa sonrió al decir eso.
-Muy bien, está bien que sepa cuál es mi propósito. – Kallióp asintió. - dale un mensaje de mi parte. “Me vengaré de ti”
-Como quieras, entonces ya conoces cuál es tu prueba. Espero que lo logres.
La diosa voló hacia Kallióp y le besó en la boca. Hermelinda lanzó un grito de indignación. Hécate la ignoró y dijo:
- ¡Muéstrame! ¡Muéstrame ese amor!
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-Abrir una puerta a Midgard desde Vanaheim no fue tarea fácil-dijo Calíope. Era ya de madrugada y pronto amanecería en Alfheim- Pero Hermelinda es dueña de un talento mágico incomparable y buscamos a magos expertos en portales. Tuve que usar el nombre de Fog, y declarar mi intención de buscar venganza por mi casa para recibir ayuda, al menos para que no se me cobrarán tanto por los favores. En Vanaheim habían caído durante el Ragnarok varios pedazos del puente Bifröst, el puente que habían creado los dioses antiguos y un material mágico que nos ayudaría abrir la puerta a Midgard, tuvimos que ir a lugares oscuros y peligrosos de Vanaheim, lugares que antes eran hermosos y fructíferos pero que la guerra de los dioses y gigantes había destruido. Logramos encontrar un pequeño fragmento del Bifröst, fue bastante difícil a pesar de que lo diga como si nada. Al llegar a Midgard tuvimos que aprender su modo de vida. No podíamos revelar magia alguna. Es un mundo realmente raro Midgard, con tantas culturas diferentes e idiomas diferentes, pero al mismo tiempo es increíble lo que los humanos han logrado sin magia, o, mejor dicho, con la magia del conocimiento. Por la edad que aparentábamos según sus estándares Hermelinda propuso entrar a una escuela. También porque los jóvenes eran más propensos al amor. Me inscribí con el nombre de Calíope en la escuela, que es la forma como se escribía en tu idioma. Y bueno el resto de la historia ya la sabes, aparecí en tu vida Devan. Todo ha ocurrido por voluntad de los dioses, nos guste o no.
Calíope hizo silencio al fin, después del largo relato. Devan nunca había prestado tanta atención antes en su vida. No supo que decir.
-No sé que decir, Calíope, ¿o debo llamarte Fjor?
Calíope sonrió amargamente.
-Mi nombre es Calíope. No quieras hacerte un lío con los nombres. Esta es mi realidad y está bien, sigo adelante en mi propósito.
Devan asintió y guardó silencio. Al cabo de un rato Calíope habló de nuevo.
-Puedes decirme lo que quieras, incluso insultarme, sé que te utilicé sin importarme mucho tus sentimientos. Sino hubieses sido tú hubiese sido otro.
-No lo creo-dijo Devan y su cara se veía plena, estaba tranquilo, lo que le extrañó a Calíope-No lo creo porque has hecho un viaje largo y difícil, hasta mi. Viajaste de otro mundo hasta mi. No fue otro sino yo quien murió por ti.
-Eres un romántico-dijo Calíope-ya sabes que fui un chico ¿No te importa eso?
Devan medito un instante.
-De forma práctica si te digo lo que siento ahora mismo: no me importa en absoluto. Pero si debo hablar más del asunto. Creo que entiendo a los Endir, entiendo a tu familia y al clan Fog, todos ellos te admiraban y te amaban a su manera, seguramente yo lo hubiese hecho de haberte conocido entonces cuando eras Fjor. Quizás no te hubiese amado igual (porque me gustan las chicas) pero te habría admirado como a un superhéroe o algo así. Y ahora, pues tu eres Calíope.
-No sé si eres muy maduro o, todo lo contrario. -Calíope se puso de pie-bien esa es mi historia, y el día pronto llegará. Debemos buscarte una espada muerta más digna. A diferencia de Alfheim, yo conozco la tierra de los enanos así que no estaremos tan perdidos.
Devan se puso de pie también.
-Y Devan-dijo Calíope acercándose y colocando su mano bruscamente en su hombro derecho-Gracias.
Sus ojos se encontraron. La mirada de Devan era tierna, ella sabía lo que él quería en ese momento. Pero el beso que le dio fue en la mejilla. Era un buen chico y tenia mucho que aprender de la vida. Más aún si iba a convertirse en un dios. Calíope no quería darle falsas esperanzas, ella no tenía interés en el romance solo en la venganza. El hidromiel le había acalorado y por eso lo había besado delante de todos en el palacio de IL Castlin, pero eso no debía repetirse. Era mejor que Devan encontrará a alguien más a quien querer. Elein, por ejemplo.
La verdad era que Calíope no quería que esa preciosa capacidad de amar de Devan la desperdiciara en alguien como ella, alguien que solo vivía para la batalla. Cuando era Fjor nunca amó a nadie más que a su hermana, se había acostado con varias chicas, pero a ninguna había amado solo fue placer. Ni siquiera quería de esa forma a Hermelinda que tanto había hecho por él. No, solo quiso de una forma especial a su hermana gemela, pero esta resultó ser una bruja mezquina y cruel. De algún modo su hermana lo quiso, él lo sabía porque heredó sus recuerdos en el momento que cambiaron de cuerpos, pero ella lo veía como una debilidad, y debilidad fue, porque en vez de matarlo lo encerró en el calabozo, pospuso el momento, dándole la oportunidad de escapar.
-Yo te amo-dijo Devan.
-Si es placer lo que quieres, te lo puedo dar. Después de todo te lo has ganado.
Devan no dijo nada. Claro el quería placer y también algo más.
-Ya pasará lo que tenga que pasar. Un guerrero…-pero Calíope fue interrumpida.
- ¡Un guerrero acepta la realidad como esta venga de esa forma tomará las decisiones en consecuencia\, sin engañarse a sí mismo\, y estará mejor capacitado para la batalla! -Devan recitó la enseñanza que Calíope ya le había dado anteriormente.
Ella sonrió.