Milena es una hermosa joven, buena hija, que sueña con un futuro prometedor en Italia. Las cosas no fueron fáciles al inicio pero salió adelante de la mano de un encantador piloto que la supo enamorar. Luego de cinco años de feliz matrimonio y dos hijos, un día ella descubre que su amado esposo le ha sido infiel desde el noviazgo. Luego de los primeros caóticos días, después de enterarse de las infidelidades, ella planea con mucha frialdad la manera de salir fortalecida de su divorcio. Ella le enseñará a Gabriele su esposo, la importancia de la fidelidad en un matrimonio. Le hará pagar el engaño que sufrió y lo hará vivir en la tristeza, el arrepentimiento y la soledad. No le quedarán más ganas a Gabriele de volver a burlarse de una mujer. Cuando quiera volver a recuperar a su esposa, ya ella no estará ahí más para él. Ella ahora le pertenece a otro que sí la hizo única y especial. ¿Podrá Gabriele recuperar su mujer algún día? ¿Fue domado el infiel? ¿Lo amará aún Milena?
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CAPÍTULO VEINTE. LOS HIJOS
¡Qué sentimiento tan maternal se alojó en mi corazón cuando me trajeron a mi bebé! A pesar de mis dolores extendí mis brazos para que me lo entregaran. Lo llevé a mi pecho y besé con tanta ternura su carita.
La enfermera me sugirió empezar a alimentarlo de inmediato antes de que otros lo cargaran. Me dijo: “coloca tu seno en tu mano y acaricia el labio inferior de tu bebé con tu pezón”.
—“Cuando abra la boca, acerca la boca de tu bebé a tu seno apuntando tu pezón al paladar de su boca.
Algunos bebés se agarran y comienzan a alimentarse fácilmente, pero hay otros que les cuesta más trabajo”. Esperemos que Massimo sea de los que aprovechan la leche de su mamá.
En efecto, así lo hice y él empezó a succionar de inmediato. Moría de orgullo y alegría. Mi bebé iba aprovecharse de todos los beneficios de la lactancia materna.
Gabriel continuamente se limpiaba las lágrimas, igual mi madre, Andrés y Omaira. Todos estábamos enamorados de esta hermosa criaturita que había llegado al mundo para alegrar aún más nuestras vidas.
Luego de alimentarlo, todos se peleaban por sacarle los gases. Ganó mamá, ella era la experta entre los presentes. Gabriele al principio tenía temor de cargar al bebé pero luego de un rato lo hizo. Creo que no he visto padre más orgulloso de su bebé.
Llamó con tanto orgullo a sus padres, familiares, compañeros de trabajo y demás amigos, y les informó del nacimiento de su hijo. Ese mismo día la habitación de la clínica se llenó de tantos arreglos florales, tarjetas y regalos. Solo les permitió a sus padres que cargaran al bebé, los demás debían verlo en su cunita o a mi lado.
Con el pasar de los días, ya en casa, sufrí mucho pues Massimo me rompió los dos pezones. Era algo sumamente doloroso, incluso sangraba.
La doctora me dijo que para el bebé no había ningún problema ya que él sacaría leche igual.
Yo debía mantener la zona limpia y ponerme una crema. Ya pasaría, de momento esto era aterrorizante cada vez que lo debía alimentar, esto me causaba mucha angustia, pero resistí, aprendí y sobreviví.
En todo este proceso, Gabriele siempre estuvo a mi lado. En todo me ayudaba, mamá le enseñó a cambiar pañales, a bañar al bebé y a vestirlo. Cuando él hacía esas cosas cantaba y arrullaba a Massimo como su tesoro más valioso. Era feliz tomándole tantas fotos.
De momento Massimo dormía en medio de nosotros dos. Cuando lloraba, era Gabriele quien se levantaba a calmarlo, le cambiaba el pañal y luego me despertaba para que yo lo amamantara.
Estaba muy impresionado con mis senos pues estos parecían dos enormes patillas a punto de explotar. Me preguntaba ¿se van a quedar así?
—Jajajaja jajajajajajaja no amor. En la medida que Massimo crezca succionara más fuerte, entonces poco a poco volverán a su tamaño normal.
—Oh qué lástima, me gustaría que se quedaran así, te ves tan sexy y provocativa con esos melones tan grandes que me provoca caerte encima y devorarte. Pero obvio que debo esperar, estamos en periodo de abstinencia.
—Lo que tu no sabes esposo mio, es que esto no tiene nada de sexy. La incomodidad que provoca este tamaño de mis senos es frustrante. Siento mucho dolor y no puedo acomodarme tranquilamente de ninguna manera. Ni siquiera soporto que algo me roce.
—¿ Ni siquiera soportas unos inocentes y apasionados besos de tu amado ESPOSO que tanto te desea y un suave y dulce masaje en ellos querida esposa?
—NOOOOOO….
Así fueron pasando los meses y nuestro bebé creciendo. Ahora ya se podía sentar y balbuceaba una que otra palabra sobretodo pa, pa, pa. En cuanto Gabriele llegaba Massimo se enloquecía de amor. Solo quería estar en los brazos de su papá. Si veía a su padre marcharse lloraba.
Empezó entre ellos dos un fuerte lazo afectjvo. Solo Gabriele lo dormía fácilmente, él se lo ponía en el pecho, o lo mecía con sus brazos y era suficiente, en cambio conmigo todo era más difícil. Gabriele lo consentía demasiado.
Al cumplir un año mi bebé nos fuimos en nuestro motorhome a un largo paseo al norte de Italia. Fueron unas vacaciones hermosas, en esta ocasión llevamos a mi madre. Las cosas ahora eran un poco diferentes, yo iba del brazo de mi madre y Gabriele con Massimo.
Nuestras noches ya no eran tan lujuriosas porque dormíamos con el bebé en medio de nosotros y esto nos dificultaba un poco la cercanía. Además Massimo solo quería dormir abrazado al pecho de su padre. Y si lo intentaba quitar de allí comenzaba a llorar.
El tiempo continuaba su curso y ahora ya Massimo tenía dos años. Esta vez viajamos a Grecia. Anhelaba tanto conocer este hermoso país que fue cuna de grandes pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles. Fue el primer lugar donde se disputaron los Juegos Olímpicos.
Además, Grecia tiene la costa más larga de Europa y es el país más meridional de Europa. El país es bien conocido por los miles de islas que salpica el azul mar Egeo al este, el mar Mediterráneo al sur y el mar Jónico al oeste.
El Partenón de Atenas es el símbolo imperecedero de la cultura griega. Pero sin duda el lugar más hermoso de Grecia es la isla Santorini. También Atenas, su capital es una de las ciudades más bonitas.
Hicimos este hermoso recorrido con nuestro bebé en brazos, disfrutando de nuestro amor. Sin duda éramos una familia feliz. Gabriele me complacía en todo, siempre quería verme alegre, me compraba todo lo que yo quería y me tomaba muchas fotos.Yo también le tomaba tantas fotos a él. Cuando las personas admiraban nuestro hijo, él era el padre más orgulloso del planeta.
En nuestro recorrido por la histórica y antigua Esparta, me tuve que aferrar fuertemente del brazo de Gabriele pues me sentí mareada y con náuseas. Y así estuve todo el día. —Gabriele amor mío, no te emociones mucho, pero creo que nuevamente estoy embarazada. Son los mismos síntomas que tuve cuando comenzó mi embarazo de Massimo.
El estallido de alegría de Gabriele no se hizo esperar. Sus besos me mareaban aún más. Fuimos a la farmacia. Me hice la prueba y salió POSITIVO. Siiiiiiiiii ¡tendremos otro hijo!
Gabriele besaba con tanta ternura a Massimo y trataba de explicarle que tendría un hermanito. Ya no iba a estar solo.
Con esta buena nueva regresamos a Milán. Se crecía la familia.
—¡ Ay Omairita! Ahora veo tan lejanos aquellos días. Éramos tan, pero tan felices. El amor nos brotaba por los poros. Gabriele se veía tan sincero, tan auténtico en sus sentimientos hacia nosotros que éramos su familia.
Ninguna nube gris se vislumbraba sobre nosotros. Ninguna tormenta nos acechaba. Vivíamos en una continua luna de miel, era como si viviéramos en un paraíso estábamos desconectados de la dura realidad que aflige a los seres humanos. Nunca en aquellos días, en mi peor o más espantosa pesadilla podía presagiar una infidelidad de parte de Gabriele.
—Milena, tienes que entender que no todo en esta vida es color de rosa. Así como vienen los momentos felices, también vienen los momentos duros. Esa es la triste realidad.
—En estos momentos que te invade la tristeza y piensas que no puedes más, recuerda que no todo está perdido. Tienes a tus seres queridos, a tus hijos. Nosotros estaremos siempre contigo dispuestos a consolarte y a decirte las palabras adecuadas para darte ánimo.
—Milena, me vienen ahorita, por ejemplo, a la mente tantas frases que en algún momento alguien me las dijo para darme coraje. “La vida es un 10% lo que te sucede y un 90% de cómo reaccionas”.
—“Hoy es el primer día del resto de tu vida”
—“Sé la heroína de tu vida, no la víctima “
—y por ultimo, recuerdo algo que dijo Isabel Allende “Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente y optimismo desafiante para encarar el futuro”
—!Omairita! Eres una filósofa maravillosa Jajajajajajaja jajajajajajaja
—Me encanta cuando ríes MILENA, no dejes de hacerlo amiga.Te ves hermosa. Vamos a cenar. Tu mamá y tus hijos nos están llamando.