El Aliento De Los Suspiros

...Killian II Valyrian...

Caminaba de un lado a otro desesperado.

Había corrido la voz sobre la recuperación de aquella quien era su hermana, pero era como si ella hubiera desaparecido de la faz de la tierra.

No había nada, no lograba obtener noticias de dicha mujer que empezaba a darle factura por haberla dejado ir sin siquiera haberlo consultado con su padre, la decisión fue tomada con gran apresuro al verse débil su reclamo a la corona como el príncipe, por eso su padre decidió contratar un mutuo acuerdo con el reino vecino para así tener más poder.

Mientras daba vuelta tras vuelta, llegó a la conclusión de que aquello fue una rotunda equivocación.

La extrañaba, deseaba tenerla, verla, poseer la como incontables de noches hizo, deseaba conocer que fue lo que había ocurrido para que el inepto del príncipe de Hermea estuviera tan obsesionado con su búsqueda.

Pero lejos de ahí, lejos de la nube gris que llevaban encima, Evangeline III Valyrian vivía como nunca antes.

Había comenzado a reparar esas grietas que se habían hecho cuando creyó que el final de su camino sería dictado por sus verdugos, pero al tener la fabulosa oportunidad de volver a empezar desde cero, lo aprovecharía al máximo, pues una oportunidad como esta no se puede desperdiciar.

En medio de aquel campo en la noche oscura, dos almas volvían a encontrarse.

Se detuvo en el momento en que capto una figura por el rabillo del ojo y solo entonces se detuvo abrupta al reconocer dicha figura imponente de su alteza el rey, con su capa ondeando por el aire, con su cabello alborotado fue que su sonrisa fue desapareciendo. La confianza era un vínculo importante y Rafael, podía ver que ella no confiaba en él, y era comprensible, pues eran unos completos extraños.

Fue acercándose a ella quien hizo una reverencia y permaneció con la mirada baja sin perder desista aquellos pies.

—Volvernos a encontrarnos

Sin respuesta, estaba totalmente rígida en su posición, el solo escuchar el sonido de esa voz profunda la hizo sentir un mal sabor de boca, puesto que había sido ella quien le dijo que jamás la volvería a ver, pero el destino no estaba a su favor.

Rafael, podía apreciar el extraño comportamiento que la princesa estaba teniendo, su pecho comenzaba a moverse rápidamente por la respiración podía ver como sus labios se abrían.

—¿Se encuentra usted bien?...

No hubo oportunidad, cadáver que veía a un hombre o alguien desconocido tendía a actuar extrañamente a huir tan rápido como le era posible, pues su confianza había sido pisoteada ya por muchos.

—Evan...

Al escuchar su nombre una sensación en su pecho se enterraba haciéndola sentir asfixiada, dando unos pasos hacia atrás, alejándose de él, fue entonces que huyo, corrió tan rápido como el camino le permitía, el aire azotaba su rostro, pero aun así, no se detuvo, corría, corría para huir del miedo que la ataba. Su cabello que estaba recogido fue liberado por los movimientos constantes y eso pude ser apreciado por Rafael.

Era un rey, no iba detrás de nadie, no le interesaba nadie, pero extrañamente sus pies comenzaron a responder, corría, corría detrás de ella, siguiéndola, viendo como apartaba las ramas de su camino, no supo cuando ni como, pero sus manos sostenían la chalina que ella había soltado. Era extraño, jamás había tenido aquella conducta, jamás había corrido detrás de alguien, se acercó lo suficiente y al tener la oportunidad la tomó por uno de sus delgados brazos deteniéndola.

La tomó por su otro brazo y ambos quedaron de frente y solo entonces logró ver, apreciar el miedo en aquella mirada, en esos cielos que lo veían con temor, con un miedo que lo dejo atónico.

—Majestad

Leticia, dejó de hacer lo que hacía en el momento en que la vio correr además del mismísimo rey quien la tomó, bajo las escaleras del pórtico y corrió hasta ellos.

—Majestad, por favor, suéltela

Le pidió a lo que sostuvo a Evangeline en sus brazos y la estrecho contra ella dando un leve masaje en la espalda que la hicieron cerrar los ojos, queriendo soportar el llanto.

—Yo, yo solo quería, saber si estaba bien

—Lo estará, lo estará...