Mi Mancha, ¿Mi Perdición? 3

Bianca le indica a Dante cuál es su humilde departamento, van por unas calles oscuras, con poca iluminación y las viviendas son muy precarias. Él mira la zona con preocupación y se imagina lo indefensa que ha estado y en los peligros que se expuso por ser tan terca. Al fin llegan a un complejo de seis departamentos, unos pegados al otro, son humildes, sus paredes son blancas, cada uno tiene una sola ventana junto a su puerta de madera, entonces se sorprende de que ella con lo superficial que es, viva en ese lugar.

⎯ Ya cambia esa cara, no es tan feo mi barrio.

⎯ Si tú lo dices.⎯ Dante contesta con algo de dudas y arqueando una ceja.⎯ Creo que ni yo, vivo en un lugar tan deprimente.

⎯ Si vas a criticar, mejor vete de aquí.⎯ ella estaba orgullosa de los cambios en su departamento y se ofende al escuchar que criticaba su hogar. Había ahorrado mucho tiempo para tener una cortina nueva y cambiar la cama.

Entonces cuando baja de la camioneta, entra a su casa y le cierra la puerta en su cara. No iba a permitir que nadie se burle de su esfuerzo, hasta logró que la casera pintara el frente y ahora lucía mucho mejor.

Dante abre la puerta del departamento y es mucho más pequeño de lo que imaginaba, es un monoambiente, se puede observar todo desde la entrada. Él se sentía gigante en esa diminuta habitación.

Ella busca algo de ropa de su cama, ya que la señorita no es muy ordenada, entonces ve que no tiene ningún armario, salvo su valija, que se encuentra en una esquina arriba de una silla cubierta por más ropa.

⎯ ¿No tienes un placard?

⎯ ¿En serio? ⎯ ella lo mira furiosa.⎯ ¿Acaso eres mi padre para criticar?

⎯ No, pero soy limpio, ordenado y detesto el desorden.

⎯ Realmente no te entiendo, vienes te haces el galán y ahora eres don perfecto criticando mi forma de vivir, mi departamento, todo y no no tengo un placard, sale muy caro y aún no tengo ahorrado lo suficiente para comprar uno.

⎯ Bi, lo siento.⎯ se acerca a ella, le quita la ropa de la mano y la besa muy apasionadamente, el sabor de sus labios es un manjar que no desea dejar de probar.⎯ No diré nada más.⎯ promete al separarse.

⎯ Está bien, en parte te entiendo. Sé que no es la forma en la que me criaron pero soy feliz. Pago mis cuentas por mis propios medios y compro mis cosas, sin pedirle ni un centavo a tus padres.

⎯ Bi, también son tus padres.⎯ suavemente toca su mejilla para tranquilizarla.⎯ Y te aman.

Ella al escuchar eso tiembla, así que lentamente se separa y camina hasta el baño, necesita un minuto a solas para pensar, luego de una refrescante ducha sale lista para ir a ver a su abuela. Dante se da cuenta que está un poco más delgada, pero su cuerpo ahora está mucho más desarrollado y le encanta, de repente siente ganas de quedarse en ese lugar, hacerle el amor y no salir nunca de su lado.

⎯ Listo. Ya podemos irnos.⎯ ella busca su bolso y lo saca de sus pensamientos,⎯ Dan, te estoy hablando.

⎯ Espera.⎯ él la toma de la cintura.⎯ Después de ver a la abuela, quiero que hablemos seriamente de lo nuestro.

⎯ Dan, ya basta con lo mismo. Esto no puede ser.

⎯ Lo hablaremos después.⎯ sentencia muy seriamente, luego besa su frente, la toma de la mano y salen rumbo a la clínica.

El viaje hasta el nosocomio lo hicieron en absoluto silencio, ella está realmente nerviosa, la última vez que vio a sus padres fue hace un año, cuando se marchó de la casa. Al entrar, Helen la ve y va directo a su encuentro, entonces la abraza con ternura y con lágrimas en sus ojos,

⎯ Hija, mi niña hermosa ¿ dónde has estado? ⎯ pregunta sin soltarla y comienza a llorar.⎯ Te extrañamos mucho, no vuelvas a irte sin avisar.

⎯ Bianca, corazón por fin regresas.⎯ Renato la abraza.⎯ Perdóname, fui una bestia, te amo pequeña.

⎯ Yo… ⎯ Bianca nunca se imaginó este recibimiento y no sabe qué decir.

⎯ Nos preocupamos mucho por ti y el investigador que contrate no tenía pistas.⎯ comenta su padre muy afligido.

Ella recuerda a ese hombre, hace unos meses fue al bar, Tony al saber su historia le dijo que no trabajaba ninguna chica con ese nombre, pero que recordaba haber visto a la muchacha de la foto en otro pueblo. Luego llamó a su socio para que le de una pista falsa y así evitaron que sea descubierta. El pobre detective llevaba un par de meses dando vueltas en círculo y ella empezó a usar el nombre de Tamara.

⎯ Lo siento, pero vine a ver a la abuela.⎯ de repente toma una postura fría, distante aún está dolida.⎯ Quiero entrar a su habitación.

⎯ Hija debemos hablar.⎯ súplica Helen.⎯  Por favor.

Dante se da cuenta que Bianca está enojada y confundida, entonces interfiere para que nadie salga lastimado.

⎯ Mamá, deja que vea a la abuela y después hablamos.

⎯ Está bien.⎯ Helen se abraza a Renato.⎯ Vayan, ya habrá tiempo de hablar.

⎯ Ven, te llevaré a la habitación y luego hablaremos en la casa.⎯ él la toma de la mano y se dirigen por un pasillo blanco.

Antes de ingresar a la habitación ambos se visten con sus trajes celestes y se miran a los ojos, ella se ríe cuando ve que él apenas cabe dentro de la bata, ya que su cuerpo está bien formado y a ella le queda inmenso.

⎯ ¿De que te ríes?

⎯ De nosotros, veo que no hay trajes a medida.

⎯ Vamos, mejor será que conserves ese humor para ver a la abuela.

⎯ Dan.⎯ ella lo detiene antes de entrar y lo mira con tristeza, entonces pregunta.⎯ ¿Se va a morir?

⎯ No lo sé, pero debemos ser fuerte. Ella es una mujer luchadora y tenaz.

⎯ Esto es mi culpa, no debí alejarme de ella.

⎯ No, Bi, nadie tiene la culpa de nada, son solo los años. La abuela es una mujer grande, tiene casi ochenta años. Es algo natural.⎯ él la abraza, con mucho amor y le susurra.⎯ Ahora cambia esa cara, o se dará cuenta que estás triste.

⎯ Ok.

Ambos se separan y se toman de la mano, se miran a los ojos para darse ánimos, entonces abren la puerta e ingresan al cuarto.