Capítulo N°1

Pasaron cinco maravillosos años, donde la familia Rinalde logró nuevamente encontrar la paz y estabilidad en sus corazones, volviendo a disfrutar de la vida sin culpas.

Hoy la pequeña Bianca comienza la escuela, en la casa todo es un alboroto, ya que Helen tiene que preparar a la niña y ella se niega a colaborar, no se deja vestir y llora desconsoladamente.

⎯ Amor, tienes que ponerte los zoquetes.⎯ grita corriendo por la habitación detrás de la pequeña.⎯ Detente o llegaremos muy tarde a tu primer día de clases.

⎯ No, no quiero ir.⎯ llora y se aferra a las piernas de Renato que en ese momento ingresa al cuarto, él ve que Helen está cansada.

⎯  Reni, me rindo.⎯ Helen se sienta en la cama.⎯ No la puedo vestir.

⎯ Ven aquí, princesa.⎯ Renato alza a la niña con cariño.⎯ Tienes que ir al colegio, será divertido, tendrás amigos y vas a aprender muchas cosas.⎯ él se sienta, Helen le pasa los zoquetes y él con mucha paciencia comienza a vestir a la niña que lo escucha muy atenta.⎯ Tendrás una maestra, que sabe un montón de cosas interesantes.

⎯ ¿Y será buena?

⎯ Si, será muy buena y además es muy linda.

⎯ Renato Rinalde, ¿cómo sabes que la maestra es linda?⎯ pregunta Helen celosa y lo mira acusadoramente.

⎯ Pero no tan linda como tú, señorita garabato.⎯ responde pícaramente y la besa fugazmente.

⎯ Creo que mejor voy sola a llevar a la niña. Tú te quedas en casa.⎯ Helen sale de la habitación y deja a padre e hija solos.

⎯ Helen, ven aquí.⎯ grita y suspira.⎯ Creo que mamá está celosa.⎯ le dice a su hija y le guiña un ojo.

⎯ Si papito.⎯ le sonríe.⎯ Yo me visto sola.

⎯ Muy bien, mi princesa.⎯ le dice y besa su cabecita.⎯ Voy a ver qué está haciendo mamá.

Renato tiene la facilidad de convencer a su pequeña para que haga las cosas, entonces antes de salir ve con orgullo como la niña lucha por ponerse los zapatos y cuando al fin lo logra se da cuenta que sus hebillas quedaron al revés y así que se los saca y vuelve a comenzar. Él sonríe al ver la escena, ya que Bianca es muy perseverante y nunca se rinde. Renato entra a su habitación, ve que Helen está acomodando su pelo y se lo ata en una cola bien alta.

⎯ Amor estas bellísima.⎯ murmura en su oído mientras besa su cuello.

⎯ Renato ¿Cuándo conociste a la maestra de Bianca?⎯ pregunta enojada.

⎯ No la conocí, solo dije eso para que Bianca quiera ir. Además solo tengo ojos para ti. No me interesa ninguna mujer.⎯ dice y la besa.

⎯ ¡Papi, papi, ya estoy lista!⎯  Bianca entra a la habitación y ellos se separan.⎯ Mami quiero un peinado como el tuyo.

⎯ Está bien, ven aquí.⎯ Helen agarra su peine y comienza a desenredar su hermoso cabello y le hace una cola igual a la de ella, luego besa con cariño su mejilla y le dice lo bella que se ve.

⎯ Mami, te amo mucho.

⎯Yo también te amo mucho, mucho, mucho.⎯ le dice mientras besa ambas mejillas y la niña ríe.

⎯ ¿Y a mi nadie me ama?⎯ Renato hace un gesto de tristeza en su rostro.

⎯ Si papito, también te amo mucho.⎯ la niña es muy dulce y besa a su padre.

La familia sale de su hogar y van directo al colegio, los niños tienen que ingresar a un salón mientras los padres esperan un instante afuera en una galería cubierta. En la entrada está Javier con una mujer algo engreída que está embarazada y sus miradas se cruzan por un instante.

Luego de las presentaciones formales que realizan las maestras y de darles la bienvenida a los niños, los padres se retiran del lugar viendo como sus hijos ingresan a sus salones. Helen está feliz, la maestra de Bianca es una señora mayor, muy cariñosa que está a punto de jubilarse.

⎯ Viste amor, te dije que no conocía a la maestra.⎯ comenta Renato.

⎯ Lo siento, es que a veces tengo miedo de que te enamores de alguien más.

⎯ Eso nunca señorita garabato.⎯ murmura sobre los labios de su mujer y la besa con locura, al separarse apoya su frente sobre la de ella y habla con mucha determinación.⎯ Siempre te amare únicamente a ti.

⎯ Yo también te amo y te amaré por siempre, eres mi mundo.

⎯ Lo sé ¿Qué te parece si mientras esperamos por Bianca vamos a tomar un helado?

⎯ Me encanta la idea.

Renato no puede creer su mala suerte ahora tendrán que ver a ese idiota todos los días y para colmo esta con una de sus ex aventuras. Camila sonríe con malicia al entrar a la heladería, se acerca al matrimonio y Javier la sigue. Renato le dice a Helen al oído.

⎯ Solo ignóralos.

⎯ Lo haré.

⎯ Hola Reni.⎯ dice con voz seductora.⎯ Veo que al fin estás casado y tienes una niña.

⎯ Camila y veo que tus gustos han empeorado.⎯ dice Renato mirando a Javier.

⎯ Sabes, aún no puedo creer que después de estar toda un día juntos no quisieras algo conmigo, pero veo que tu secretaria te engaño con esa pequeña que no se parece en nada a ti, como intentó hacer hace unos años con mi esposo.⎯ dice mirando a Helen con malicia.⎯ Si querida, él me contó todo. Eres una trepadora.

⎯ Camila.⎯ hablo Javier en tono amenazante.⎯ Cierra la boca.

⎯ No querido, te pago lo suficiente para ser mi esposo, así que ahora cierra tú, tu maldita boca.

⎯ Veo que al fin encontraste la horma de tu zapato. Un simple idiota que te hace caso.⎯ le contesta Renato.

⎯ Eso tiene solución.⎯ inquirió coqueta tocando a Renato.⎯ Puedo divorciarme y estar contigo.

⎯ No, gracias. Por suerte, mi mujer es maravillosa.

⎯ Señora quite las manos de mi esposo antes que pierda la poca cordura que tengo y la ponga en su lugar.⎯ Helen quiere golpear a esa mujer pero se controla al ver su vientre abultado.

⎯ Amor, no vale la pena, esta mujer, solo drogando a los hombre consigue que se acuesten con ella.⎯ mira a Javier y le dice.⎯ Seguro contigo pasó lo mismo.⎯ Javier agacha su cabeza en señal de vergüenza.

⎯ Sabes Javier, estoy feliz al fin se hizo justicia y estas con una víbora como esposa.

⎯ Jajaja tonta. Al menos yo sé quién es el padre de mis hijos. No como tú, que este idiota se entero por tu madre que tenias un amante.

⎯ ¿De qué hablas?⎯ dice Helen asombrada.

⎯ ¿Qué no sabías? Él muy tonto te fue a buscar para oficializar su noviazgo y tu madre le dijo que estabas con Simón, por eso cuando te vio te golpeo hasta casi matarte.

⎯ Javier, ¿eso es cierto?

⎯ Lo siento Helen, tu mamá me engañó y yo le creí. Perdón.⎯ suplica llorando.⎯ Te perdí y perdí a nuestro niño. Fui un idiota.

⎯ Tienes razón, eres un completo idiota. Sabias todo lo que pasaba en mi casa, nunca te oculte nada y siempre te dije que Simón es como un hermano para mí.

⎯ Jajaja los separó una mentira.⎯ Camila ríe como loca.⎯ Son tan tontos, pero bueno podemos intercambiar esposos.

⎯ ¡Estás loca!⎯ Renato toma la mano de Helen y salen del lugar.

⎯ Helen espera.⎯ Javier grita y ellos se detienen.⎯ Realmente lo siento, yo te amaba y fui un tonto por creer en tu madre. Ahora podríamos tener una hermosa familia.

⎯ Sabes, lo nuestro no hubiera funcionado. Cuando conocí a Reni me di cuenta que nunca te amé, pero si lamento no tener a mi hijo y las consecuencias que tuvieron tus golpes. Ahora vuelve con tu mujer.

⎯ Javier, ven aquí.⎯ grita Camila.⎯ ¡Quiero mi helado!

⎯ Si no fuera por los niños hoy mismo la dejo.⎯ confiesa.⎯ Estoy cansado de ella, solo he estado dos veces en su cama con la mala suerte que termina embarazada.

⎯ Si fuera tú, le haría una prueba de paternidad a esos niños.⎯ Renato lo aconseja; ya que le da pena el hombre.⎯ Camila puede ser una bruja.

⎯ Lo sé, pero amo a mi hijo y no lo dejaría por más que no tuviera mi propia sangre.

Javier entra con la mirada triste a la heladería y le compra un gran helado a su mujer, que no tardó ni cinco minutos en devorarlo con una gran sonrisa, él solo agacha la cabeza y espera que pasen las horas para volver con Junior.

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