La Bruja De Arendelle

DAMON

Mis ansias por tenerla entre mis brazos nuevamente era tan fuerte mientras estaba hablando con ella esa sensación de hormigueo se hizo presente y también en ella por lo que al darse cuenta de eso salió prácticamente corriendo de mi oficina, por un momento quise ir tras ella, pero pronto me di cuenta de que no debía hacerlo de lo contrario no iba a poder ganarme su confianza.

Me quedé allí pensando en qué carajos hacer, ya no soportaba más el hecho de tenerla tan cerca y no poder tomarla de la cintura, a traerla hacía a mí, robarle un beso que le dejara sin aliento, hacerla mía hasta el amanecer y marcarla. Tanto era mi deseo que por poco mi lobo interior Jacob, estaba ansioso y deseoso de oler a nuestra Luna.

Respiré profundo calmando mi deseo de ir tras ella, me había prometido una y otra vez haría las cosas diferentes, pero me costaba trabajo lograrlo, me era muy difícil y a la vez complicado.

Luego de un rato pude lograr mantener el control sobre mis instintos. Salí de la oficina y en la sala de estar estaba Scarlett parada a lado de la ventana con los brazos cruzados mirando a través de la ventana el bosque, definitivamente el bosque era toda la vida de una bruja sin importar qué tipo de bruja fuera.

La oí suspirar con anhelo y supe que ella deseaba ir al bosque así que fui hacia ella y al verme se alejó un poco de la pared.

—Perdón, no quise...

—No te preocupes, no hiciste nada malo. ¿Por qué miras tanto el bosque?—Me atreví a preguntar.

—Es solo que... siento que he estado allí antes, pero no logro recordar por qué o cómo. En verdad que no sé por qué me pasa esto, creo que es algo que no tiene mucha importancia, pero para una bruja como yo... siento que es muy importante para mí aunque no sé de qué forma—. Me respondió con pesar.

Era lógico dado que ella había crecido en ese bosque y vivió tranquilamente allí durante años, pese a que no lo recordaba era evidente que su subconsciente si lo recordaba y deseaba tanto porque recordara algo, lo que fuera.

—¿Cómo sabes eso?

Ella sonrió.

—Creo que tiene que ver con mis recuerdos de cuando era niña y vivía con mi Madre en un bosque lleno de vida, había flores, arbustos y árboles que eran más altos que yo e incluso llegué a pensar que nunca sería capaz de escalar aquellos árboles, una vez lo intenté y me rompí la pierna, no había escalado ni siquiera medio metro cuando me caí—Dijo riéndose entre dientes.—, y mi Madre usó sus poderes para sanarme y luego de casi tres horas finalmente me curé y seguí adelante, pero ya nunca más volví a hacer eso otra vez—. Me reí esta vez yo.

—¿Alguna vez has visto el bosque en plena luna escarlata?—Negó con la cabeza.

—Esta noche será luna escarlata, ven te aseguro que lo vas a disfrutar—. Asintió en respuesta.

...(***)...

Al llegar la noche todos los habitantes de Arendelle estaban en mirador del pueblo esperando impacientes la luna escarlata. Sin embargo, no veía a Scarlett por ningún lado y llegué a creer que no iba a venir, pero llegó antes de la media noche, faltaban solo dos minutos para que llegara la media noche.

Cuando menos lo esperamos la luna escarlata hizo acto de presencia, al verla desde lo alto del mirador vi a Scarlett con una sonrisa en su rostro, miré sus ojos y estos se habían tornado rojos, sin lugar a duda ella era la bruja de la Luna escarlata. Había escuchado que esa clase de brujas tenían una profunda conexión con la luna escarlata, era increíble de ver.

Ella me miró fijamente y su sonrisa seguía allí. Deseaba tanto que ella estuviera a mi lado mirando juntos la luna escarlata y contemplar sus hermosos ojos escarlatas. La última vez que vi esos ojos fue cuando Scarlett mató a ese hechicero que trató de destruirla. Lo cual seguía recordando con impotencia porque no pude hacer nada para evitar su muerte.

Cerré los ojos un momento tratando de convencerme a mí mismo que gracias a la Diosa Luna volví a ver a Scarlett, pero ella no me recordaba. Sin embargo, el hecho de recordar el pasado para mí era más que suficiente.

Pronto terminó la luna escarlata y entonces vi a Scarlett en la distancia que se había tambaleado un poco, al principio no lo tomé como algo grave y ella tampoco, pero pronto cayó al suelo inconsciente. Había usado parte de su poder como bruja escarlata y eso la agotó. Fui hacia ella y tomé en mis brazos sin importarme el hecho de que hubiese gente observando lo que estaba pasando, nadie dijo nada no hizo falta.

La gente de Arendelle supo que su Reina Luna había vuelto.