La Venganza De Paoo

Paoo, estaba impaciente y Joseph, se estaba tardando mucho en su dichosa reunión con la supuesta rusa, ahí estuvo esperando por dos horas caminado de un lugar al otro cada vez más enojada, cuando por fin comenzaron a salir los hombres de aquella oficina, Paoo no lo dudo y camino con determinación hacia esa oficina y cuando entro encontró a Joseph, con una mujer encima de él a punto de besarlo.

Paoo sintió tanta rabia que no pudo contenerse y tomó a la mujer del cabello y la lanzó por el suelo lejos de Joseph, quién la miró sorprendido, porque no esperaba verla ahí.

—Paola ¿qué haces? —Joseph sorprendido, y asustado porque la mujer que Paoo acaba de lanzar al suelo es de armas tomar.

—¿Por esta vieja es que ya ni siquiera llegas a departamento, ni quieres entrenar conmigo? —reclama Paoo supermolesta con los ojos rojos de la ira.

—Quien es esta estúpida mocosa —la mujer que Paoo separo de Joseph saca un arma y Joseph rápidamente se interpone entre Paoo y la rusa.

—Cálmate rusa, no la puedes tocar a ella o terminarás muy mal —Advierte Joseph interponiéndose entre ellas, pero Paoo no tiene miedo.

—Quítate, deja que me dispare si a ti no te importo en absoluto, por eso prefieres estar aquí con esta que ir al departamento conmigo —Paoo empuja a Joseph quien tiene poca paciencia con Paoo en ese momento.

—Arregla las cosas con tu noviecita, porque si me vuelve a hacer algo así se muere —la rusa guardo el arma y salió de la oficina cerrando la puerta detrás de ella.

—No soy su noviecita vieja idiota —Paoo está más que enojada, está a punto de explotar.

—Basta, tranquilízate Paola, ya basta de berrinches —Joseph le levanta la voz a Paoo y esta se altera aún más.

—No me voy a callar, tú eres un idiota que solo me dejo sola sin entrenar, si ayudar, simplemente desapareces cada mañana y no me dices nada, ¿Qué demonios te pasa?, me prometiste que me ayudarías a vengarme y estás aquí con esa vieja besuqueándola —Paoo, está demasiado alterada.

—Ya cálmate, vete al departamento y allá hablamos —pide Joseph, pero Paoo no está dispuesta a irse sin una buena explicación.

—No me voy a ir sin que me explique qué pasa, y si me voy de aquí sin una buena explicación me regreso a mi país y haré todo sola sin ti —Joseph ya no podía más con el berrinche de Paoo y estaba demasiado estresado, así que sin pensarlo tomo el rostro de Paoo y la beso a la fuerza, fue la única forma que encontró para callarla de una vez por todas.

Paoo se sorprendió por el beso, pero ella estaba demasiado molesta, así que lo mordió, Joseph sonríe en medio del beso; sin embargo, no eso de besarla, aunque sentía el sabor de la sangre disfruto profundizar el beso en especial cuando Paoo se rindió por un momento y correspondió ese apasionado beso que los dejo sin alientos a los dos.

—Te odio —le grita Paoo molesta y sale corriendo de aquella oficina, Alonso quien esperaba afuera con la llave del auto en la mano, se sorprendió cuando ella se las quitó y de un solo empujó lo hizo caer al suelo.

Alonso la observó subirse al auto y ponerlo en marcha por sí sola, se veía más molesta de como llegó.

—Eres una mentirosa mi niña de fuego —piensa Joseph en voz alta cuando la ve marcharse y acaricia la herida que su niña de fuego dejó en su labio, pero valió la pena por besarla.

La rusa no es nadie para él, es simplemente una mujer con la que tuvo una aventura en el pasado antes de que Paoo llegara a vivir con él y ahora que Paoo está viviendo con él jamás la volvió a ver y ese día en particular la Rusa quería recordar viejos tiempos, pero él se niega porque ahora sabe que siente algo por su niña de fuego aunque ella esté enojada con él.

—Alonso, Richard, síganla y asegúrense que llegue bien al departamento, si algo le pasa los convertiré a los dos en comida para tiburones —ordena Joseph y los dos hombres se pone en marcha a seguir a Paoo.

—Está noche aclararemos todo mi pequeña —Joseph no fue en persona por Paoo, porque tiene. Un cargamento que enviar con la rusa, o de lo contrario ya estaría con su niña de fuego dándole un par de nalgadas por el mordisco que le dio.

—¿Y tu noviecita? —indaga la rusa cuando Joseph llega a donde se encuentra ella.

—Si, ya arreglaré todo con ella luego, únicamente se enojó porque llego tarde, pero luego la contentaré —responde Joseph sin darle importancia a lo que sucedió, ni a la marca en su labio por el mordisco de su niña de fuego.

—Deberías tener cuidado, las mujeres sin importar la edad somos muy peligrosas sobre todo si estamos enojadas —aconseja la rusa y Joseph no le hace mucho caso, él sabe como controla a su niña de fuego o al menos eso lo que él cree.

Alonso y Richard se fueron en el auto a perseguir a Paoo, pero antes de llegar al departamento la perdieron de vista y ambos se preocuparon porque Joseph los va a asesinar a ambos por haberla perdido de vista.

—El jefe nos va a matar —comenta Richard preocupado.

—Si, mejor vamos al departamento a ver si está allá, porque si no la encontramos estamos muertos —Alonso sabe que si no la encuentran será el quién rinda cuenta ante su jefe y ese muy seguramente lo hará papilla si la niña de fuego no parece.

Richard y Alonso, llegaron al departamento y no encontraron ni rastro del auto y mucho menos de Paoo, ambos preguntaron en los alrededores si la vieron y les confirmaron que ella estuvo ahí, pero salió muy rápido del departamento y se fue sin decir nada nadie.