UN VAMPIRO PARA MÍ

  Todos caminaron hasta llegar a la frontera de la manada del alfa Gonzalo, ya que justo en ese lugar se separarían para ir cada grupo al lugar que le corresponde.

   En el caso del grupo de Miahela, este sería más pequeño, ya que deben adentrarse en los sótanos del castillo del rey demonio para liberar a los prisioneros de manera sutil para no llamar tanto la atención. Ellas serían guiadas por los yernos y cuñado del alfa Gonzalo; mientras que el grupo de Cristian sería más grande, por el hecho de que ellos van a suplantar a los guerreros muertos en la manada de Gonzalo y así se van a infiltrar entre los guerreros de Axel primo de Cristian para así conseguir más aliados entre aquellos guerreros que son obligados a atacar en contra de su voluntad.

  Ellos deben esperar a que Miahela libere a las familias de los guerreros y les dé la señal, de esa manera quedará de parte de ellos decidir a qué bando apoyar en la pelea para así poder proceder con el resto del plan. Mientras ellos debían permanecer tranquilos y escanear la zona y también averiguar si podían o no contra el número de guerreros que debían enfrentar, ya que solo en esa zona había alrededor de 200 guerreros de distintas razas ocultar su olor era una de las primeras cosas que debían hacer para evitar ser descubiertos.

   Ya estando en la frontera las chicas se despidieron de sus parejas con besos apasionados y abrazos profundos que incomodaron un poco a los que estaban a su alrededor, Pero igual muchos entendían incluso a ellos les costó separarse nuevamente de sus compañeras.

  Miahela guiada por los recuerdos de uno de sus guías abrió un portal que la llevo directo a una de las zonas menos transitadas del palacio de los demonios para de esa manera movilizarse más rápido sin ser vistos y con menos riesgos. Eso les permitirá hacer las cosas con mayor facilidad, ya que al tener todos su aroma oculto no sería fácil que los localizaran por su olor.

  Ya estando dentro en los sótanos del castillo a lo cual se le conoce como mazmorras, todas agudizaron sus sentidos y comenzaron a moverse siendo guiados por el cuñado del alfa Gonzalo.

    Las mazmorras eran como túneles con distintas entradas que guiaban hacia otras direcciones a ambos lados intercaladas a cada cierta distancia.

   A medida que caminaban Miahela comenzó a percibir tres olores muy conocidos para ella, pues era el de aquellas chicas que una vez en su niñez intentaron matarla. Comenzaron a disminuir el paso debido a que estaban cerca de dónde ellas estaban. Al llegar se escondieron a observar que era lo que estaban haciendo aquellas mujeres en ese lugar. Al verlas miahela se llenó de odio, pues estás estaban torturando a una chica por puro placer y envidia, ya que por lo que Miahela alcanzó a escuchar esas basuras solo estaban celosas porque dicha chica había llamado la atención del tío de Miahela siendo una recién llegada, en cambio, ellas que ya tenían tiempo en ese lugar no había logrado ni siquiera meterse en su cama.

  Miahela había planeado dejar a esas chicas para el final, ya que su deseo era torturarlas hasta que no soportarán más, Pero no habiendo más opción y teniendo ya un plan por delante le tocaba matarlas de una vez por todas, porque si no procedían de una vez perderían mucho tiempo.

  Miahela les hizo gesto de guardar silencio a quienes estaban con ella y con un gesto le dijo a Nahia y a luna Cler que la siguieran. Seguido de eso se desvaneció como una niebla y apareció justo en frente de una de las chicas que iba en busca de otra herramienta de tortura de esa manera llamo la atención de las otras dos chicas dándole la oportunidad a cler y a Nahia de atacar a las otras dos de imprevisto y así evitar cualquier escándalo que pudiera atraer la atención de alguien más.

  La chica frente a Miahela intento gritar, Pero Miahela con su espada le desprendió la cabeza del cuerpo antes de que pudiera hacer algún sonido. Luego Raina se dirigió a la chica torturada y comenzó a sanarla con su magia, ya estando la chica curada les agradeció y procedió a guiarlas hasta donde estaban en resto de las personas encerradas.

  En el camino se consiguieron algunos guardias y a cada uno lo iban asesinando y a otros los dejaban inconscientes, ya que los chicos que andaban con ellas les hacían señas para que supieran quienes eran los buenos y quienes los malos. El camino fue un poco largo hasta que comenzaron a llegar al lugar en donde estaban encerradas las personas, era un lugar rodeado de varias celdas y muchas familias encerradas y en el medio del lugar varias familias listas para ser asesinadas, pues estos eran familiares de los supuestos guerreros muertos enviados a la manada del alfa Gonzalo.

  Miahela y su pequeño grupo fueron vistos por las familias que estaban en las celdas por lo que les tuvieron que hacer señas para que no dijeran nada todos continuaron en silencio y algunos lloraban.

  Justo cuando estuvieron a punto de comenzar a asesinar a las familias, Miahela levantó una pequeña barrera para aislar el sonido y junto a su grupo atacaron y comenzaron a matar a los 20 guardias que había en el lugar. La mayoría le provocaban asco a Miahela, pues al leer sus pensamientos mientras los observaba vio las intenciones de aquellos hombres de abusar sexualmente de las chicas jóvenes incluidas en el grupo de familia que había sentenciado a muerte su abuelo.

   A estos Miahela decidió no darles una muerte rápida, ya que estos tenían planeado hacer sufrir a las chicas una violación de forma terrible, por lo que Miahela utilizo su don y comenzó a jugar con sus mentes convirtiéndolos a ellos en víctimas de una traumática violación causadas por otros hombres no solo les permitió ver dicha escena, sino también sentir el dolor de manera prolongada mientras terminaban de asesinar al resto de los guardias en el lugar.

  Luego de haber asesinado a los demás Miahela se acercó a los violadores que aún seguían dentro de la ilusión y también les dio muerte.