Nina Snow, es una de las hijas del Beta de la Manada BLOOD MOON, una de las más conocidas del país. Ella está enamorada de los futuros trillizos Alfas, quiénes son tres futuros Alfas.
Pero después de sufrir una decepción amorosa, decide irse de la Manada y estudiar en el extranjero. Con el paso de los años, se encuentra reacia a regresar a BLOOD MOON, pero se ve en la obligación de hacerlo porque una amiga se lo pidió.
Ahora debe enfrentarse nuevamente con su pasado, pero nada será lo mismo después de su regreso. ¿Aceptará lo que le depara el destino?
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UNA SORPRESA AL REGRESAR
NINA
Después de despejar mi mente por un rato, decidí que era momento de volver.
Cuando estaba a punto de dirigirme a mi apartamento, fui detenida por el encargado.
— Srta. Nina, disculpe que la moleste tan repentinamente, pero mientras estuvo por fuera les llegaron algunas cosas y me dijeron que le hiciera saber que no se aceptaban devoluciones o qué se deshaga de ellas porque tienen formas de saberlo.
Por lo que le quería preguntar si desea que se la subamos al apartamento — me dice amablemente.
Lo miré por unos segundos extrañada, pero me imaginé que eran los regalos que estaban en el avión. Me abstuve de hacer alguna cara.
— Bueno... Siendo ese el caso, no hay problema — le contesté.
—De acuerdo, entonces en unos minutos se los estaré subiendo.
Asentí ante sus palabras y luego procedí a retomar mi camino.
Una vez dentro de mi apartamento fui directamente a mi habitación con la intención de ponerme una ropa cómoda.
Una vez ya cambiada, decidí ir a la cocina a buscar algo para tomar mientras reviso mi agenda y ver qué tengo pendiente para mañana.
Al abrir la nevera veo que está casi vacía, es ahí dónde me hago una nota mental que mañana después de salir del trabajo debo hacer las compras para la semana, pero de igual forma encuentro lo que estaba buscando y los acompaño con unas galletas salidas.
Mientras llevo varios minutos revisando mi agenda, escucho que suena el timbre.
Debe ser el encargado con las cosas.
Voy hacia la puerta y al abrirla casi suelto un grito de la impresión.
Aparte del encargado, había más de 20 personas ayudándolo con cajas en sus manos.
— Todo esto es ...— comienzo a hablar.
— Son las cosas que le llegaron mientras no estaba.— me contesta el encargado.
— Pero...— me doy cuenta de que estoy interrumpiendo la entrada — adelante.
Me quedé viendo en shock como por los próximos minutos personas entraban y salían de mi apartamento trayendo las cosas que me habían dejado.
— Bueno eso es todo — me dijo el encargado una vez que terminaron de meter las cosas. Y después se despidió de mí y se retiró junto a las demás personas.
Al cerrar la puerta, me puse a observar mi alrededor.
La cantidad de cosas que ahora me rodean eran una locura, a pesar de estar cuidadosamente organizar para que no me estorbarán. Incluso hay cajas en la cocina.
Mi apartamento es bastante grande, pero dudo que haya manera de guardar todo esto por completo.
Definitivamente los tres están locos.
Ubique el arreglo floral en la mesa, así que busque la nota con la finalidad de macar alguno de los números.
Sé que estoy dándole mi número de teléfono o tal vez ya lo tengan, y también está el hecho de que probablemente me arrepentiría después de hacer está llamada, pero en estos momentos no me importaba, porque todo esto no puede ser posible.
Después de anotar en mi teléfono el primer número que aparece lo marqué.
A los segundos me contestaron la llamada.
— Hola amor, ¿cómo aterrizaste del vuelo? ¿Llegaste bien? — era la voz de Noah.
Decidí ignorar lo que me decía e ir directamente al punto.
— Ni siquiera me atrevo a preguntar cómo estás tan seguro de que era yo, pero ese no es el punto por el que me atreví a llamarte. Lo que en realidad quiero saber es en qué momento ustedes tres perdieron la cabeza — le digo claramente enojada.
— ¿Por qué lo dices amor? ¿Pasó algo? — me dice él en un pobre intento de hacerse el desentendido.
— No me digas amor — le digo bruscamente. — Y no te hagas el que no sabes de qué estoy hablando. Tú y yo sabemos perfectamente de lo que habló.
— ¿Te refieres a las pocas cosas que te mandamos a dónde vives? — me dice.
—¿Pocas cosas? — suelto con ironía — Si a eso mismo me refiero.— le digo sin darle muchas vueltas.
— Amor, por supuesto que son pocas cosas. Solo te mandamos lo necesario para cubrir tus necesidades básicas — me dice, mientras ignora el hecho de que le pedí que no me llamará de esa forma.
— Dudo mucho que necesite tantas cajas invadiendo mi apartamento para poder cubrir lo que son mis necesidades básicas. — le respondí secamente.
—Bueno... tranquila, olvidémonos de eso. Porque mejor no respondes a las preguntas qué te hice — me dice con cierto tono en su voz.
Tal vez seductor.
— Si estoy llamando para reclamarte lo que han hecho tú y tus hermanos, creo que es suficiente respuesta a tus preguntas, ¿no te parece? — le digo.— Porque mejor no mandas a las mismas personas con las que mandaron todo esto a retirarlas, no las necesito.
— Mm... Eso no será posible. ¿Acaso no te dijeron lo que indicamos? — habló con más seriedad, pero sin cambiar ese toque en su voz.
¿Qué quiere lograr hablando de esa manera?
— Sí... si me lo dijeron ni bien llegué — le contesté.
— Entonces... no veo el problema o la verdadera razón es que no te gustó nada de lo que te llegó, y si ese es el caso, solo tienes que decirlo y te lo cambiamos por lo que en verdad te encante. — me dice muy relajado.
— Ni siquiera... — me detuve, no tengo por qué estar dándole explicaciones — ¿Sabes qué? Solo perdí mi tiempo llamando.
— Bueno... Para mí no fue ninguna pérdida de tiempo. Más bien, me encantaría que me llama...— corté la llamada, no tenía ganas de seguir escuchándolo.
Solté un suspiro con pesadez.
Decidí que iba a revisar todas las cajas, para ver qué tenían y probablemente venderlas.
Si no puedo devolverlas, al menos puedo sacar dinero de ellas.
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Bueno después de invertir como dos horas de mi tiempo, descubrí que hay en todas estas cajas.
La mayoría era ropa y zapatos, que definitivamente se podían durar más de tres años sin repetir ningún atuendo.
También estaban presentes todos esos vestidos que rechacé usar para la celebración y solo me los probé por obligación, porque los que estaban ese día conmigo en la habitación no dejaban de decirme que si no informaban que me puse todos los iban a despedir.
Incluso sospecho que me estaban grabando, o por lo menos tomando fotos cuando salía a verme al espejo, porque tenía como esa sensación. Pero como no atrapé a nadie a simple vista haciéndolo, no es algo que pueda afirmar a la ligera.
Y en verdad no me quería sentir culpable porque que despidieran a alguien por algo tan tonto.
Porque viendo la actitud de esos tres, los creo capaces de hacer algo tan egoísta.
A la final el objetivo era que me los probará todos, no que obligatoriamente tenía que llevar uno de esos puestos al evento, así que eso es lo que hice.
También había una exagerada cantidad de productos y materiales destinados para la higiene personal, el cuidado de la piel, para el cabello y de maquillaje. Todas estas cosas de marcas recomendadas y reconocidas por la gran calidad que tiene.
Una secadora y varias planchas para el cabello.
También me mandaron varios libros de poesía, escritos a mano.
También algún tipo de colección de pinturas, de distintos tamaños y representados distintas obras de artes, abarcando distintos movimientos artísticos, ya sea del arte abstracto, renacimiento, expresionismo o el hiperrealismo.
Quién sea que hizo estás obras de arte, tiene un talento increíble. Pero lo extraño es que no reconozco ninguna.
Y en otras cajas, encontré que contenían trabajos de orfebrería y también de joyería.
En varias cajas más pequeñas encontré tarjetas tanto doradas como negras, me imagino que cada una con una cantidad sustancial de dinero en ellas.
Y lo más irónico de todo son las cajas qué hay en la cocina.
Todas estaban todo tipo de alimentos, como para que no tenga que comprar por un mes aproximadamente.
Qué maravilla, mañana no tengo que salir a comprar nada.
Me encanta que sean capaces de adivinar cuales son mis necesidades con tanta certeza.
Definitivamente, tengo que revisar si no tengo ninguna cámara oculta cerca de mí, porque esto... ya es demasiado.
O tal vez de alguna manera establecí un vínculo mental con ellos o tienen gente vigilándome porque la verdad no entiendo cómo es posible.
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Después de revisar meticulosamente mi apartamento no vi nada fuera de lugar, así que dejé el asunto para otro día.
Luego de cenar, me fui a lavarme la cara y me acosté directamente, ignorando mi teléfono, en el cual vi qué llegaron mensajes de tres números diferentes.
Con solo ver por encima supe de quienes se trataba.
Seguramente están mandando cualquier cosa cursi y tonta que les pareció lo suficientemente romántica para mandarme.
Pero lo único que importa ahora es descansar, porque para mañana se vuelve a trabajar y seguramente voy a tener muchas cosas que hacer... O eso espero.
que algo raro paso ahí ya que los trillizos no se vieron tan atentos a Liam para esa unión pero se lucieron invitando a todas con ese pretexto para que Nina estuviera ahí hasta esa bolsita fue para darse cuenta quien es Nina y tratarla así pero por lo menos aprovecho todo ignorando quien lo hizo jeje hasta se nota que les mandaron a todos esos para que sea muy bien pero eso no compensa todo lo que ellos se aprovecharon la tendrán difícil para lograr conquistarla aún más