Que pensarías que hay un mundo donde todos tienen habilidades asombrosas, dónde hay niños con la fuerza de díez hombres o que un simple oficinista tiene la capacidad de mover objetos a su voluntad.
Todos tienen algo que los caracteriza, que los vuelve diferentes al resto o eso sería así si fuera por qué soy el único sin un poder con el que pueda destacar.
Soy ........... Y nací como una persona normal literalmente no vuelo, escupo fuego o me muevo con gran velocidad, solo soy normal.
Se deben de imaginar cómo es vivir en un mundo donde puede hacerte papilla sin mucho esfuerzo, dónde los villanos son el día a día y dónde personas con disfraz salvan el día
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CAPÍTULO 19
Dentro del almacén, encontraron una cantidad considerable de mercancías robadas y drogas. Inoue y Nakamura se miraron entre sí, sabiendo que habían encontrado el lugar donde posiblemente le hagan llegar a la mano negra.
De repente, escucharon un ruido detrás de ellos. Se dieron la vuelta y vieron al hombre alto y delgado, con el cabello oscuro y los ojos marrones, apuntándolos con una pistola.
"¿Quiénes son ustedes?", preguntó el hombre.
Inoue y Nakamura se miraron entre sí, sabiendo que estaban en peligro.
Inoue y Nakamura se mantuvieron calmados y sacaron sus placas de policía, mientras que el hombre alto y delgado se sorprendió, pero no bajó la pistola. La tensión en el aire era palpable, y ambos detectives sabían que tenían que actuar con rapidez para evitar un desastre.
"¿Qué saben sobre La Mano Negra?", preguntó el hombre alto y delgado, su voz llena de desafío.
Nakamura se adelantó un paso, su mano en la empuñadura de su pistola.
"Sabemos que es una organización criminal que ha estado involucrada en una serie de delitos, incluyendo robos, secuestros y asesinatos", dijo. "Y sabemos que usted es uno de los líderes de la organización".
El hombre alto y delgado sonrió, una sonrisa cruel y despiadada.
"Ustedes no saben nada", dijo. "La Mano Negra es más poderosa de lo que ustedes pueden imaginar. Y nosotros no vamos a dejar que ustedes nos detengan".
Nakamura sacó su pistola y se preparó para defenderse.
"¡Porque es tan difícil sacar información!", susurró a si mismo Inoue.
El hombre alto y delgado se rió.
"Ustedes no tienen ninguna oportunidad", dijo. "La Mano Negra es demasiado poderosa. Y nosotros vamos a hacer que ustedes paguen por intentar detenernos".
Inoue se concentró en su poder, conocido como "La Pereza". Era una habilidad que le permitía hacer que las personas se sintieran cansadas y somnolientas, lo que les dificultaba moverse o pensar con claridad.
Inoue se enfocó en el hombre alto y delgado, y comenzó a emitir una energía que lo hacía sentir cada vez más cansado. Al principio, el hombre no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, pero pronto comenzó a sentir una sensación de fatiga que lo invadía.
"¿Qué... qué está pasando?", preguntó el hombre, su voz débil y confundida.
Pero el hombre alto y delgado no se rindió fácilmente. En su lugar, comenzó a luchar contra la energía de Inoue, intentando resistir su poder.
Nakamura se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y se acercó a Inoue.
"¿Estás usando tu poder?", preguntó.
Inoue asintió con la cabeza.
"Sí", dijo. "La Pereza está funcionando, pero él está resistiendo".
Nakamura se concentró en el hombre alto y delgado, intentando encontrar una forma de debilitarlo.
"¡Voy a intentar distraerlo!", gritó Nakamura.
Nakamura se lanzó hacia el hombre alto y delgado, intentando distraerlo y debilitar su resistencia. Pero el hombre era demasiado fuerte, y logró resistir el ataque de Nakamura.
Inoue se dio cuenta de que necesitaba hacer algo más para debilitar al hombre alto y delgado. Así que se concentró en su poder, intentando aumentar su intensidad.
La energía de Inoue se intensificó, y el hombre alto y delgado comenzó a sentirse cada vez más cansado. Su resistencia se debilitó, y finalmente, cayó al suelo, exhausto.
"¡Lo hemos conseguido!", gritó Nakamura.
Inoue se relajó, satisfecho de que su poder hubiera funcionado.
"Sí", dijo. "Pero ahora tenemos que llevarlo a la comisaría y interrogarlo".
Nakamura asintió con la cabeza.
"Vamos", dijo. "Tenemos mucho trabajo por hacer".
Pero justo cuando estaban a punto de llevarse al hombre alto y delgado, se escuchó un ruido detrás de ellos. Se dieron la vuelta y vieron a un grupo de hombres armados que se acercaban hacia ellos.
"¡A dónde creen que van!", gritó uno de los hombres.
Inoue y Nakamura se dieron cuenta de que la lucha no había terminado. La Mano Negra no se rendiría fácilmente
Inoue y Nakamura se prepararon para enfrentar al nuevo grupo de hombres armados. Sabían que tenían que actuar con rapidez para evitar que la situación se descontrolara.
"¡Cubrense!", gritó Nakamura, mientras se agachaba detrás de un contenedor cercano.
Inoue se unió a él, y juntos comenzaron a devolver los disparos. La batalla era intensa, con balas volando en todas direcciones.
De repente, Inoue sintió una sensación de cansancio. La Pereza estaba actuando de nuevo una de las debilidades de su poder es que al usarla a mucha intensidad su cuerpo sufre el mismo efecto de cansancio. El estrés y la adrenalina de la batalla estaban agotando su energía.
"¡Nakamura, necesito ayuda!", gritó Inoue.
Nakamura se dio la vuelta y vio que Inoue estaba luchando para mantenerse en pie.
"¡Agárrate!", gritó Nakamura, mientras se lanzaba hacia Inoue.
Nakamura logró alcanzar a Inoue y lo sostuvo, evitando que cayera al suelo. Juntos, lograron mantenerse en pie y seguir devolviendo los disparos.
La batalla continuó durante varios minutos, hasta que finalmente lograron repeler al grupo de hombres armados. Cuando la dusta se asentó, Inoue y Nakamura se dieron cuenta de que habían logrado detener a La Mano Negra, al menos por el momento.
Pero la victoria no fue fácil. Inoue estaba exhausto, y Nakamura tenía una herida en el brazo. Sabían que tenían que buscar refugio y llamar a refuerzos.
"¡Necesitamos salir de aquí!", gritó Nakamura, mientras se miraban a su alrededor.
Inoue asintió con la cabeza, y juntos comenzaron a moverse hacia un lugar seguro. Sabían que La Mano Negra no se rendiría fácilmente, y que tendrían que estar preparados para lo que viniera después.
Mientras se movían, Inoue no podía evitar sentir una sensación de orgullo y determinación. Sabía que él y Nakamura habían logrado algo importante, y que estaban un paso más cerca de detener a La Mano Negra.
Pero también sabía que la lucha no había terminado. La Mano Negra era una organización poderosa y peligrosa, y no se rendiría fácilmente. Inoue y Nakamura tendrían que estar preparados para enfrentar cualquier cosa que viniera después.
