— Puedo hacer cualquier cosa, excepto ser tu amante.
— Supuse que dirías eso. Pero no te preocupes, no quiero que seas mi amante. — Olga deja escapar un suspiro. — Quiero que seas mi esposa.
— ¿Qué? — Su voz sorprendida suena entre las cuatro paredes.
— Dijiste que puedes aceptar cualquier cosa. — Erick le da una mirada retadora.
— ¿Cuánto tiempo durará el matrimonio?
— Hasta que te enamores de mi. — Olga lo observa desconcertada.
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¿Hablas alemán?
... Más tarde, Erick invita a Olga a pasear, ella se cambia a un vestido verde claro, sin mangas, y el cabello recogido en una coleta, Erick se pone un short azul y una camisa blanca. Ambos van a la habitación de Lilia, pero la bebé está dormida. Hilda se queda con ella.
— Cuidala bien por favor.
— No se preocupe señora. No le voy a quitar los ojos de encima.
— Gracias. — Ambos toma el elevador y bajan al lobby, la playa queda a cinco minutos por lo que se van caminando.
Ya en la playa, Erick decide nadar un poco, Olga prefiere quedarse a descansar en la sombra. Pasan unos minutos y ella ve a Erick regresando.
— El agua está deliciosa. Ven a nadar. — Le pide el.
— Después. Tengo sed. Voy por una bebida, ¿quieres algo?
— Una piña colada.
— Vuelvo en un minuto.
— Está bien. — Olga se retira y Erick se sienta en la sombrilla de al lado. Él vuelve sus ojos a su esposa, al lado de ella están dos hombres hablando y viéndola. Erick se siente celoso y va dónde está.
— Sie ist eine schöne Frau. (Es una mujer hermosa)
— Ich würde sie gerne ohne dieses Kleid sehen. (Me gustaría verla sin ese vestido) — Erick se indigna al escuchar ese comentario.
— Du sprichst gut Spanisch? (¿Hablas bien el español?)
— Nicht viel. (No mucho) — Ambos hombres se hablan en alemán, Erick termina de escuchar todo y se molesta mucho. El abraza a Olga.
— ¿Qué haces aquí? — Ella se sorprende al tenerlo tan cerca. Pues lo recordaba a unos metros.
— Te extrañaba. — Erick toma el rostro de Olga y la besa apasionadamente, ella corresponde un poco confundida. — Vámonos. — Erick le quita la bebida y la lleva a sentarse.
— ¿Qué fue eso?
— ¿Hablas alemán?
— No.
— Eso explica mucho.
— ¿Qué explica?
— Olvídalo. Siéntate. — Olga no entiende que sucede, ella se sienta y bebe su limonada. Apenas terminan sus bebidas, Erick le toma la mano y se la lleva de regreso al hotel.
— ¿Por qué regresamos tan rápido?
— Estoy cansado, y extraño a Lilia. ¿Tu no?
— Si. — Ambos suben a verla en cuanto llegan. Está sigue dormidita. — Voy a bañarme. Quédate con ella. Así Hilda puede salir a pasear un rato.
— Señora yo estoy bien. — Olga observa a Erick.
— Mi esposa tiene razón. Ve a pasear. Yo me quedo con mi hija.
— Está bien, gracias señor.
— De nada. — Olga se baña rápidamente, al salir Erick está en la cama con Lilia, está se ríe a carcajadas por las cosquillas que su padre le está haciendo.
— Oye, deja de hacerle cosquillas a mi bebé. — Olga interviene.
— A mi bebé le gustan las cosquillas. — Se defiende el. Lilia permanece con una pequeña sonrisa. Olga niega con la cabeza y se va a cambiar.
... Esa tarde Olga propone que vean una película juntos, Erick acepta y ven una película romántica. A pesar de que no son su género favorito, le presta atención y hasta llegar a gustarle.
Por la noche, Hilda va por la bebé para llevarla a dormir, Olga no se quiere separar de su bebita, pero es la luna de miel, y Erick puso cómo condición que Lilia no se quedará en la misma habitación que ellos. Así que con pesar la bendice y le da dos besos.
— Hasta mañana mi bebé. — Erick también se despide de su hija, al salir Hilda esté toma a Olga en brazos. — Hey.
— No repliques. — Erick la besa y la lleva a la cama. Ambos disfrutan una noche llena de besos, caricias, pasión y amor.
