El mejor amigo y líder de la banda a la que pertenece tu hermano, ¡te besa!
¿Está bien romper los lazos de amistad por la pasión?
Areum siempre tuvo una relación envidiable con su hermano que ahora corre peligro por la lujuria y la pasión.
Acompáñame en esta historia donde la amistad, la familia y el amor están en juego.
NovelToon tiene autorización de HannaScott para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 19.
Estoy sentada en el sofá de la sala, intentando mantener mi mente clara mientras Jeongin me habla. Su voz suena lejana, como si viniera desde otro mundo, mi cabeza está en otro lugar.
Hace días que no sé nada de él, y la incertidumbre me carcome. Estoy nerviosa, ansiosa, y aunque trato de aparentar calma frente a mi hermano, siento que mis emociones están al límite.
Ahí está él. El motivo de mis desvelos y mi preocupación. Chris entra como si nada hubiera pasado, como si no hubiera desaparecido por días sin una sola explicación. Mi corazón se detiene un segundo y luego empieza a latir con fuerza.
Estoy sorprendida, confundida, y más que nada, furiosa. Pero no dejo que eso se note. No puedo, no con Jeongin aquí.
—Hyung —saluda Jeongin con entusiasmo, levantándose del sofá. Chris sonríe con esa naturalidad que me desconcierta.
No hay una sola pizca de remordimiento en su expresión. Me esfuerzo por mantener una cara neutral, aunque por dentro estoy echando chispas y enervada al mismo tiempo.
—Jeongin —responde Chris, dándole un golpecito en el hombro. Luego, sus ojos se posan en mí por un breve segundo antes de que desvíe la mirada.
Siento un nudo en la garganta.
¿Es eso todo? ¿Una mirada fugaz después de todo lo que ha pasado?
Siento como si una bola de fuego pesada se hiciera paso en la boca de mi estómago.
El ambiente se vuelve tenso para mí, pero Chris parece no notarlo. Saluda a los chicos que empiezan a aparecer, y Han, con su energía de siempre, propone una reunión en la sala secundaria. Todos lo siguen sin dudar.
No me invitan, lo cual no me sorprende. No soy parte de la banda, y este es su territorio. Me quedo en la sala principal, intentando calmarme mientras los escucho reírse a la distancia.
Intento no pensar en él, en cómo me hizo sentir su indiferencia, pero es imposible. Mi cabeza es un caos, y necesito distraerme.
Decido ir a ver a mi mamá. Ella ha estado delicada estos días, y Moobin, su enfermero, ha sido una gran ayuda.
Cuando llego a la habitación, Moobin me recibe con una sonrisa, marcada por sus hoyuelos.
—Hola, Areum. ¿Todo bien? — pregunta con ese tono amable que siempre tiene.
—Hola, Moobin. Sí, todo bien. ¿Y mamá? — intento no sostenerle la mirada, apenada de que pueda leer mi expresión triste.
—Está descansando. Acaba de tomar sus medicamentos. —me dice mientras busca sostener el contacto visual.
Nos sentamos en la pequeña mesa junto a la ventana y comenzamos a charlar. Hablamos de cosas triviales: su trabajo, cómo lidiar con los días más difíciles. Me hace reír con un par de anécdotas sobre pacientes excéntricos que ha tenido, y por un momento me siento un poco mejor.
Sin embargo, no puedo evitar mirar a mi mamá. Está profundamente dormida, pero hay algo en su expresión que me parte el corazón.
—Ésta no es ella —murmuro. Moobin me sigue con la mirada, pero no dice nada. Suspiro y me giro hacia él. —Me duele verla así, todo el día medicada para estar tranquila, es como si viviera estos meses dormida, sin reconocer lo que pasa a su alrededor, alejada de todos.
Moobin pone una mano en mi hombro, un gesto cálido y tranquilizador.
—Es pasajero, Areum. Está mejorando, aunque no lo parezca ahora. Y tú estás haciendo un gran trabajo cuidándola.
Sus palabras tienen un efecto calmante, y por un momento, quiero creerle.
Hay muchas cosas más que quisiera expresar, cosas que no puedo hablar con nadie, y siento que me queman por dentro, pero Moobin no es el indicado para contarle los secretos de esta familia ni acerca de mis sentimientos o cargas.
Así que guardo silencio meditando en las cosas con las que he tenido que lidiar en estas semanas.
Él nota el aire tenso y para cambiar de tema, me propone algo inesperado.
—Vamos a cocinar algo. Necesitas distraerte.
—¿Cocinar? ¿Tú? — pregunto, arqueando una ceja.
—Por supuesto. No sólo soy un excelente enfermero; también soy un chef talentoso. Vamos, te lo demostraré.
Antes de que pueda protestar, ya estamos en la cocina. Moobin elige preparar tteokbokki y jjajangmyeon. Comienza a darme instrucciones, y aunque al principio estoy un poco renuente, pronto me encuentro riéndome de sus bromas y de la forma en que exagera sus movimientos como si fuera un chef en un programa de televisión.
—¿Así cortas siempre las verduras? ¿O estás intentando intimidarme? — bromea cuando accidentalmente hago un corte torcido.
—Cállate. Al menos no estoy haciendo un desastre como tú con esa salsa.
Nos reímos y, en algún momento, Moobin se acerca demasiado mientras me ayuda a mover la sartén. Puedo sentir su presencia, pero no lo interpreto de ninguna manera.
Sin embargo, su sonrisa y su tono ligeramente diferente me hacen sospechar que está coqueteando. Decido ignorarlo y concentrarme en cocinar.
De repente, los chicos aparecen en la cocina, curiosos por el delicioso olor. Han, como siempre, es el primero en hablar.
—¿Qué están haciendo? ¿Nos van a invitar? — pregunta con una sonrisa traviesa.
Me rio.
—Si se portan bien, tal vez. —
Pero mi sonrisa desaparece cuando veo a Chris parado en la puerta, observándonos con una expresión que no logro descifrar.
Hay algo en sus ojos que me pone nerviosa. Cuando los demás se dispersan, él entra en la cocina y se queda con nosotros. El ambiente cambia inmediatamente.
—¿Desde cuándo son tan cercanos? — pregunta Chris, con un tono que intenta sonar casual pero que no lo logra del todo.
Moobin sonríe.
—Desde que llegué. Areum y yo hacemos un buen equipo.
Chris suelta una risa seca.
—¿De verdad? —resuena la boca— No lo sabía — dice mientras piensa en algo con la mirada baja —pensé que cada uno se dedicaba a sus cosas de manera independiente —culmina con una sonrisa suspicaz que no llega a sus ojos.
El comentario es innecesariamente mordaz, y no puedo evitar ponerme tensa. Moobin, sin embargo, parece no afectarle sus palabras, pero yo apenas puedo concentrarme.
—Chris —digo en forma de advertencia. Está siendo grosero con Moobin, y su tono mordaz me parece innecesario.
—¿Te gusta cocinar con Moobin? —pregunta Chris, su voz calmada, pero con una sombra de algo más oscuro.
¿Qué clase de pregunta es esta?
Mi mente se queda en blanco y las palabras se atoran en mi garganta. La respuesta es sí, pero no de la manera en la que él piensa.
La tensión en la habitación es palpable, al no obtener respuesta, no espera más y da media vuelta para dirigirse a la sala.
Cuando Chris finalmente se va, siento que puedo respirar de nuevo.
—¿Tienes algo con él? — pregunta Moobin de repente apuntando hacia la puerta por donde Chris salió.
Lo niego rápidamente.
—No, claro que no. —me hago la desentendida — ¿Por qué lo preguntas? — pregunto con aire inocente. No parece convencido.
—Es sólo una impresión, pero diría que Chris estaba celoso. —dice dubitativo — ¿entonces tengo oportunidad contigo? —pregunta riendo y empujándome ligeramente con el hombro.
—Soy la hermana menor de su amigo —excuso rápidamente e ignoro olímpicamente su pregunta.
¿Moobin piensa que Chris está celoso? ¿será posible?
Sus palabras se quedan conmigo durante toda la cena y hasta que finalmente me retiro a mi habitación. Después de ducharme, me recuesto en la cama, pero el sueño no llega.
Mi mente está llena de pensamientos sobre Chris. Sobre cómo me hizo sentir su llegada, su indiferencia, y luego esos celos apenas disimulados.
Estoy confundida, no sé qué hacer o qué sentir. Intento convencerme de que no significa nada, pero mi corazón no coopera.
Decido escribir estos sentimientos en mi diario, buscando una forma de aclarar mi mente.
De repente, alguien llama a mi puerta. Me incorporo, y antes de que pueda preguntar quién es, Chris entra como un rayo.
No dice nada al entrar. Su mirada me atraviesa y siento cómo el aire se vuelve pesado. Antes de que pueda pronunciar una sola palabra, él da dos pasos firmes hacia mí. Mis manos tiemblan; mi corazón retumba en mis oídos. Y entonces, me besa.
Sin darme tiempo a reaccionar, me besa apasionadamente, el choque inesperado de sus labios me saca de balance. Es un beso urgente, lleno de emociones contenidas, y me toma por sorpresa.
Las sensaciones en mi cuerpo son tantas que mi cuerpo se debilita a su toque, su aliento caliente se mezcla con el mío, nuestras respiraciones entrecortadas debido a la urgencia de nuestros labios, me hacen olvidar por un segundo lo amargo de estos días.
—Chris, ¡no puedes estar aquí! — susurro cuando finalmente logro apartarme, aunque mi voz tiembla.
Tengo miedo de que alguien se dé cuenta de que está en mi habitación.
Además, no estoy lista para verlo, estoy enojada con él, celosa de todos esos artículos, preocupada y curiosa acerca de la situación con el CEO y la agencia, furiosa por su naturalidad desde de no haberse contactado conmigo, pero en el fondo también extrañaba sus besos, su calor y su fragancia.
—No me importa — dice trayéndome de vuelta al presente — ¿Crees que no me di cuenta de cómo Moobin te miraba? —lo miro sorprendida para después poner los ojos en blanco, está exagerando. —Areum, me estoy volviendo loco. Estuve fuera todo este tiempo, pero no podía dejar de pensar en ti. —sus ojos me miran con una intensidad y un deseo que me hace sonrojar.
Sus palabras son intensas y posesivas. Es como si todo lo que siente estuviera saliendo a la luz de golpe, y no puedo evitar sentirme vulnerable ante él.
¿De verdad me extrañó? ¿Pensó en mí, como yo en él?
Mis barreras comienzan a desmoronarse mientras sus manos acarician mi rostro y sus labios encuentran los míos de nuevo. Por un momento, todo lo demás desaparece.
Estoy perdida en él, pero también aterrada. Lo que siento por Chris es tan incontrolable como él mismo, y eso me asusta más que cualquier otra cosa.
No quiero que se detenga, mi cuerpo me pide más de él.
y si no es mucho pedir no tardes mucho en subir capítulos. Mira que no me gusta leer nivelas en emision porque me he quedado a medias ya que no las concluyen. Gracias de antemano y bendiciones.