En una tribu donde los demonios dominan y los humanos son vistos como enemigos, Tae, una joven demonio, es rescatada por Aarón, un humano común y corriente. A medida que sus caminos se entrelazan, surge un amor prohibido que desafía las normas de su tribu. Sin embargo, Alma, movida por la envidia y el capricho, hará todo lo posible por destruir su romance. Entre pasiones desbordadas y secretos oscuros, Tae y Aarón deberán luchar no solo contra los prejuicios de su mundo, sino también contra aquellos que desean separarlos. ¿Podrá su amor sobrevivir en un lugar donde lel romance esta prohibido?
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Capitulo 19
En la casa un humano dormido que es llevado a una habitación mientras que en la sala se presenta la oportunidad perfecta de aclarar las cosas.
Alma está preparada y Tae necesita librarse de sus incertidumbres, ella busca una respuesta directa de quien aún cree que es su amiga.
—¿Somos amigas cierto?—. Pregunta Tae nerviosa.
—Por su puesto lo somos—. Responde Alma rápidamente.
Las inseguridades de Tae dejan su cuerpo al exhalar un suspiro liberador, esta respuesta era sencilla para Alma no había que pensarlo mucho la respuesta era evidente.
Una vez que este punto importante esta aclarado el siguiente tema en la mente de Tae es:
—¿Estás... Enamorada de Aarón?—.
—Si—.
—Creí que odiabas a los humanos—.
—Lo hago, Aarón es solo una excepción—.
Un intercambio de palabras rápidas por parte de ellas, Alma no tiene dudas al responder directamente como si decidiera sincerarse por ser atrapada haciendo trampa.
¿Qué busca hacer alma?
Tae por otra parte admira la sinceridad de su amiga lo que hace relajar su cuerpo... Pero su mente le dice que lo que hizo está mal, intentar dormirla era demasiado cruel, una faceta que jamás creería ver en Alma.
—A mí también me gusta Aarón—. Aclara Tae con sus manos en su pecho.
—Lo sé y no me importa—.
—Yo le gusto—.
—Ya te dije, eso no me importa—. Repite una vez más.
Tae se prepara mentalmente moviendo su cabeza de lado a lado mostrando su nerviosismo, está claro que quiere soltar algo que es pesado para ella, algo que la mantiene nerviosa.
—Eres mi amiga... Pero no voy a dártelo—. Con unas mejillas enrojecidas.
—Tae, no me importa cuanto lo quieras él no te pertenece—. Dice de una forma sería.
—¿Eh?—.
—Quiero que lo dejes en paz, no sabes nada de los humanos y estas poniendo en peligro a la tribu—. Recalca con un rostro de seriedad con una pizca de hostilidad.
Parece un sermón.
—¿Por qué está mal que estemos juntos? Es lo que sentimos—. Declara por fin mostrando un poco más de decisión.
—Intente traerlo aquí para que mi padre y yo lo juzgaremos, un humano en estas tierras es inaceptable pero viendo que ayudó a una de las nuestras se le ha dado el privilegio de comer dentro de este lugar sagrado... Dime ¿Qué sabes de los humanos?—. Pregunta Alma.
Tae duda en responderle, su madre junto a su padre le contaban historias del territorio humano en su época de aventureros pero no parecen malos, de hecho Mia siempre decía que era divertido estar con ellos.
Mi padre solo hablaba de su magia y de lo maravillosa que era, ahora que la he visto puedo decir que es cierto... La magia es maravillosa.
Pero salvo algunas historias Tae no sabe nada de los humanos.
¿Eso significa que Alma si?
—Los humanos son seres despreciables, avariciosos, mentirosos y caminan por el mundo como si fuese su alcancía personal... Lo que quiero decir es que no estamos seguros de que él lo sea—. Alma inventa una excusa para despistarla.
—No lo es, claro que no lo es—. Tae lo niega fuertemente con una firmeza irrompible.
—No lo sabes, lo has conocido solo unos pocos días no puedes saberlo—. Argumenta ella.
Aunque ella dice eso Tae no termina de creer algo así, en su corazón y mente creían sin miedo a equivocarse, Aarón es un chico amable, maduro y decidido a hacer lo que sea.
De ninguna manera podría ser eso malo.
Alma comienza a explicar una historia que su padre le contó, una cuando se separó de su hermano.
Cuando Als era joven fue tomado como esclavo por los humanos, ellos amaban el dinero jugaban con las monedas de cobre y plata como si fuesen juguetes y tenían muchas de ellas.
Ellos gustaban de golpearlo, hacerle pasar hambre, frío y despreciarlo especialmente por su raza hasta que Kim logró rescatarle, esa marca en Als se forjaría en un resentimiento hacia los humanos.
Al pasar el tiempo se percató de que los humanos eran crueles con los de distintas especies o razas, pero no era del todo cierto.
Los humanos tenían esclavos humanos, mienten, roban y extorsionan a otros humanos.
Tan pronto se percató de esto logro visualizar como los humanos despreciaban a otros humanos, los mas ricos a los pobres y los mas hábiles a los menos hábiles a quienes llamaban inútiles.
A sus ojos era una raza asquerosa.
Pero Mia y Kim no pensaban igual a pesar de que su hermano había sido encerrado, por lo cual lo resistió e intento olvidarlo pero pronto se daría cuenta de que ambos se acostumbraban a los humanos...
Eso aterró a Als, tan solo pensar que su hermano podría ser igual que los humanos creó una treta, una trampa para llevarlo a la tribu.
Una suerte por que tan pronto se fueron de allí estalló una guerra entre razas y la raza cazadora quedaría expulsada para siempre.
Siendo una de las especies con menos población eso es... Una sentencia a muerte pero aunque nos robaron las tierras logramos sobrevivir.
Sin pensar en invadir o robar sus tierras, esta raza no imitaría a los humanos.
Pero aún así Kim y Mia dijeron que se trataba de un error o que tal vez algo más provocó la ira de los humanos.
Pero Als nunca lo creyó.
—¿Lo entiendes? No hay que confiarnos de los humanos aunque parezcan inofensivos pueden ocultar sus intenciones—.
—Eso es... Imposible, no creo que los humanos sean algo semejante—.
—¿Dices que mi padre está mintiendo?—. Pregunta Alma con una fría mirada.
Estaba claro para Mia, era imposible decir "Si, tu padre te miente" jamás sería capaz de eso y mucho menos del jefe de la aldea.
Una historia realmente fuerte nunca pensó que su tío había sufrido algo semejante... El corazón de Tae se desgarra pero aún así no puede creer que Aarón se convertirá en un humano de ese tipo.
—Déjame juzgarlo... Te aseguro que él estará bien, implanté esa droga por que no quería que estuvieras en peligro, lo siento—. Dice en disculpa.
Muchas cosas no cuadraban... Pero si Alma lo dice debe ser cierto.
—Esta bien, lo entiendo, quieres probar que Aarón no es como los otros... ¿Verdad?—. Pregunta indecisa.
—Así es... Lo necesito—.
—Entonces.. Nos veremos mañana Alma—.
De esta forma Tae cae en la mentira de Alma, Als nunca ha estado entre humanos ni ha sido un esclavo.