Lea es una universitaria que se suicida pero reencarna en Tanea, una joven aristocrática qué tiene que vengarse por su hermana, teniendo que confrontarse con personas importantes e incluso con su prometido. Muchos secretos, traiciones y mentiras ¿su venganza saldrá bien o su vida se verá destruida?
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19
-Innia, necesito qué me hagas un favor- pedí mientras mi mirada estaba fija en la pared
-¿Qué necesitas?- preguntó dejando de ordenar mis productos personales y acercándose a mí.
-Veneno- contesté sin más
-Mm, ¿puedo saber para qué lo quiere? ¿Hay ratones por aquí? Por que si es eso puedo decirle a...-
- No, no es eso. Solo necesito que me consigas el veneno más fuerte que exista, después te explicaré- interrumpí
-Bueno, tan pronto como pueda iré a comprar- aceptó, su voz tenía duda pero no insistió más.
-Iré a ver a Neyén- avisé levantándome del sofá para salir de la habitación.
Necesito saber si ya se enteró sobre la idea de su padre y Marc para quitarle el puesto. También quiero saber si tiene algún plan para detener eso u algo similar.
Toqué la puerta de su oficina, me ha dicho que siempre lo busque allí porque a pesar de que no tiene tareas para hacer se queda adentro para leer algún libro de su biblioteca.
Después de recibir una frase afirmativa dejándome pasar, me senté en un sofá individual frente a él. Nos dividía una pequeña mesa, él se encontraba en el sofá más grande con un libro pequeño entre sus manos.
-¿Qué sucede? ¿Qué provocó que tenga el honor de verte?- preguntó con una sonrisa simpática.
Comencé a jugar con mis dedos debido a los nervios, no sabía como preguntarle.
-¿Es sobre la boda? seguro debes de estar estresada-
Ah si, la boda. Me había olvidado por un momento de eso, dentro de tres días se llevará a cabo. El palacio está en constante movimiento, personas pasan de aquí para allá con la decoración y otras cosas.
- No, no es eso- mis palabras fueron un poco difíciles de entender, no había modulado bien.
-Tú... Ya sabes... Quiero decir, ¿te enteraste de eso?-
Dios, nunca tuve tantos problemas para hablar.
Su ceño se frunció, dejó el libro en la mesa y se inclinó un poco más, apoyó sus codos en las rodilals, era como si verme a los ojos de forma profunda le hiciera entender lo que quiero decir.
-¿De qué hablas?- preguntó
-De que tu padre y Marc quieren darle tu puesto a Lester- contesté de forma rápida
Su rostro se relajó, volvió apoyar su espalda en el sofá y asintió.
-Si, lo sé. Lo sabía desde hace un tiempo, pero creo que estaba en negación, me negaba a aceptarlo- rio con amargura
Asentí entendiendo sus palabras, ahora tengo que buscar las palabras correctas para preguntarle si se quiere vengar.
- De todas formas, ¿Cómo sabes tú eso?-
Su pregunta me descolocó, no podía decirle que lo sé gracias a Lester, no puedo traicionar su confianza de esta manera.
-Tengo mis métodos...- contesté
Entendió que no iba a decirle la verdad y no insistió.
-Y ¿no planeas hacer algo para evitar eso?- pregunté
Sonrió de lado, con pena. Palmeó el lugar vacío a su lado, queriendo que me siente allí y le hice caso. Una vez a su lado, agarró mi mano y apoyó su cabeza en mi hombro, como si esta acción le diera contención.
-Ya intenté todo lo que pude, hasta le rogué a mi padre pero no logré nada- confesó
-¿Estás seguro que intentaste todo? No puedes darte por vencido tan fácil, no solo por ti sino también por Lester-
Su silencio me hizo enojar.
-Dios mío, Neyén. ¿No quieres vengarte? Marc te está arruinando la vida, no solo a ti y ¿estás así sin más?- elevé el tono de voz mientras me alejaba un poco de él
-Tendría que estar muerto, no te limites en tu venganza- expresé
-¿Muerto? ¿De qué hablas, Tanea? ¿Cómo puedes pensar eso?- preguntó atónito
-¿No lo quieres muerto? ¿No sería mejor así?- pregunté sintiendo como mi párpado derecho temblaba por tantas emisiones juntas
- No, es mi hermano-
Me puse de pie ante esa respuesta. Era tanto el enojo que no sabía como controlarlo, ya manejaba mi cuerpo.
-Te arruinó tu vida y no solo la tuya...- murmuré rascando mi cuello con agresividad
-Mira, sé que esto no es lo único que te ha hecho, tú sabrás muy bien lo que te hizo. Si tú no haces nada, está bien, pero yo no me voy a quedar de brazos cruzados- señalé antes de salir de la oficina escuchando como me llamaba de forma repetida.
Me enoja y duele que no haga nada. Si lo que haré genera que lo pierda, me dolerá, pero haré justicia, por Mar, él y yo.
No puedo elegir entre la venganza y el amor porque están entrelazados, son uno mismo.