Contrato Aceptado....Corazón Flechado

La luz del sol entraba débilmente por la ventana... Las amplias cortinas impedían que entrara a raudales su luz, pero aún así, Vicky puso percibir la claridad... Abrió despacio los ojos... agitó varias veces sus negras y largas pestañas para alejar cualquier atisbo de sueño que quedará en sus párpados... lo primero que notó fue que no estaba en su habitación... apretó el edredón contra su cuerpo... temía mirar abajo de este... ¿Qué había sucedido la noche anterior?

Trago saliva torpemente y fue girando despacio la cabeza... ¿Él estaría a su lado?

¡No! ¡Él no estaba! Suspiró aliviada... Pero a la vez le quedaba una sensación desanimada en su cuerpo... ¿Qué hubiera querido que pasara?

Sacudió la cabeza como si así pudiera apartar sus pensamientos lujuriosos... Miró bajo el edredón entonces... ¡ufff! Aún llevaba el vestido que usó después de la ceremonia.

¿Pero dónde estaba?

Toc...toc...

Su cuerpo se tensó instintivamente al sentir que alguien llamaba...

- ¿Puedo entrar? - ¡Era él! Lo pensó unos segundos - ¿Aún duermes?

- No, puedes pasar. - se sentó en la cama sin retirar del todo el edredón.

- ¡Pensé que dormirás todo el día! - se dejó ver, en su mano cargaba una pequeña bandeja con un soliflor portando una rosa roja y algunos alimentos - Te he traído el desayuno

Él no dejaba de sonreírle. Ella, por otro lado, estaba algo sorprendida... Lo de llevarle el desayuno a la cama no estaba en su contrato.

- Gracias... Puedes dejarlo allí - señaló una mesita en un rincón de la habitación

- Prefería comerlo contigo... Si no te molesta claro

Abrió un poco los ojos...

- ¡Prefiero no hacerlo! Pero si no me dejas opción, entonces comamos juntos.

Entonces se levantó de la cama... No le era agradable que le vieran así tan desaliñada

- Me iré a duchar - apenas había dado unos pasos cuando se volteó y le miró con el ceño fruncido - ¿Me e traído algo de ropa?

Él soltó una risita divertida

- No tienes nada de que preocuparte mientras yo esté cerca de ti...me hice cargo de todo lo necesario.

Sí que le daba paz saber eso... Pero nadie había cuidado mucho de ella, así que ahora se le hacía un poco raro.

Un rato después salió del baño con el cabello aún húmedo ... Lo frotaba con una toalla. Su rostro no tenía nada de maquillaje lo que la hacía verse más linda aún. Se había puesto unos jeans bastante ajustados y una camiseta sin mangas algo suelta...los pies descalzos sobre la alfombra que cubría el piso de la habitación... José Carlos no podía dejar de mirarla ...

- ¿Qué me ves? - le preguntó algo desafiante

- Lo hermosa que luces hasta sin maquillaje...

Victoria no se esperaba aquellas palabras, así que se sintió algo sacada de sí...

- Estamos solos, no tienes que fingir aquí ser el esposo perfecto... - volvió al baño para colgar la toalla mojada y volvió a dónde el estaba

- ¿Y qué pasa si no estoy fingiendo? - le sirvió café mientras que ella alzaba las cejas. - Dime... ¿qué pasa si realmente quisiera ser ese esposo para ti?

- Primeramente - dijo luego de unos segundos de silencio donde ambos intercambiaron miradas - Dime donde estamos y como llegamos hasta aquí

- No sabes beber, así que mantente alejada del champán para la próxima vez.

Dio un sorbo a su café aún caliente con una enorme paciencia sin dejar de verle.

- No respondes a todas mis preguntas... Además necesitaba beber más de lo normal para poder soportar el momento que vivía...

- ¿Tan incómodo te resultó convertirte en la señora Hansen? - entrecerró los ojos que ya de por sí, eran rasgados.

- Diría que fue un momento casi insoportable, sentía que apenas podía respirar... Nunca me han gustado los circos, odio a los payasos...

Ella pinchó algo de fruta y la llevo a su boca de una manera casi seductora...

Él la miraba como si quisiera leer su alma...de vez en vez bebía el negro líquido...

- No te traje por las fuerzas si es lo que piensas, ni me aproveché de tu incapacidad mental debido al alcohol...

- ¡Lo sé! De ser así hoy tu rostro estuviera lleno de hematomas y arañazos

José Carlos solo una risa algo contagiosa porque ella también comenzó a reír de sus propias palabras

Era un momento muy cálido el que vivían ambos aquella mañana... sentían placer de la compañía a pesar de sus diferencias...

- ¿Paseamos un rato? - le invitó el de pronto - Podemos aprovechar que estamos de vacaciones

Ella se quedó pensativa, era una finca hermosa donde se encontraban... O al menos eso parecía desde el balcón de su habitación...

- ¡Claro! Vamos a recorrer el lugar... Me parece interesante

Y sin mucha dilatación ambos salieron a recorrer el lugar...

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- ¿Sabes montar a caballo? - le pregunto entrando al establo donde habían varios ejemplares de puras sangres

- La verdad es que no, nunca he estado ni siquiera cerca de uno.

- Pues hoy lo harás

- ¿Qué? - dijo asombrada - ¿Estás loco? ¡Volare por el aire si subo a uno!

José Carlos entro a uno de los cuartos del establo donde había un bellísimo caballo de negro pelaje...

- El es Azabache - le acarició el rostro al corsel - Era el caballo que siempre montaba mi madre cuando veníamos aquí

- ¿Me estás diciendo que estoy es tuyo? - miró todo sorprendida

- ¡Así es! - acariciaba al caballo con un cariño enorme - ¿Te gustaría cabalgar en él?

- La verdad es que me da un poco de temor...

- Yo te enseñaré, no temas.

Entonces salieron con el caballo listo para la cabalgata... Fueron hasta el hipódromo de la finca donde entrenaban a jóvenes potros...

- Un pie primero y luego el otro lo elevas por encima, si sientes miedo, el caballo lo percibe... así que relájate

Ella le obedeció en todo y si que disfrutaba del paseo... Un trote ligero... sonreía como una niña feliz...su cabello se movía con el viento...

Detuvo el caballo por las bridas...

- ¡Esto fue fabuloso! - exclamó antes de bajarse

Entonces él la agarró por las caderas para poderla ayudar y ella se dejó caer... Sus cuerpos pegados uno con otro... Sus respiraciones jadeantes...sus alientos entremezclados ... Sus miradas entrecruzadas...

Está vez no iba a resistirse... No podía...bajo un poco su rostro y la besó