ÉLITE II: AMOR INMORAL.

En la cabaña tocan la puerta y lía va y abre, entra Nicholas y la besa tomándola del cuello y pegándola a él, el beso era intenso como toda su relación, ella se aferró a él y él la cargó haciendo que ella enredara sus piernas en sus caderas.

—Me enteré de lo que sucedió, el idiota de Alessandro se ha encargado de regarlo. —Dice Nicholas.

—Se puso como loco y me insultó, pero lo hizo delante de mi familia… —Dice Lia.

—Eso explica los golpes en su cara.—El hombre observa la marca en su brazo y enloquece.

—ahora sí mato a ese desgraciado, maldito idiota. —Dice y trata de salir, pero ella lo detiene.

—A dónde vas. —Pregunta ella.

—A matar a ese hijo de puta, como se atreve a hacerte esto. —Ella lo detiene.

—Tranquilo, no fue nada, mi piel es sensible, lo sabes, siempre tus manos quedan marcadas en mis glúteos después de estar juntos. —Él la abraza.

—Nadie te toca lía y se queda tranquilo. —Ella lo besa y roza su nariz con la de ella.

—Maldito idiota, lo voy a golpear tanto que no lo querrá hacer de nuevo. —Dice y ella lo besa.

—No perdamos el tiempo, mañana me debo ir a una misión que por cierto no es la que quería, ya le avisé al líder y al equipo. —Dice ella.

—Está perfecto, yo atrapare a esos desgraciados, para que nadie perturbe la paz de mi mujer.

—Tu mujer… Ella está en tu casa. —Él le aprieta la nariz.

—Mi mujer está en mis brazos —refuta él, pasan un rato agradable entre besos y mucha pasión, una vez agotados y acostados en la cama él vuelve a hablar.

—Lía… Creo que debemos ir al médico, ya hablé con una muy buena doctora y nos esperará al regresar de la misión —Dice Nicholas y Lia frunce el ceño.

—No entiendo Nicholas, un médico para qué…

—Como que para que, ya debes estar embarazada. —Dice con calma y los ojos de lía se ensanchan.

—Qué dices, estás loco o que…

—Cuando una abejita pica a una flor con su aguijón… —Comienza y Lia lo golpea.

—Idiota, tú estás casado, además tengo el trabajo más peligroso del mundo. —Dice ella.

—Y tu hombre es Nicholas Eliot Windsor, yo te protejo. —Dice riendo.

—No te hagas el chistoso, además tranquilo, yo estoy tomando las píldoras, están en mi bolso genio. —Dice y Nicholas se ríe.

—Estas… —Muestra un frasco de pastillas.

—No, esas no. Estas — busca el frasco y no es igual, pero las pastillas si son iguales, Nicholas se ríe.

—Las mandé a hacer iguales, idénticas, ahora debemos ir a ver cómo está mi heredero.—Dice sonriendo.

—Hijo de puta, no creas que ganaste aún, yo me siento muy bien—Responde ella.

—Debemos ir lía…

—Te voy a matar si estoy embarazada, no puedo, ahora estoy en el ojo del huracán, tú eres casado y cuando mi familia se entere estarás muerto. —Grita ella.

—Calma, todo tiene solución, tenemos dos meses juntos… —Dice él.

—Dos meses o sea que tengo dos meses. —Él niega riendo.

—Apenas las cambié este mes.

—Nicholas, por favor no puedo estar embarazada, estás ca— sa— do, entiendes, él se ríe y le muestra un documento.

—por poco tiempo mi diosa, lo que no tolero es al idiota de Alessandro detrás de ti y llamándome para preguntarme si he visto algo raro. —Ella sonríe.

—Ya no tenemos nada, así no lo entienda, no lo tenemos, soy soltera. —Nicholas se carcajea.

—Mentirosa, no eres soltera, eres mía, mi diosa. —Ella se levanta desnuda y toca su vientre frente al espejo a ver si se aprecia algo raro.

—No… Ves, Yo sabría si estoy embarazada y no lo estoy. —Se mete a la cama de nuevo.

—Sabes que disparo muy bien. —Dice y se ríe y ella le alza una ceja.

—Cuantos años llevas casado y no tienes hijos—Pregunta con una sonrisa irónica.

—Ya te dije ese matrimonio, es todo menos eso, además me protejo siempre. —Dice y ella abre sus ojos

—Mentiroso, conmigo no lo hiciste

—Obvio no, a ti te quiero atar a mí. —Dice con tranquilidad.

—Idiota.

—tu idiota.

—Iremos al médico y luego a la tienda de bebes. —Ella niega riendo.

—No estoy embarazada, llamaré a Hanna, mi doctora, me hice un chequeo de rutina hace dos días, la llamaré mañana antes de la misión para ver si tengo algo. —Dice lía.

—Dame su número, yo quiero saber capaz y te enteras y huyes de mí y te veo en cuatro años. —Ella se parte a reír.

—Deja de ver novelas, yo no soy de huir, mostraría mi pancita orgullosa, aquí cerca de todos y si necesito un padre soltero busco uno y ya.—Dice y él la toma de la barbilla.

—No digas idioteces, es mío y estarás conmigo.

—Estas… —Comienza ella.

—Lo sé casado, no por mucho.

—Eso no quita que me engañes como lo haces con tu esposa.

—Es diferente mi diosa, esa boda fue una trampa, engañó a todos haciendo creer que abuse de ella y mi abuelo me casó. —Dice y ella lo abraza

—Yo hubiese hecho lo mismo, eres tan guapo y sexy y lo tienes tan grande… —Él niega y la besa.

—Pervertida.

—Pero así te traigo loco… Y pensar que odiaba al fósil que me jodía. —, Dice ella.

—Fósil… Oye, soy un dios griego y lo sabes. —Dice y la besa.

—Buenas noches, sexy fósil.

—Buenas noches, mi diosa hermosa. —Dice y la abraza pegándola a su pecho.

El sueño se apodera de ambos y se hunden en un profundo sueño, ella lo abraza y él a ella un momento tan mágico, pero todo lo bueno no dirá para siempre.

A la mañana siguiente ella se levanta y se prepara, él le hace un desayuno y comen juntos.

—Préstame tu teléfono. —Pide Él.

—Para qué.

—Dime el contacto de la doctora. —Pide y el guarda el contacto en su teléfono y toma el suyo para tomar una foto de ellos juntos.

La mujer sale junto a él, y este le da un beso antes de que cada uno se vaya a su misión.

—Cuídate, al regresar hablaré con tu familia, el divorcio está en marcha, pero no esperaré para mostrarme y dejar de escondernos. —Ella frunce el ceño confundido.

—Porque haces esto.

—Porque eres mía, solo mía y no te vas a escapar. —Un beso, sella el momento y luego ella dirige al comando para comenzar la misión.

Una hora más tarde, emperatriz está delante de todos dando órdenes.

—No iremos con los mafiosos unidos, en cambio, iremos a ver la desaparición de los universitarios en Londres, es un trabajo fácil, andando. —Dice y reina habla.

—Ya vuelvo llamaré a mi madre y regreso. —Stefania hace una llamada y Lia se prepara para subir

—Listo, ahora suban, me llegó información que están secuestrados en ese lugar, llegamos, los sacamos y salimos, es fácil.

Todos asienten y el jet sale rumbo a Londres.