Voy A Vencer Mis Miedos

Meses después finalmente Isela consiguió graduarse, obtener un título académico que le permitía mostrar ante todos que no importa la edad siempre puedes hacer lo que te gusta.

Celebrando feliz a lado de sus hijos, Sam, Adrián y Cristina, pues luego de más de 6 meses de salidas está aceptó ser novia de Adrián, aun no vivían juntos pero entre ellos las cosas marchaban sobre ruedas, una pequeña cena era el acompañamiento perfecto en esta celebración.

Harían una fiesta pero esta seria en un mes ya que Keyla también obtendría su titulo después de algunos contratiempos, así que decidieron hacer una sola celebración.

Mientras tanto Sam junto a su cómplice suegra organizaban la pedida de matrimonio a Keyla. Sam estaba seguro que era el mejor momento amaba a Keyla y su deseo de compartir una vida con ella casa día era más clara, así que se ánimo a pedir ayuda para hacer la pedida de mano, y que mejor ocasión que toda la familia y amigos reunidos.

Sam con la ayuda de Isela compro el anillo, flores y organizo todo, desde la música, fuegos artificiales y noche romántica para ellos en el hotel.

Él día llego Isela escogió un vestido azul oscuro con escote corazón y la falda larga y lisa junto a sus tacones, peinado elegante dejando ver que ella era muy hermosa a su edad se veía muy joven y llena de vida.

Keyla por su parte eligió un vestido vino con escote profundo en la espalda y abertura en la pierna derecha, tacones plateados y aretes a juego. Sin duda se veía hermosa, estaba muy feliz, porque después de tanto tiempo finalmente veía el fruto de todos sus esfuerzos.

Tenía todo lo que deseaba en ese momento, amor que aunque no lo imagino así desde que conoció a Sam su vida le cambio por completo a su lado siempre pudo ser ella misma, sin mascaras, sin esconder nada, sus miedos, tristezas y sueños todo lo compartió con el, estaba segura a su lado y esperaba tener muchos años más de felicidad juntos.

Jefferson una vez listas las llevo al lugar donde celebrarian su graduación, amigos y familiares cercanos fueron llegando, Sam que ya se encontraba en el lugar estaba últimando todos los detalles, quería que fuera perfecta la noche, inolvidable para ser exacto.

Al estar casi todos los invitados empezaron a brindar por las graduadas y darles unas que otras felicitaciones, bailaron rieron y bebieron un poco, la noche era joven aún, cerca de la media noche la música suave empezó a sonar, Sam llevo a Keyla a la pista de baile mientras reían y se sentían esa extraña conexión que desde el día uno lo unió.

Estaban tan sumergidos en su mundo, que Keyla lo se fijo que en la pista solo ellos estaban bailando, dos corazones latiendo a un solo compás cuando de repente sonaron los fuegos artificiales, keyka y da dejaron de bailar. Sam soltó su mano mientras Keyla observaba con una gran sonrisa todo el espectáculo en el cielo, estos momentos le parecian hermosos aunque no imaginaba que eran para ella hasta el momento que se volteo y vio a Sam arrodillado con una ramo de flores en una mano y en la otra un anillo. Atrás de el un hermoso cartel que decia casate conmigo.

Keyla no pudo más, todo aquello fue más de lo que una vez podia soñar, amaba a ese hombre que tenía al frente, estaba segura que a su lado sería inmensamente feliz, así que no lo dudo y acepto con unas lágrimas en los ojos.

Sam le entregó las flores y le puso el anillo para luego levántese y besar lentamente a su ahora prometida. La noche se volvió aun más especial porque tenían muchos motivos para celebrar.

No solo habían cumplido con una meta profesional sino personal, dejando el doloroso pasado atrás.

La noche continuo para los invitados, Isela, Adrián y Cristina se divertian bailando y riendo, junto a todos, Jefferson estaba ahí con su novia, mientras tanto Sam y Keyla se habían ido a celebrar su compromiso.

Los besos y los abrazos llenos de amor, ternura y pasión iban y venían, Sam recorría la piel de su amada con mucha ternura, no era la primera vez que estaban juntos pero si una de las noches más importantes porque ahora empezarian a planificar una vida juntos como pareja para formar una familia.

Esa noche de entrega perfecta, en la que dos almas se unían y se complementaban, dieron vida a un nuevo ser.

Los siguientes dos meses planificaron a detalle la boda decidieron por algo íntimo y sencillo. Lo cual les permitió tener todo a su gusto.

Así que llegó la fecha esperada un día, antes ya habían firmado los documentos ante el juez, por lo tanto ya eran esposos, solo faltaba la boda por la iglesia.

Llegó la hora, Sam esperaba en el altar mientras Keyla entró del brazo de us madre, la ceremonia fue tranquila y dieron el esperado si acepto, intercambiaron los anillos y el beso que sellaba su unión.

Los pocos invitados disfrutaban de la hermosa noche, junto a los ahora esposos, Isela veía a su hija como ahora formaba su propio hogar, le dolía no lo negaba pero era parte de la vida dejar volar a los hijos con sus propias alas, le deseaba un matrimonio feliz, no perfecto pero si uno en donde pudieran solucionar los problemas y amarse aún en los días grises.

A su lado Adrián le animaba, le había propuesto matrimonio, Isela se había negado a casarse nuevamente pero no a la idea de compartir una vida con el, y actualmente ya vivían juntos.

Jefferson por su parte seguía con su novia, ahora estaba a punto de mudarse con ella.

Isela veía que su vida como madre abnegada había cumplido su ciclo, ahora vivía para ella junto a su pareja y Cristina.

Adrián era un buen compañero que no la limitó y le permitió seguir haciendo lo que le gustaba.

Los días grises habían terminado hace mucho, tanto que parecían tan lejanos, enfrentarse a sus miedos fue una de los obstáculos más difíciles de enfrentar, sabía que sin el apoyo de todos, ellos no hubiera logrado ser lo que es ahora.

Una mujer libre de su pasado, con metas, sueños y esperanzas de que se merecía todo lo bueno que el mundo le ofrece.