ELUCIBETH, NO NACE MUDA TODO ES PRODUCTO DEL ACCIONAR INHUMANO DE SU MADRASTRA.
LA VENDE COMO YEGUA DE CRÍA A UNA FAMILIA PODEROSA.
ELUCIBETH TIEMBLA DE MIEDO, EL HOMBRE DESTINADO ES UN HOMBRE CRUEL Y SIN CORAZÓN.
JAMÁS IMAGINÓ QUE EL MISMO HOMBRE LA HARÍA SENTIRSE VALIOSA Y AMADA
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Capitulo 19. Ideas enfermas
Después de casi reventarle el teléfono, Thiara por fin respondió la llamada.
"¡Que quieres Carlota!" Dijo agitada, sin dejar de mover sus pies a gran velocidad.
"Thiara, tu madre se desmayó. Ve rápido a su habitación y auxíliala"
"¿Por qué se desamayó?"
"Al parecer la noticia que le dí le impactó mucho"
Thiara rodó los ojos enojada.
"¿Tanto alboroto por eso?. Sólo fue la impresión y ya. Le pasa siempre con la noticias fuertes. ¡No vuelvas a molestar!, tengo muchas cosas más importantes que atender."
Antes de que Carlota dijera una frase Thiara colgó y guardó el teléfono sin dejar de maldecir. Se apresuró a entrar al hospital.
Irritada preguntó en la recepción por la habitación de su novio.
Cuando obtuvo la repuesta corrió hasta el ascensor y marcó el piso.
Angustiada se encaminó hasta el cuarto de Jhonny.
"¿Cariño, que fué lo que te pasó?" Susurró Thiara estupefacta ni bien lo vió. El rostro de Jhonny estaba deformado por los hematomas, que apenas un ojo permanecía casi abierto.
"Mi tío despertó y me molió a golpes".
El cuerpo de Thiara se estremeció. Sus grandes pestañas se agitaron varias veces mientras mantenía la boca abierta.
"Esto es imposible. No lo creo"
"Pues créelo, estas marcas en mi cuerpo son la cruda evidencia de su ira"
"Es una maldita bestia, ¿Y cómo se enteró?"
"Tenía cámaras de seguridad de tamaño de un frejol que pasó muy desapercibido"
"¡Maldición!" Chilló la mujer. "¿Y tu por qué demonios no te defendiste?. ¿Por qué dejaste que te golpeara como una bolsa de boxeo?".
"Se ve que no conoces bien a mi tío. Es un villano sin corazón, fuerte, temible y sobretodo poderoso. Creo que hasta es un mafioso. Pensé que iba a morir ese rato".
Thiara hizo coraje y se mordió las uñas mientras caminaba de aquí allá.
"Debes buscar la manera de deshacerte de El"
"Lo sé. Mi padre llegará en unos días, estoy seguro que con su ayuda las cosas serán mucho mas fáciles". Ajustó la mandíbula y se llenó de ira. "Bryan me va a pagar muy caro por esta humillación".
"Eso espero, si es que todavía no te mata". Se burló.
Jhonny le dedicó una mirada furiosa por su irónico comentario y Thiara torció la boca.
Hubo un silencio sepulcral por unos instantes.
Pero el silencio duró poco gracias a las enormes risotadas que llenaron la habitación.
Jhonny frunció el cejo sin dejar de ver el rostro sonriente de su novia. "¿Que te pasa? ¿Acaso enloqueciste?"
"Se me ocurrió una brillante idea"
"Que idea"
"La tal Elucibeth, nos va a servir muchísimo"
"Explícate" Susurró ansioso.
"Cariño mío, aunque me duela, tendré que aventarte a brazos de ésa"
"Habla de una vez por todas Thiara, me estás poniendo mas ansioso".
"Mi amor, tendrás que fingir que terminaste conmigo porque te diste cuenta que aún amas a esa chiquita y quieres recuperarla, vas a mostrar que estás muy, pero muy arrepentido. Tendrás que usar tus mejores talentos tesoro, para persuadirla de que se deshaga del engendro si es que está preñada. La usarás para envenenar a Bryan pintándole un futuro brillante solo para los dos y asunto solucionado. Ya ves tú, de que forma lo haces, sólo no seas tán estúpido para exponerte".
"Tienes una mentecita brillante mi amor, me gusta la idea". Sonrió Jhonny.
"Te aseguro que esa tonta va a caer rendida. Es demasiada ingenua y vulnerable"
Thiara se sentó a la orilla de la cama sin dejar de sonreír. Jhonny cogió su huesuda mano y plasmó un casto beso.
Por otro lado, una tímida Elucibeth apenas había terminado de comer. Se sentía demasiada incómoda al tener a Bryan sentado como un gran monarca, vigilándola desde su trono con detenimiento mientras ella comía.
"Dime muchacha. ¿Quién te hizo daño?" Preguntó sin dejar de fruncir el ceño.
Elucibeth apretó las sábanas con mucha fuerza viendo hacia la nada. Recordar era extremadamente doloroso de resistir.
"¡No me digas que ese imbécil te lastimó!". Gruñó enojado.
El rostro extrañado de la joven se giró de inmediato para verlo.
Su blanca y hermosa cara mostró confusión, no tenía idea a quién se estaba refiriendo.
Cuando por fin se animó a preguntar, alguien llamó a la puerta dejando a Elucibeth con la mano extendida en el aire.
"Señor, los médicos llegaron". Informó Dreshel.
"Bien, que pasen".
Cuando Elucibeth vió a los profesionales sintió un poco de miedo, después de la última vez les agarró pavor.
"Tranquila, no estés nerviosa, tomarán un poco de sangre y te harán un chequeo eso es todo" La voz de Bryan trató de sonar tranquilizadora.
Las cuatro personas de blanco saludaron respetuosamente e instalaron sus equipos y empezaron con el procedimiento. La enfermera, tomó una muestra de sangre del brazo de Elucibeth y se lo entregó al médico. Este segundo se encargó de separar el plasma, mientras que el otro hombre se encargaba de revisar a la joven.
"Joven Bryan" habló el hematólogo. "Será mejor que también empiece con usted"
"Después" Respondió frío, sin dejar de ver a Elucibeth.
Sus hombres de traje fruncieron el cejo y se miraron las caras, jamás habían visto a su jefe tan nervioso e impaciente. Por lo general tenía un carácter de acero, impenetrable e indescifrable.
Pero ahora, sus pies se movian impacientes mientras cruzaba los brazos y mantenía clavada la mirada en la figura serena de la joven mujer.
Desalmada asesinas sin el minimo escrúpulo