Liliana es una joven a la cual se le ha presentado la oportunidad de trabajar en una de las mejores empresas de la ciudad. El trabajo lo necesitaba tanto que hará lo que sea necesario para mantenerlo... Pero con lo que ella no contaba, era que se volvería el blanco del jefe, volviéndose una presa fácil para el despiadado. Sr Dominante.
NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Una cena
Manhattan Weddings. Es uno de los restaurantes más exclusivos de New York. Y aquí estoy yo, sentada en él con el hombre más atractivo que al menos mis ojos han visto, ni me fío de los demás.
Este restaurante siempre ha contado con reservación con anterioridad, y es muy difícil conseguirla. Cuando entramos aquí ese fue mi primer temor, pero mi mandíbula casi cae al suelo al ver que cuando llegamos y la camarera vio a Alejandro, nos llevó de inmediato a una mesa privada en un lugar totalmente privado.
A lo lejos muy lejos de nosotros podía ver algunas miradas curiosas que no miraban con suma curiosidad, eso hizo que me sintiera un poco nerviosa.
—Alejandro— Llamó su atención para poder preguntarle lo que deseo. —¿Por qué nos miran tanto de esa manera?—
Él ni siquiera observa a su alrededor, solo me presta más atención mirándome fijamente, y una mirada que me hace estremecer.
—No los culpo, y es que eres la mujer más hermosa de todo el lugar— sus palabras hicieron que mis mejillas ardieran. A pesar de su cumplido yo sabía que no era por eso que nos miraban de esa manera.
Era por qué Alejandro Valero se encontraba en el lugar. Luciendo lo suficientemente llamativo como para pasar desapercibido. Siendo ese caballero que es, me acercó la silla para qué me sentará y, tomo asiento frente a mí.
Cuando nos trajeron la carta la tomé y la coloqué enfrente a mí, me tape un poco, ya que necesitaba con urgencia desaparecer para su mirada tan penetrante.
A pesar de que este hombre me intimida mucho, me siento feliz de tenerlo a mi lado. Antes de el solo veía oscuridad y un pozo sin fin, y desde que él apareció en mi vida con ese brillo tan intensamente, la oscuridad se empieza a disipar.
Solo me queda por disfrutar de lo que está. Porque ¿Hasta cuando permanecerá siendo lo que necesito? No lo sé, tampoco me interesa preguntarle, vivo el presente como lo necesito.
Levanté la mirada del menú para volver a encontrarme con esos ojos diabólicos y seductores. Nuestras miradas se perdieron y hablaron por si solas, y en los de él pude ver que me pedía una oportunidad. Una para descubrir lo que hay a través de esos ojos grises e intrigantes qué tiene. Una oportunidad para salvarlos tanto como yo quiero ser salvada.
—No puedo describir lo realmente hermosa y sexy que te ves la noche de hoy— su cumplido sin dejar de mirarme a los ojos es algo indescriptible.
—Gracias, tú no te quedas atrás, eres demasiado atractivo— le confesé tratando de que el rubor sé mis mejillas no fuera tan notorio. —Y tus ojos. Simplemente hermosos— reí un poco ante lo que acababa de decir. ¿Por qué dije eso? No sé, pero no falta nada para declararle mi amor por él.
Levanta una ceja mientras me da una fabulosa sonrisa. —Estoy empezando a creer que tienes una extraña obsesión con mis ojos—
La tenía, y no habría forma alguna de que él logrará que lo admitiera. Pero solo quise seguir jugando con su cordura.
—¿Qué te hace pensar algo así?—
—Eso fue lo primero que me dijiste cuando nos conocimos en el club— su sonrisa se hizo completa al notar algo de pena en mí, él sabe perfectamente cómo intimidarme.
—Para mi defensa estaba borracha y no sabía lo que decía— digo tomando un sorbo de agua. —No creí que recordabas eso—
Ahora lo que me llamó su atención fue su leve carcajada. —No puedo olvidar ni un segundo que he pasado contigo, Liliana—
Él no tiene ni idea de las ganas que tengo de lanzarme sobre él por ser tan encantador.
Lo miré fijamente con miedo de que esto fuera un sueño, uno en medio de mis pesadillas, no quería despertar y sufrir de nuevo. No otra vez.
—Alejandro— dije en medio de un suspiro cansado y lo vi recomponerse y su hermosa sonrisa borrarse al oír mi cambio de tono. —Sé que esto ha sido muy entretenido, pero... No creo que esto funcione—
—¿Por qué dices algo así, liliana?— su rostro ahora no mostraba ninguna emoción.
Cada vez que sus labios pronuncian mi nombre, mi cuerpo entero tiembla. Realmente necesito que deje de decir mi nombre. Incluso ahora cuando ya no hay nada erótico entre nosotros, no pude evitar sentirme excitada.
»Estoy completamente jodida«
—Eres mi jefe— suspiro. —Y no quiero que ni tú ni otras personas piensen que hago esto solo para ascender— y es que solo basta mirar las caras que me hacen cuando estoy en la oficina junto a él. Y eso que allá somos totalmente profesionales. Ni siquiera me quiero imaginar lo que dirán si nos vieran ahora mismo. —Sé que es muy bonito ahora, pero llegará el día en que te vayas de mi lado cuando hayas conseguido algo mejor, y estoy segura de que eso sucederá. Este trabajo es todo para mí, he trabajado muy duro para conseguirlo. Entonces cuando me deseches ¿Qué pasará con todo lo que luché por tenerlo? Eso es lo que me tiene así tan quisquillosa, no puedo permitirme arruinarlo solo porque me deseas—
Por un momento no hubo nada más que un silencio, parecía estar procesando mis palabras, o quizás admitiendo dentro de él que tenía algo de razón en todo lo que dije. En ese momento llegó la camarera para tomar nuestros pedidos.
Le agradezco en mi mente porque la situación se estaba volviendo incómoda. Tomé el menú de nuevo, lo revisé solo para tener algo que hacer y no mirarlo, pedi lo primero que vi en el menú.
—Me gustaría una lasaña, por favor—
Ella asintió y se volvió hacia Alejandro. —¿Algo para usted, señor?—
—Lo mismo que ella— tomando los menús, la camarera nos dejó nuevamente solos.
—Entiendo perfectamente a lo que te refieres, Liliana— dijo tomando mi mano sobre la mesa. —Tú sabes perfectamente que lo nuestro empezó antes de que empezaras a trabajar para mí, te quise antes de eso, no me diste antes la oportunidad porque tienes la tendencia de huir antes que pueda expresarme contigo— me volvió a regalar una sonrisa perfecta, una para aliviar la tensión que de un momento a otro se creó.
—Mejor disfrutemos de esta cena y simplemente no nos preocupemos de lo que pasará después, yo sé lo que quiero y estoy dispuesto a llevarlo a como tú me lo pidas, Solo te pido que me dejes también intentarlo. Si te soy sincero lo que ahora más deseo es besarte y volverte a ser mía—
¡Cielo santo!
Pude notar en sus ojos que estos se oscurecieron, brillando con lujuria.
Mi respiración se detuvo por un momento, porque sin quererlo pensar tanto, yo también deseaba besarlo y hacer lo mío de nuevo..