MATRIMONIO ARREGLADO.

'Narradora '

Aunque se lo repetirán más de 10 veces, ella aún no podía creer lo que oía. ¡Su ya esposo le estaba pidiendo matrimonio! solo que esta ves, no había un contrato de por medio que lo obligará a hacerlo.

- ¿Amor? - Habló nuevamente Sam al ver que su amada esposa no reaccionaba. - Dime algo, aunque sea rechazame si no quieres pero por favor, no te quedes en silencio. - Dijo desesperado para luego ver brotar las lágrimas en los ojos de su amada. - *Diana..

- ¡CLARO QUE SI*! - Gritó feliz la joven mientras se abalanzaba a él y caían ambos a el piso.- ¡Claro que quiero casarme contigo! - dijo una ves más mientras las lágrimas salían y su llanto de felicidad se oía. - No sabes lo feliz que me hace tu propuesta, cariño.- Añadió y él sonrió con ternura para luego tomar su mano como pudiera y colocar el hermoso anillo de compromiso en su dedo.

- Me haces feliz, amor mio, no sabes cuanto pensé en que hacer si me rechazabas.- comentó él mientras ella reía y negaba para luego tomarlo de sus mejillas y estampar sus labios contra los suyos, comenzando con un tierno beso, el cual poco a poco fue intensificandose.

La falta de aire los obligó a romper su cercanía y ambos se separaron mientras respiraban con dificultad pero aun así, mantenían en sus rostros la típica sonrisa de enamorados.

Volvieron a unirse en un beso y sin pensar en que esto pudiera llevarlos a las consecuencias, ambos se abrazaron permitiendo que sus cuerpos se juntaran más de lo que podían.

Estaba claro que él la deseaba, pero aun así.. mantendría su palabra de esperar a que ella se lo pidiera, a que ella le dijera que quería hacer el amor con él. Pues actuar en un momento como este, quizás le daría a entender a ella que esas fueron siempre sus intenciones y que se aprovecharía de el momento.

- Cariño, no tienes una idea de cuanto me encantan tus labios y besarlos es como estar en el mejor sueño de mi vida. -comentó él mientras hacía un poco de distancia en ambos.- Pero también tienen un magnífico poder sobre mi cuerpo y creo que continuar de esta manera simplemente seria dejarme llevar por mis deseos y terminaría haciéndote completamente mía, como tanto lo he anhelado.- añadió y ella sonrió para luego enredar sus manos en el cuello de su esposo.

- Pues creo que jamás encontraremos un momento tan adecuado como este.- Respondió ella obteniendo a cambio la mirada sorprendida de su esposo.- Sam, quiero ser tuya, como así también quiero sentirte mío.- Añadió y él sonrió con dulzura para luego acariciar su mejilla.

- Es lo que más deseo, pero no en este momento, amor.- respondió y ella lo ve con cara de ¿Porque? - *Estas feliz por la Propuesta y quizás también por las sorpresas que te he dado, no quiero que me pagues con tu cuerpo por haber hecho esto, porque lo hice con todo el amor que llevo en mi corazón y sin esperar recibir nada a cambio.

- Se lo que piensas y créeme que si estoy aceptando a que me hagas el amor ahora, no lo hago porque siento que estoy en deuda contigo, lo hago porque es lo que planeaba de darte como regalo de aniversario*.- contestó ella y él la vio con confusión. - *Debajo de este hermoso vestido, llevo puesto un conjunto que supuse te gustaría.

- ¿Pero como es que..?

- No lo sabía y la verdad es que tampoco imaginaba que tuvieras todo esto preparado para mi*.- lo interrumpió mientras veía todo a su alrededor.- Lo que si era claro es que luego de la supuesta cita te haría recordar de que era nuestro aniversario, te torturaria por un breve momento para que te disculparas por tu olvido y luego me entregaría a ti, con todo lo que soy, dispuesta a darte todo lo que tengo.- Añadió y él sonríe nuevamente con ternura para luego dejar un corto beso en sus labios.

- ¿Estas segura de esto? ¿No vas a arrepentirte luego? - preguntó una y otra ves.

- *Sam, si te sigues negando a complacerme.. pensar que quien no quiere estar conmigo eres tu y si eso es así..

- ¡NO No No No! por supuesto que quiero hacer el amor contigo, lo esperé desde el primer día en el que te conocí.- respondió apresurado mientras la tomaba de su cintura y la acercaba más a su cuerpo.- *Es solo que el hecho de que pienses mal de mi y me quieras dejar, me asusta demasiado y..

- Shh*..- Lo interrumpió ella mientras colocaba su dedo índice en los labios de su esposo.- No digas nada más, solo hazme el amor. - Añadió. Él, luego de verla por un breve momento, la toma de ambas mejillas y acorta la distancia entre ambos formando un dulce y tierno beso, uno que ella decidió de corresponder he intensificar mientras bajaba sus manos hasta el primer botón de su camisa y comenzaba a desabrochar la.

Sam la aleja momentáneamente de él para verla a los ojos y notar el mismo deseo que de seguro también cargaba él y vuelve a besarla con desesperación para luego bajar poco a poco el cierre de su vestido dejándolo caer momento después y provocando una sonrisa en Diana.

- Para ser tu primera ves, no tienes nada de vergüenza al mostrarte desnuda delante de mi.- comentó Sam con una sonrisa por lo que ella le devuelve el gesto mientras acaricia su cabello.

- Eres mi esposo ¿Porque motivo o razón debería de avergonzarme al estar completamente desnuda frente a ti? - preguntó y él negó sonriendo.

- No deberías y me alegra saber que no sientes pudor al estar frente a mi de esta manera, me encantas y me alegra saber que confías en mi. - Respondió mientras acariciaba sus mejillas bajando poco a poco hasta sus hombros y seguir hasta llegar a sus cenos. ella gimió al sentir el tacto de su esposo y provocaban que él se exitara más al solo escucharla.

Volvió a besarla con locura, con esa locura que lo hacía desesperar, con esa que no le permitiría tomarse el asunto con calma y la haría suya de una ves y para siempre.

Comenzó a desvestirse a gran velocidad para momento después encontrarse igual que su amada, sin una sola prenda y dejando que ella pudiera apreciar a el hombre que tenía frente a ella en toda su desnudez.

Aprovechando el momento, Diana comenzó a acariciar su torso notando lo bien trabajado que este estaba, sintiendo en sus manos el deseo de no querer dejarlo ir jamás.

Siguió su camino en dirección a su masculinidad y al llegar a esta tocó con su dedo la punta de su miembro logrando que Sam jadeara, volvió a acariciar la punta de su miembro y otro nuevo jadeo escucho por parte de su esposo. Sonrió victoriosa al oírlo gemir para ella y tomó el miembro en su mano comenzando a subir y bajarlo, dándole más placer, sintiendo como un pequeño líquido salía de la punta de su miembro.

- ahh Diana..- gimió él mientras cerraba sus ojos he imaginaba todo lo que ella podría hacerle a partir de ahora. no diría nada, dejaría que su cuerpo la guíe y haga lo que deseara con él, por que si, él estaba dispuesto a dejar que ella tomara el control de su vida.

El gran gemido fue inevitable al sentir como la lengua húmeda de su esposa se paseaba por su miembro, sintiendo como lo degustaba, como le daba placer al solo rosar sus labios con su miembro.

Poco a poco ella introdujo el miembro de su marido en su boca y se fue haciendo de su sabor, sintiendo el temblor en el cuerpo de su amado y la humedad en su intimidad.

Comenzó a mover su cabeza permitiendo que este entrara y saliera de su boca, que tomara la velocidad que quisiera y así fue, Sam la tomo con suavidad de su cabello y fue moviéndose con más velocidad, provocando gemidos no solo en él sino que también en su esposa, quien disfrutaba al sentir la dureza de su esposo en su boca.

Dos embestidas más bastaron para que él se corriera y le permitiera por primera ves saborearlo, sentir el líquido de su esposo esparcirse por su garganta y dándole una sensación única.

Él la puso de pie con sus piernas aún temblando por el gran orgasmo y la dirigió a la cama, dejando que ella cayera allí y el se hiciera lugar entre sus piernas.

La beso en los labios, la beso en su cuello y siguió bajando hasta sus senos, degustandolos, sintiendo como con solo rosarlos con su lengua estas se endurecian haciéndole saber que le estaba dando placer. Siguió bajando muy lentamente por su abdomen, sintiendo como su esposa se estremecía y cuando ya estaba a punto de lograr su cometido, ella sujeto su cabeza entre sus manos y lo obligó a mirarla.

- No tienes que hacer lo mismo por mi, solo deseo sentirte dentro, cariño.- Comentó mientras él se sorprendía.

- Cielo, quiero hacerlo, deseo probarte y no puedes dejar que solo lo desee, déjame hacerlo.- Respondió él ganándose una sonrisa de su esposa.

- Luego lo haces, ahora en verdad deseo tenerte dentro de mi, dándome ese placer con el cual vengo soñando durante mucho tiempo.- Añadió ella por lo que él, a regañadientes sube hasta su rostro y la ve con seriedad.

- ¿*Porque no quieres que lo haga?

- Por que harás que me encienda y luego tendré que dejar a un lado el placer para sentir el dolor de mi primera ves*.- respondió ella y él sonríe.- Quiero que primero me tomes, que mi cuerpo se acostumbre a sentirte y luego.. luego has conmigo lo que quieras. - él la besa con ternura mientras se hace lugar entre sus piernas.

- Será como tu quieras mi amor, será como tu quieras.- respondió para luego frotar su miembro contra el clitoris de su esposa y oírla gemir mientras cerraba sus ojos y se aferraba a su espalda. - ¿*Estas lista?

- Siempre estaré lista para ti*.- Respondió ella ganándose una tierna sonrisa por parte de su esposo y luego un leve dolor en su feminidad.

¡Dolía jodidamente! pero también se sentía genial, estaba entregándose en cuerpo y alma a el amor de su vida y eso hacia que se sintiera aun más especial.

Sam luchaba por no enloquecer al sentir lo estrecha que su esposa estaba, al sentir que cada ves que se hundía un poco más, su miembro tomaba más dureza. Temía no llegar a completar su penetracion ya que la exitacion que tenia podría provocar que se viniera en cualquier momento, que se vaciara completamente dentro de ella con solo penetrarla.

Trato de controlarse pero el deseo en el fue más fuerte y comenzó a embestirla sin darle tiempo a que su amada se acostumbrará a sentirlo.

- ahh Sam..- gimió ella mientras se aferraba con fuerza a la espalda de su esposo y sentía el pequeño dolor que poco a poco iba desapareciendo.- *N-no.. no te detengas, por favor.

- No pienso hacerlo, mi amor*.- respondió él entre gemidos mientras seguía moviéndose cada ves más, con más velocidad, con más placer y con más deseo. - *Te amo, cariño, no sabes cuanto te amo.

- También te amo*.- contestó ella para luego tomar a su esposo de ambas mejillas y besarlo con desesperación y dejar que él la tomara como quisiera, que la hiciera suya de una ves y para siempre.

...