La Bestia Y La Chama

Narra Maximiliano.

Al despertar lo primero que hago es observar a mi lado y sonrió al mirar a esa diosa que reposa entre mis brazos y una sonrisa de mío lado me lleva a recordar como anoche se entregó a mí con pasión , la pego más a mí recordando su cara cuando intentaba convencerme de no dañar su acoplo a mí porque ya se había acostumbrado a mi tamaño... definitivamente la amo con locura y no me equivoco al decir que mi Principessa está loca —sonrió para mí —.

Maximiliano: —ella se mueve entre mis brazos —Buongiorno mia vita ( Buenos días mi vida ), ¿cómo amaneces ? —la miro fijamente y una sonrisa adorna mis labios —.

Kathleen: — ella me mira sonriendo y somnolienta se pega más a mí — Buenos dias amore mio... Feliz , enamorada y con ganas de comerte nuevamente —me mira con una sonrisa pícara— y deseo despertar así entre tus brazos todos los días de mi vida –me besa con ternura–.

Correspondo sus besos y el deseo se hace presente , la agarró por la cabeza, la beso bajando por su cuello y mordiendo con sutileza hasta llegar a sus pechos , los acaricio dejando pequeños mordiscos mientras ella me agarra por el cabello y la nuca ,subiéndome nuevamente a sus labios le muerdo el labio inferior y bajo deseoso por probar nuevamente su femineidad , le beso el vientre mirándola con malicia mientras ella solo sonríe excitada gimiendo y jadeando de una manera exquisita , me abrí paso entre sus piernas, chupando y jugando con mi lengua , sacando mis deseos de probar su esencia, esos que son solo míos... ella gemía fuerte, llenando mi orgullo de macho alfa , subí nuevamente a su boca devorando con ferocidad esos preciosos labios, enloqueciendo cuando dejo mi masculinidad en la entrada de su femineidad, sonrió al ver como ella sola se acomoda y me hace penetrarla , río por la acción que ha hecho mi querida niña... Ella sonríe y hace un gesto de victoria porque sabía que yo no quería penetrarla aún, quería hacerla sufrir un poco, pero es que mi diosa es indomable. Le daba estocadas con rapidez penetrándola con rudeza y disfrutando de sus pechos , esos pechos que me encantan y admito que toda ella me fascina y me llena de lujuria , entrelazamos nuestras manos y nos apoyamos con fuerza cuando sentimos el momento justo del placer, sus gemidos me estremecen y me llenan de orgullo porque son solo mío... pegada a mi oído me dejó saber que soy solo suyo...

Kathleen: —despues de un explosivo gemido pegó su frente a la mía — ¿Dónde coño estuviste todo este tiempo, amore?... te amo ,te amo con mi alma y deseo que todas mis mañanas sean así por favor —me llena de besos—.

Maximiliano : – sonrío al escuchar aquello y aun dentro de ella la abrazo con fuerza — yo estaba aquí esperando encontrarte en ese semáforo para poder hacerte mía... te amo Principessa ,te amo con locura y todas tus mañanas serán así porque are todo lo que me pidas... eres mi diosa y eres mi reina — me la como a besos y salgo despacio de su sexo , haciendo que ella jadee y apoye su cabeza en mi pecho apretando mis brazos, sonrió nuevamente sin dejar de mirarla—.

Kathleen: —ella ríe por lo bajo y sus ojos se humedecen— espero acostumbrarme muy pronto a tu tamaño porque me duele aún —sonríe muy sonrojada y comienza a llorar, dejándome confundido—.

Maximiliano: —la miro con asombro y muy confundido —amore ¿ por qué lloras ? —le agarro su cara entre mis manos haciendo que me mire a los ojos— Dime ¿por qué estás así?

Kathleen: —ella me mira a los ojos— porque me siento feliz... porque me siento en paz... porque siento que por fin encontré lo que tanto estuve esperando y buscando, simplemente porque te amo mi bestia —me besa con ternura , dejándome más que demostrado en ese beso que nos pertenecemos y que siempre seremos uno–.

Luego de una larga ducha con mi diosa, bajamos a desayunar , pero en la cocina nos encontramos con tres donne muy curiosas y con unas sonrisas perspicaz, mi madre fue la primera que nos vio llegar y sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre nosotros llenándonos de besos << a veces llego a pensar que ya mi pobre madre esta loca>> . Caminé directo a donde se encontraba mi pequeña Lucciana, pero no tuve la rapidez suficiente quedando con cara de idiota cuando Kathleen me la quita, yo solo sonreí y me llene de ilusión al mirarla queriendo a mi hija y amándola como si fuera suya. Desayunamos y compartimos un momento agradable con la familia.

La mañana transcurría de manera normal <>, entre charlas con mis mujeres y planes con los caballeros de mi familia fueron pasando las horas de la mañana.

Maximiliano Padre : —sentado en el sofá me mira y bufa— ¿Ya prepararon todo para la recuperación de la mercancía maxi?

Maximiliano: —lo miro con el ceño fruncido y en un tono ofendido hablo — la pregunta ofende padre... sí ya todo está arreglado para que se haga el trabajo, Massimo ya tiene todo resuelto con las cámaras, Luccas y los Dom están encargándose del resto para traerlo de vuelta. — arqueo una ceja y lo miro fijamente– Padre... ¿ no crees que los chicos deberían terminar de estudiar y luego atender los negocios ?

Maximiliano Padre : —sonríe de lado sin dejar de mirarme — claro que lo harán maxi, pero como lo hiciste tú, con clases particulares y profesores de alto nivel ,ya mucho tenemos con estar vigilando a Isabelletta , eso no me tiene tranquilo, pero tu madre insistía en dejarla estudiar como una chica "normal" —hace énfasis en la palabra — como si ella lo fuera —sonreímos — pero ya sabes que a tu madre no se le puede negar nada o me corta los huevos —me mira y sonríe nervioso encogiéndose de hombros —.

Maximiliano: —sonrío porque sé el miedo amoroso que le tiene a mi madre y dirigiéndome a la puerta le hablo —espero no perder el control total de mi vida por temor a que me corten las pelotas —reímos por lo bajo y salimos del despacho—.

Salimos al jardín a ver a nuestras damas y allí estaban todas, riendo y hablando de sus actores turcos <>.

Maximiliano: —carraspeo y las miro a todas hablando con un un tono amenazante — tengo el presentimiento de que en esta casa dejarán de existir los televisores —dirijo mi mirada a Kathleen y la miro con gesto ofendido—.

Kathleen: — ella camina hacia mí sonriendo y me abraza— no te pongas celoso vida mía , que más guapo que tú ninguno... además tú te la pasas en un club rodeado de mujeres y yo no digo nada —me coloca las manos en el pecho y me mira seria—.

Maximiliano: —agarrando su cara entre mis manos— no tienes que decir nada porque solo tengo ojos para tí, porque la única mujer que me apetece mirar y desear es a tí, ellas solo son empleadas que no merecen mi mirada porque solo tengo ojos para ti —me beso con ternura y la abrazo —.

Después de dejarle claro que solo le pertenezco a ella , ríe detrás de mí mi padre y me palmea la espalda...

Maximiliano Padre : —él ríe divertido — ya no tienes vida caballero... y tus pelotas acaban de convertirse en tu tesoro más preciado al momento de decirle que no a algún antojo o capricho que ella diga o quiera — miró a mis hermanos y riendo se acerco a mi madre dejándole un beso y un "Sí querida" y luego me miro riendo de nuevo —.

Quedé con cara de idiota mientras mi madre y ella se rían poniendo cara de póker , mi hermana sonreí y le palmeaba los hombros a mis hermanos mientras Kathleen me abrazaba dejándome respirar su rico aroma, porque unas de las cosas que más me gusta de ella es su aroma , huele a rosas, es un aroma dulce.

Salimos a caminar por los alrededores de la mansión mientras ella cargaba en brazos a mi niña;

Kathleen: —me dedica una mirada de niña malcriada— amore creo que ya es hora de que me des mi teléfono... Ya es justo porque me siento como los Picapiedras —me tomó del brazo y sonrío con ternura—.

Maximiliano: —no pude evitar sonreír — lo sé cariño, por eso vamos a mi despacho luego de acostar a la niña... —dirigí mi vista hacia mi hija — aun no puedo entender cómo contigo se duerme a la primera mientras que conmigo solo llora —devuelvo mi mirada a ella y ella solo ríe , se acerca y me besa suave dejándome con más ganas de sus lindos labios—.

Llegamos al despacho y le indico que se siente en uno de los sofás, ella sonríe maliciosamente y se sienta, yo dejo en su regazo el móvil y un regalo al cual ella solo me dedica una mirada curiosa.

Kathleen: —mira el regalo y sonríe ruborizada — ¿qué es esto, amor? — pregunta con curiosidad—.

Maximiliano: —sonrío y le doy un beso en la mejilla — solo ábrelo mia Regina.

Ella lo abre dejando ver un collar de tres piezas , en una un ángel con el nombre de mi niña , el otro un lobo con mi nombre y el tercero una rosa con su nombre —ella sonríe con los sus ojos cristalizados por lágrimas — para mí ella es mi debilidad como la Bestia que soy . —Me abraza y comiéndome a besos agradeciendo por los detalles —, no puedo negar lo bien que me hace sentir está mujer <>.