renaci en otro tiempo
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capítulo 18
Narrador
Los dos juntos empezaron a hablar de la declaración de guerra. Maón quedó en averiguar por qué tan de repente el Imperio Hordio quiere declarar la guerra. Cuando terminaron, los dos se separaron y cada uno fue a su mansión.
Al día siguiente, cerca de las 8, la mansión estuvo en un profundo silencio. El General se iba a ir directo al desayuno. Mía, por su lado, terminó de preparar el desayuno. Había hecho café con unas facturas de dulce de leche. Fue a la cocina y les dejó a los niños y la abuela y después salió con la preparación para llevarle a su padre. Después de todo, había prometido desayunar con él.
Desayunaron juntos. Después, él fue al campo de entrenamiento para preparar a las tropas y dar la orden de que al día siguiente debían marchar sin él a la frontera con el Imperio Hordio. Mientras ella iba a la tienda.
El camino estuvo tranquilo como siempre. Cuando llegó, las chicas estaban hablando con los modelos, los cuales practicaban la caminata por la pasarela. Todos sonreían y hablaban, que no se dieron cuenta de que Mía estaba a su lado hasta que ella los saludó.
Hola chicos y chicas!!! Veo que se están divirtiendo. - Sonreía mientras hablaba. Le gustaba ese ambiente de trabajo.
-Hola, buenos días señorita Mía. - Todos hicieron una reverencia, haciendo sonrojar a Mía, que no estaba acostumbrada a ese trato.
-Ya chicos, les he dicho que no hagan reverencia. - Dice ella recordándoles.
-Lo siento señorita, pero no podemos hacer eso, después de todo es nuestra jefa e hija del General Winston. - Dicen algunos.
Estaba claro que todos le tenían respeto.
-Bueno, sigan así y practiquen, que mañana será su día de estrellato. - Alentándolos. - Bien, Greyci, Tara, síganme a la oficina.
Las tres fueron a la misma y se sentaron.
-Aquí está el permiso para hacer la pasarela en la plaza. Escuchen, haremos el desfile a la noche. Será espectacular y hará a nuestras prendas famosas.
Las tres revisaron los últimos detalles hasta el mediodía. Mía se fue porque había dicho que debía almorzar con los niños. Se despidieron.
En el camino todo iba bien hasta que sintió un ruido en la parte de afuera. Preguntó al cochero qué sucedía y este le respondió.
-Señorita, no salga. ¡Hay bandidos! Ahora mismo Chung está peleando con ellos y yo iré. No salga de aquí. - Y este, al terminar de decir eso, fue a ayudar a Chung.
Mía salió y vio a 15 hombres vestidos de negro. Chung peleaba con diez mientras que el cochero con cinco.
-Señorita, vuelva adentro. - Responde Chung esquivando el ataque que uno de ellos lanzó.
-No se quedarán con la diversión. - Extrañaba asesinar y pelear. Era hora de mostrar un poco de sus habilidades.
Mía se acercó a Chung que, al verla, allí se enfureció un poco, ya que esta se lanzó al ataque contra cinco, de manera sangrienta.
Apuñaló a dos que querían atacarla. Los demás la miraron sorprendidos. Chung, quien vio esto, se horrorizó por un instante, ya que sentía el aura sangrienta de Mía.
Ella sonreía mientras le daba corte a los siguientes que se enfrentaron.
"¿Cómo es posible esto?", pensaba uno de los bandidos.
"Ups, no quería hacer eso, pero ya es tarde", se dijo a sí misma y siguió peleando.
"¡Ahhh!", gritó uno de repente. Los demás dieron un vistazo. Este estaba en el suelo, gritando con una aguja en las piernas. Se escuchó otro grito. Estaba tirado, no se podía mover y así sucesivamente cayeron, hasta que todos se quedaron en el suelo.
Mía decidió desmayarlos y entrarlos en el espacio. Lo hizo, pero para que los niños no los vieran, hizo otro lugar como un calabozo nuevo. Como no se podían mover, los dejó en unos colchones todos juntitos. Se fue a avisarles del nuevo lugar prohibido y ellos, aún curiosos, asintieron. No desobedecerían a Mía. Se cambió de ropa ya que la que tenía puesta tenía un poco de sangre.
Mientras tanto, Chung se preguntó a dónde se llevó a los bandidos y cómo es que desapareció.
Cuando estaban inquietos, Mía apareció delante de ellos, asustándolos, pero no lo mostraron. Mía sonrió porque se le nota que se asustaron.
-Necesito que esto no lo cuenten a nadie-, cambió de la sonrisa a una cara seria e inexpresiva.
-Pero señorita, necesitamos contarle de esto a su padre-, dijeron los dos al mismo tiempo.
Ellos sintieron que el clima se tensó de repente. La miraron a los ojos. Esos ojos no demostraban sentimientos alguno como lo vieron mientras asesinó a esos dos bandidos.
-Dije que no le dirán nada a mi padre-, miró a los dos con esos ojos asesinos. Ellos asintieron.
-Está bien señorita, no le diremos-, hicieron una reverencia.
-Está bien, así es mejor-, se volvió sonriente a ellos dos. No creían cómo podía cambiar tanto de actitud. -Vámonos, se está haciendo un poco tarde-, se subió al carruaje. Los dos se miraron con complicidad. No dirían a nadie sobre este suceso. Estaba claro que si decían algo, ellos lo pagarían.
Siguieron el camino hasta la mansión. Cuando llegaron, los tres no hablaron del tema y se fueron a hacer sus cosas. Mía fue a su habitación y volvió a meterse en el espacio. Se fue directo donde estaban los bandidos. Mía les sacó las agujas con un movimiento de mano. Claramente había practicado últimamente y controlaba sus poderes.
Ellos, al verse en esa situación, empezaron a decir de todo: dónde se encontraban y que su jefe los buscaría.
-No los encontrará, este lugar es único y si intentan escapar sufrirán las consecuencias. Es mejor que me digan por qué me atacaron.
-En tus sueños -dijeron todos-. Saldremos de aquí y sufrirás mucho.
-Ja, qué graciosos son. Después de todo, no saben dónde están y aun así piensan que pueden escapar -con una sonrisa macabra, ellos tragaron grueso. Se veía que esa dama no tenía miedo y que era peligrosa-. Bueno, les daré una noche para que piensen si decirme quién los envió o simplemente morir aquí -salió de ahí sin perder tiempo.
Los niños estaban jugando con su abuela y los dragones verían cuándo hacerlos mudar afuera.
Ella estaba pensando y se acordó de que hoy vendría a buscar el traje del príncipe. Así que salió y fue a la cocina, ya que tenía hambre también, mientras esperaba al que vendría a buscar las ropas.
Se preparó unos dedos de queso y un jugo de limón fresco. Los sirvientes simplemente la miraban, estaban curiosos por esa comida. Ella había hecho muchos, así que decidió darles un poco. Estos se maravillaron por su paladar, era exquisito. Nunca hubieran imaginado probar algo así.
Después se fue al patio, donde había una fuente de agua bien arreglada. Mía estaba allí tarareando una canción.
Un rato después un sirviente le habló.
-Señorita, alguien de parte del principe vino a buscar algo- dice informando.
-Entiendo, hazlo pasar hacia aqui- ordenó ella mirándolo.
-Si, señorita- dijo el saliendo del patio.
Mira seguía mirando la fuente donde había peces de diversos colores, nunca se había percatado de eso.
-Señorita aquí esta el señor- dijo el sirviente
-Bueno puedes irte - le ordenó nuevamente
El se fue y Mía miro a Wei que estaba al frente de ella, sonrió y dijo.
-No pensé que te iba a mandar a ti- hablo
-Ni yo - web estaba serio.
-Bueno, toma- le dio una bolsa con la ropa.
-Gracias maestra- respondió Wei
-Bueno Wei, por cierto recuerdas que tu príncipe me conoce por alguien misterioso.
-Sobre eso maestra, el me dijo que quería verla- respondió de inmediato.
-Si, justamente te iba a decir eso, pero no le daré mi identidad todavía- se puso seria.
-Entiendo, para cuando sería eso?- pregunto el curioso.
-Después del desfile, te diré la hora y el lugar.
-Si maestra- hizo reverencia-Debo irme maestra nos vemos luego.
-Nos vemos Wei, recuerda que su vas a entrenar debes estirar.
Wei se fue de ahí y Mía pensó (Ay espero que lo haga porque después porque vi que no le gustaba estirarse antes y después de hacer ejercicios. pero eso lo está corrigiendo de apoco.
Mía se quedo un rato en ese patio, después fue a su habitación,se durmió mañana tendría el desfile más hermoso de este mundo y el primero.
ya en la mañana siguiente se empezó a alistar y fue directo a desayunar con sus niños, la abuela ya había preparado todo, ellos también irían a ver el espectáculo.
Tara y Greyci ese día estaban preparando todo Mía les había informado donde iba a estar el escenario y ella empezaron a decorar con ayuda de algunas personas más, se veía muy hermoso, las flores hechas de papel por todo el escenario, distraigan a los que pasaban por ahí, alguno que otro preguntaban que era eso y los que estaban ayudando solo les decía que a la anochecer abría un espectáculo, todo estaban ansioso de ver que había en aquel lugar e incluso algunos imaginaban que es lo que habría allí.
después de todo la noche llegó, los modelos tenían cerca del escenario donde subirían una especie de camerino así no andaban de aquí para alla, Mía había llegado ya hacía unas horas, ella les daba fuerza ya que algunos estaban nerviosos, pero se les paso después de hablar con ella.
Greyci y Tara estaban con vestido del nuevo diseño vestidos simples y elegantes, Tara llevaba un vestido verde agua tenia mangas,un escote en V, mientras que el vestido tenía un estilo simple que caían en una falda estilo princesa y unos tacones de color verde oscuro. Mientras que Greyci llevaba un vestido idéntico al de Tara solo que de un rosa claro, y unos zapatos del mismo color.
El príncipe llegó allí con la demás familia real, ella se sorprendió un montón, mientras ya había revisado que todo estaba en orden, primero saludo a la familia real y después se sentó con los niños, la abuela, Brainton y su padre quien estaba feliz de estar ahí.
El show estaba lleno, todos venían por la curiosidad.
-Señores y señoras, vengan a ver los nuevos diseños de ropa de la tienda Hermosa - empezó hablando Tara.
Vean los precios y la calidad de la ropa, todo por nuestra diseñadora estrella y las costureras - seguía Greyci.
Cada modelo que pasaba, ellas los describían.
Aquí la modelo usa el vestido de color gris con un escote en V, con mangas de mariposa y la falda de acabado plisado.
Al terminar de caminar por la pasarela, se ponía cerca del escenario.
-Aquí otra modelo usa un vestido azul marino, mangas escalonadas, escote cruzado con falda campana.
-Vestido con cuello abertura en V, mangas bishop y falda tableada.
Y así por un rato, hasta los vestidos voluminosos.
-Vestido con tirante corte princesa.
Antes de terminar el desfile, las chicas contentas anunciaron que el vestuario del General Winston y el quinto príncipe, todos se sorprenden.
\ se escuchan chismorreos.
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Mía se puso incómoda porque no le gustan esos comentarios, cambió de tema rápidamente haciendo un comentario.
-Padre, le queda espectacular el traje- sonriendo.
-Tienes razón, y es muy cómodo, encargaré más- él dice emocionado.
Ella lo miró desconcertada por el comentario, pero rápidamente cambió a una sonrisa.
-Tiene razón, General Winston, estas prendas son muy cómodas- exclamó Maon con una amplia sonrisa- Después de todo, la señorita es quien lo diseñó- añadió-Gracias por la invitación y como ya han visto, traigo a mi padre y hermanos para que vean lo inteligente y creativa que es la Señorita Mía.
Ella lo contemplaba de manera fija, arqueó una ceja con interés, los labios entreabiertos.
-Gracias, majestad - hizo una reverencia. Me alegra que haya aceptado mi invitación, pero tampoco creo ser digna de que su majestad el emperador se haga presente. Pero dado el caso que vino, me siento muy honrada - se dirigió e inclinó al emperador que se acercó a ellos.
-No imaginé que tuvieras una hija tan talentosa - observó a la joven que tenía frente, tenía un aura elegante y fría.
-Su majestad - hicieron una reverencia.
-No es necesario, después de todo pronto seremos familia - expresó mientras se dirigía a la mirada a su hijo, quien odiaba con el alma.
-Bueno, majestad, pero igual no me da cierta libertad. Después de todo, usted es un emperador - afirmó solemne. Esto molestó al emperador. Después de todo, nadie le había hablado así, pero se calmó. Necesitaba a las tropas del General para seguir siendo fuerte ante todos los demás imperios.
-Me voy, cuídense mucho - contestó fríamente mientras se despedían.
-Que tenga una buena noche, majestad - le dijeron mientras se inclinaban de manera leve la cabeza para despedirse todos los presentes.
Maon tuvo que irse también, así que se despidió. Ella lo miró notando que fruncía el ceño mientras se despedía.
Todo el pueblo hablaría de esto mañana, y también iría a la tienda. Todas se despidieron diciendo que todos los que participaron deben estar mañana en la tienda. Que los vestidos e incluso trajes pueden quedárselos para ellos. Los modelos e incluso trabajadores que habían ayudado y tenían ropa de la tienda puesta se sorprendieron, pero antes de protestar, Mia les dijo que lo agarraran como muestra de aprecio.
Mía se despidió de todos y fue a su casa junto a su padre, quien la veía con cierto recelo queriendo hablar. Ella se dio cuenta.
-Padre, ¿hay algo que quieras decirme? - sonrió con un leve encanto haciéndola ver tierna y amorosa.
-Yo estoy orgulloso - dijo este casi en un susurro.
Mía arqueó una ceja y nuevamente cambió por una sonrisa ligera -Me alegra que lo haya hacer sentir así - mientras cerraba sus ojos.
-Deberías descansar en cuanto lleguemos -dijo preocupado.
-Sí, padre -siguió sonriéndose.
El silencio se apoderó del carruaje. Estaban un poco incómodos mientras se preguntaban en sus adentros lo que sucedía.
"Quizás si le digo ahora, ella puede comenzar a entrenarse y protegerse así no estará en peligro. No, ella me dijo que todavía querían hacerle daño", sacudió la cabeza para descartar esa idea y decidió quedar en silencio.
"Será que tiene algo que ver con aquella mujer. Debo averiguar todo", se decía ella mientras recordaba esa voz.
Cuando llegaron, se separaron y cada uno se fue a su habitación.
Narra Maon:
Cuando llegué al desfile, pensé que podría estar con ella toda la noche. No me imaginé que el general no permitiría que me acercara a ella, dado que es mi prometida.
Había invitado a todos mis hermanos, pero el emperador escuchó sobre el evento y se unió. Me dio tanta rabia, pero no podía hacer nada. Cuando llegamos, había unas sillas y nos sentamos.
Ahí estaba ella, tan hermosa y natural. Era como una rosa entre tanta hierba. Su mirada penetrante se dirigió hacia mí. Ella se acercó y saludó a todos los presentes mientras sonreía. Deseaba que esa sonrisa fuera para mí.
Después empezó el espectáculo. Algunos murmuraban que esos diseños eran espectaculares y otros decían que eran reveladores. Después de los vestidos seguían los trajes de hombre, los cuales me interesaron ya que tenía puesto uno. Cuando me lo puse, me sentí extraño pero cómodo. Decidí en mis adentros acercarme a ella cuando terminara todo, mientras escuchaba varios murmullos por mi máscara. Algunos dicen la verdad: tengo un rostro muy rígido y feo que obtuve en ese incendio hace 7 años. Algún día quisiera no tener esa marca que tengo, esa muestra de lo que él es capaz de hacer. Volviendo al tema, hablé un rato pero fui interrumpido por el emperador, ese vejestorio.
Después de todo, me despedí con un ceño fruncido, estaba molesto por no hablar con ella y vi cómo se acercaba a ese escenario.
No quería irme de ahí, me sentía vacío verla irse, pero salí de allí, debía prepararme para la guerra que pronto se daría si no aceptan contrato de paz entre los dos imperios.
Mientras tanto, se prepara para la guerra que se avecina. Sabe que Wei y su maestro serán de gran ayuda en la batalla, pero deberá convencer al Misterioso hombre, pero también sabe que la victoria no será fácil de conseguir
Mientras con Mía
Me levante, bañe, cambie y como todas las mañanas hago el desayuno para mi familia, estoy un poco pensativa de como me presentaré al príncipe Maón o si seguiré en anonimato.
Después de darles a todos sus desayunos, salí del espacio y fui al comedor para llevar el desayuno de mi padre, con el mío.
Cuando me iba acercando escuche dos voces que pensé que no iba a escuchar por un largo tiempo.
Riache se quejaba de que la comida no estaba en la mesa y Miriale estaba humillando a una de las sirvientas.
-Como es posible que no tengan listo, el desayuno en unos momentos llegara mi padre, los despedirán si no traen nada- con altanería.
-Será mejor que te apures, mocosa, y dile a las demás que se apresuren en traer. Que te crees que nosotros te pagamos para que no hagan nada?-gritaba.
-Usted no le paga, después de todo mi padre es quien le da su salario, azul vete a la cocina y prepara algo rápido, pero no se apresuren- interrumpió mía.
-Si, señorita- hace reverencia y se va.
-¿Quién te piensas que eres? ¿Para órdenes aquí? ¿No ves que le estábamos dando órdenes?-dijo Miriale.
-primero soy la primera hija, del General Winston, segundo mi padre me ha dado permiso- con esto el cerro la boca a ambas.
-Hola hija Mía- entra el general a la cocina.
-Hola papi- responde Riache
Con una sonrisa falsa.
Mia se da cuenta de que su hermana no ha cambiado en absoluto y sigue siendo la misma persona egoísta y malvada de siempre.
-Oh-Desanimado- Hola hija- serio.
-¿Querido sucede algo?- Pregunta Miriale.
-Nada Querida- de con una sonrisa falsa que solo Mía Vio.
-Hola Padre- se inclina- Aquí le traje su desayuno, debo salir así que provecho- Dice ella esperando que diga algo.
-Está bien, cuídate y no vengas tarde- con un tono de preocupación.
Después de entregar el desayuno a su padre, Mía se dirige a su habitación para prepararse para su encuentro con el príncipe Maón. Decidió presentarse ante él para ver qué es lo que quería.
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Narrador.
Llamo a Wei este que recibió el mensaje urgentemente se fue a ver al Príncipe Maón como si su vida dependiera de eso. Llegó apurado todo sudoroso, casi con la lengua afuera.
-Majestad, aquí le traigo un mensaje- hizo una reverencia.
-Bien dime que mensaje es? -intrigado veía como a su subordinado le caían gotas de sudor por la frente.
-Mi maestro a decidido verlo hoy, pero que usted elija el lugar- responde.
-Bueno, dile que nos vemos esta noche en la casa de subasta en la misma que nos vimos- dice serio.
-Si majestad-
Wei se fue de allí y se dirigió a la casa de Mía, quien estaba entrenando en su patio se acercó y se inclinó.
-Maestra me llevo su mensaje- se levanta.
-Bien, Wei dime- deja su espada y lo hace sentarse- Toma algo de agua primero, - le da un vaso y este se toma todo.
-Gracias, maestra- contesta.
-Bien dime, que dijo el príncipe?- curiosa.
-El príncipe dijo que se juntaran en la casa de subasta donde se vieron por primera vez- toma otro sorbo de agua.
-Bien, dile a las 22 estaré allí y que sea puntual por favor- se para y vuelve a agarrar la espada- y Wei tomate un descanso veo que estas cansado.
-Gracias Maestra- (si tengo mucho trabajo, pero ya que mi maestro me dijo que tome un descanso dormiré una siesta y después seguiré).
Está bien lo haré, pero cuídate mucho- estaba muy preocupada.
-Lo haré tendré cuidado, no te preocupes, ahora iré a hacer algo, que duermas bien abuela.
-Y tu también mi vida- se despidieron.
Mía fue directo al calabozo donde estaban los bandidos.
Mientras tanto el Príncipe estaba pensando donde se habrán conocido el señor mushu y Mía ¿será un joven? porque son amigos? ¿qué clase de amistad tienen esos dos? pensaba esas cosas mientras estaba entrenando a sus soldados quien notaban que su comandante estaba de un humor de perros, parecía que los mataría a todos con esa intención asesina.
Wei tu crees que tu maestro es guapo? tu le viste la cara? - pregunto 🤔
-Majestad que quiere decir?- curioso Wei.
-Solo pregunto si es guapo, te mostró su cara?- insistente
-Pues si me mostró- respondió
-y es guapo? - inseguro de la respuesta que iría a recibir.
-Pues (es si es una chica y es guapa ) si es guapo majestad- respondido- pero porque la pregunta Majestad?
-Solo preguntaba- como si le hubiera partido un rayo (será que a mi prometida le gusta el? No. ya esta comprometida conmigo, no se porque me preocupa, pero si ella no me quiere? ) 🙇♂️
Salió de su oficina.
Con Mia
ya estaba en el calabozo en una habitación de noble estaba tomando un té, mientras veía como Brainton traía a los bandidos, este los tiro al piso a los pies de ella.
Ella dejo la taza que tenia y se limpio la mano, con una mirada atemorizante y lentamente se acercó a estos, quienes temblaban.
-Ahora les sacaré las agujas, como pueden ver mi amigo aquí presente le gusta destrozar cuerpos con sus manos traten de no escapar o les ira peor- terminando de decir esto les saco las agujas-Ahora les haré una pregunta y ustedes me responderán ¿entendido?
¿-Y si no queremos?
-Como dije serán despedazados es su elección- sentándose.
Se miraron unos a otros, entonces asintieron.
-Bien parece que se pusieron de acuerdo, ahora lo más importante que me gustaría saber es porque me quisieron atacar.
-Nuestro amo ordenó atacar y secuestrar a la hija del General Winston.
-Quien es su amo?- pregunto llena de curiosidad.
-El Emperador de Hordio- respondió
-y el Emperador para qué me quería?.
-No lo sabemos-🙁
-Bien ahora- sonrisa malvada- que será de ustedes? -😈
-Nosotros podemos servirle- se arrodillan y suplican piedad😭😱- por favor no nos hagan nada- rogando- podemos hacer lo que usted ordene
A Mía esto le pareció una oportunidad, podría usar a estos bandidos para poder ir con el Emperador y ver porque la quería.
-les daré una oportunidad y veré que hacen- sonrisa malvada, por ahora seguirán en el calabozo, no les pondré las agujas de nuevo, pero si intentan escapar quedan advertidos Brainton los despedazara- esto lo dijo con una mirada fría y sonriendo.
Esto los hizo temblar, Brainton los guio de nuevo al calabozo y allí los dejo, volvió donde estaba ella.
-Ama está listo- acercándose- quería saber está segura de dejarlos allí.
-Si Brainton, ellos pueden pensar que se pueden escapar pero no es fácil, no te preocupes, los usaremos para llegar al Emperador. Quisiera saber por qué me quería.
¿No se abran enterado de que usted es la santa?
-No lo creo, después de todo no mostré mi poder a nadie. Hay alguna forma que estos no me traicionen Brainton, necesito tener todo controlado no quiero que por ningún motivo la guerra lleve a personas inocentes a la guerra- preocupada.
-Por qué no hace una poción de lealtad.
-¿Eso es posible?
-Si ama, después de todo quien sirve a la santa no la puede traicionar al tomar esa poción.
-Bien, enséñame como hacerlo- ordena.
-Solo use su poder de agua, para esto deberá decir
Hac aqua benedicta, sanctum juras fidelitatem, et ei fidelem esse debes, semper ei veritatem annuntiabis, et eam non trades
Está bien- Mía usa su poder de agua y recito el hechizo, después de eso el agua que tenía allí lo puso en un frasco- Dales en la comida.
Brainton tomó la poción y fue a hacerles la comida a los bandidos, al terminar de cocinar les puso la poción en cada plato
Los bandidos comieron la poción sin darse cuenta, claro que no intentarían escapar después de todo el hombre que le traía la comida tenía una aura asesina (Brainton)
Mientras mía se fue a dormir 😴, estaba cansada después de todo debía ir a la mañana siguiente.
En cambio, Maón no pudo dormir en toda la noche pensando si el señor mushu le gustaba a Mía, o que. Por ese motivo ahora se parecía a un mapache de las ojeras que tenía.
Claro quedó pensando (¿y si al final no quiere casarse conmigo? ¿Qué pasará conmigo? No creo que no quiera nuestro compromiso, ¿qué haré?) y muchas cosas más.
Ya en la mañana siguiente se juntaron Wei y Mía (Claro que vestido de maestro Mushu) Mientras que el príncipe Maón quiso asistir a ver lo que hacían o decían.
-Saludo alteza- hace una reverencia- veo que ha cumplido su palabra y ha conseguido un terreno grande con una mansión, pero faltaría que me preocupa la seguridad, después de todo quedarán familiares importantes- diciendo Mía.
(familiares será que le gusta la señorita Mía que ya la trata de familiar?)- si maestro Mushu les presentaré a los soldados en estos momentos- con frialdad.
(Parece que tiene un mal día) pensó Mía, lo siguió hacia un lugar apartado de la mansión y vio unas carpas para los soldados. Todos estaban entrenando.
-Acérquense- Grito el príncipe- desde ahora están bajo el mando del Maestro Mushu y también de las personas cercanas a él.
si Señor- gritaron todos.
-Bien maestro Mushu aquí los dejos- saluda y se va.
-Espero que el príncipe tenga un lindo día- con respeto y haciendo una reverencia.
-Gracia y usted también espero no se olvide de lo que después de mañanas nos iremos.
-Si majestad- hace reverencia.
-Wei te quedas a arreglar todo y averígualo eso- pasando por al lado de Wei y susurrando lo último.
-Si- (si supiera que es la misma persona) .
El príncipe se va de allí ansioso de saber la respuesta que le dará Wei.
Mushu- bien ahora están bajo mi mandó, así que los entrenare de una manera muy sencilla, las órdenes las doy yo o como puede ser mañana vendrán personas deben cuidar y proteger a las mismas, si me entero que hacen algo contrario les arrancaré la lengua- con un aura fría.
-Si maestro- gritaron los soldados.
Bien primero necesito 5 soldados más experimentados, quiero ver su potencial.