¿Morir así de miserable? Esta novela es una mierda. Todos son unos lunáticos.
‹El villano maldito›, era una popular novela histórica sangrienta y con un romance un poco torcido. Leí el libro hasta que mi cuerpo enfermizo no pudo ni siquiera sostener el libro, y quedé ciega. No debí tener siquiera una pizca de lástima por el final miserable de la protagonista de la historia, ¡Entonces no habría reencarnado en su cuerpo! La princesa heredera y, el personaje más lamentable del libro. Murió tratando de dar a luz al heredero del frío y despreciable príncipe maldito, a quien amó sinceramente. El feto ni siquiera esperó 9 meses, como un monstruo, desgarró el vientre de su madre. No sé que pensaba esa princesa, pero no tendré una muerte tan lamentable otra vez. “En primer lugar, debo cancelar ese maldito compromiso”—Pero, ese desgraciado príncipe me tomó de la mandíbula y frunció el ceño atractivamente —“¿No me amas?—¿Estás tratando de escapar de mí?”.
原创故事。
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Capítulo 17 : ¿Complot? : El comienzo de una nueva venganza.
Incliné la cabeza y, curvé una dulce sonrisa en mis labios.
—Entonces, ¿madre ha estado refiriéndose a ma'am Aklen todo este tiempo?
Noté como giró sus ojos carmesíes de un lado al otro y, una mueca de tenue irritación se formó en su rostro.
No le agrado.
Quizás porque solía estar comprometida con el hombre que ama con locura.
Pero Aklen, querida, puedes tomarlo si así lo quieres, quizás puedas morir en mi lugar.
De todas formas le vendría bien disimularlo un poco.
—¿Ma'am Aklen es fastidiada por algo?
Mostré mi mirada dolida.
—Quizás, ¿ma'am Aklen no está conforme con servirme?
Las lágrimas brotaron de mis ojos sin poner mucho esfuerzo; haciendo que me viera aún más ofendida.
Aklen, no te molestes, solo hago todo esto para que aprendas a manejar tus muecas de ahora en más.
La vi hacer otra mueca a la anterior por segundos, pero se echó adelante para intentar tocarme.
—Sé que no lloras en serio. Aklen no tiene la intención de molestarte.
Pero, Odette intervino, defendiéndola.
—¿Huh?
Me quité las manos de los ojos y, dejé de sollozar y llorar, como si nunca lo fuera hecho.
Esto es interesante.
—¿Tienes algún problema, madre?
Ahora que lo pienso, algo como esto no pasó en la novela original. Es decir, sí que había una nueva dama de compañía para Mei, pero Aklen no tenía nada que ver.
Me levanté del tocador; acercándome a Odette.
Esta perra, ¿se atreve a humillarme frente a otros?
—Madre —esbocé una sonrisa —¿aún no aprendes a cerrar la boca?
Moderé mi tono a uno más suave.
Se esforzó por retroceder la silla de ruedas.
—A-Ah, n-no princesa Gwshan —se metió Aklen —su alteza, la emperatriz Gwshan no hizo nada malo.
Me crucé de brazos y levanté una ceja. Las miré a las dos detenidamente.
Estas dos, ¿se están defendiendo una a la otra?
Aklen jugó nerviosamente con las manos y, entonces me miró.
—Preferiría que me llamara solo Aklen. Si alguien la escuchase llamarme “ma'am” me temo que podría meterme en problemas.
Jà.
Reí, como si hace unos segundos no estuviera fingiendo llorar.
—Madre, ¿Escuché que la llamaste “Aklen” hace un momento? —giré la cabeza —¿Por qué te das la libertad de llamar con tanta confianza el nombre de mi dama de compañía?
Aklen agachó la cabeza, mientras se apretaba el brazo con fuerza.
Odette también me hizo una mueca algo nerviosa.
¿Desde cuándo se conocen estas dos?
—¿No me responderás? —la fulminé.
—Y-Yo debí relacionarme con la persona que sería dama de compañía de mi hija. N-No quiero que te lastimen.
Hice una muy notable mueca de asco. Entonces volví a sentarme frente al tocador. Ting se puso a retocar mi cabello.
—Sacarla de aquí, no la quiero.
Odette es una mierda que ha intentado asesinarme incontables veces. Ahora querrá hacer cosas más turbias debido al testamento de Runhui, quien me dejó como su única heredera.
Y Aklen, no me agrada en lo absoluto.
Así que este complot en teoría, no me gusta.
—Consigue a alguien más —le ordené —procura que la próxima persona no tenga nada que ver contigo, si no quieres que vuelva a echarla.
Me encargaré de rechazar a todas y cada una de las mujeres que traigas de todos modos, eso hará que te mantengas ocupada.
Su semblante entró en pánico.
Solté una risita antes de cerrar los ojos y solo sentir las pequeñas manos de Ting que me masajeaban la cabeza. Supuse que se irían pronto. Aklen no es de las que se humilla.
Pero entonces escuché un trancazo contra el piso.
Abrí los ojos para mirar a través del espejo. Mis ojos se abrieron todavía más ante lo que estaba viendo.
De lo primero que me percaté fue de todo el cabello rojizo esparcido en el piso y de, su dueña postrada; pegando la frente del frío suelo.
Noté como Odette rechinó los dientes con rabia al verme sonreír.
Já, me muero por saber cuál es la relación entre estas dos.
Volví mis pupilas a Aklen, quien no vacilaba al estar ahí doblegada.
Estaba equivocada, supongo que la juzgué erróneamente.
—Le ofrezco una disculpa si la he ofendido de algún modo. Pero, le suplico, déjeme servirle, princesa.
Aklen sí es capaz de humillarse.
Me levanté y me le fui a agachar en el frente.
—Levanta la cabeza.
Lo hizo; lentamente.
—¿Por qué? —pregunté.
Inclinó la cabeza sutilmente; luciendo confundida.
—¿Cómo dice?
—¿Por qué estás tan desesperada por servirme hasta el punto de humillarte de esta forma? ¿Buscas conseguir algo de mí?
Algo que aprendí, es que no hay nada de malo en no tener pelos en la lengua para decir las cosas. Probablemente, así te ahorres un dolor de cabeza.
Odette trató de hablar, pero se dio cuenta de que hablar en ese momento, era una situación desfavorable para ella misma.
—Solo quiero aprender de la princesa.
Aklen no parecía dolida en absoluto; y eso hacía que me irritara todavía más, era como si, a pesar de estar arrodillada, ella estuviera ganando debido a su actitud pasiva e inteligente.
⟨“Aklen Hongshu es una persona con personalidad madura, que normalmente no pierde la paciencia con cosas como estas.”⟩.
Bufé.
Que estupidez. No le creo.
Levanté una ceja.
—Si soy sincera, estoy aquí más por el hecho de que sirvo a su alteza; el emperador de Hwanhuan, que por el deseo de servirle a usted.
Solté una risita irónica.
Que desvergonzada. Está comenzando a amargarme.
Cuando giré la cabeza hacia Odette; la vi intentando reír.
—Fuera de aquí —le ordené; solo a ella.
—Pero-
—¿Vas a refutarme, madre?
Bajó la cabeza y le echó una última mirada a Aklen antes de comenzar a mover las ruedas de la silla, para salir.
—Sírveme bien.
Esto no es tan malo después de todo.
—Os lo agradezco, su bondad, princesa.
No había encontrado el momento de hacerle algo,
—Me seguirás a todos lados, día y noche, sin despegarte de mí, a menos que te ordene lo contrario.
...pero, Aklen Hongshu también hizo sufrir a Mei, solo por el estúpido amor que le tenía a Hwan.
De hecho, según un párrafo en la novela, Aklen fue la persona que Mei más repudió.
Já, solo era una concubina que se aprovechó de la atención que le daban Zorám y Hwan, y lo disfrutaba enormemente.
—Entiendo —agachó la cabeza.
—No lo sabes, pero no me gusta nada la emperatriz; así que, no estés cerca de ella, al menos por el tiempo en que me sirvas.
Esta valiosa oportunidad de tenerte cerca no la desaprovecharé.
—Haré lo que diga.
Incluso si tengo que hostigarte hasta que mueras, no lo dudaré.
Tú, tienes un punto débil, ¿no es así? Sé más que nadie quién es.