NovelToon NovelToon
Enamorada En Las Venturas Del Magnate

Enamorada En Las Venturas Del Magnate

Status: En proceso
Genre:CEO / Aventura de una noche / Posesivo / Mafia / Maltrato Emocional / La mimada del jefe
Popularitas:570
Nilai: 5
nombre de autor: Damadeamores

Viajes, estafas, strippers. Carl Johnson solo conoce ese estilo de vida. Una ambición sin medida entre el brillo de los casinos y la adrenalina de golpes magistrales, desde el robo de diamantes hasta la infiltración en bóvedas de alta seguridad.

Eso es hasta que aparece una mujer de curvas tentadoras; pero de ojos que creen ciegamente en el amor. Una creencia tan pura que puede resultar peligrosa.

¿Cuánto tienes que matar y conocer para saber que el atraco más arriesgado y traicionero podría ser el de tu propio corazón?

OBRA ORIGINAL © Damadeamores
No es anime.

NovelToon tiene autorización de Damadeamores para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 6

Limpiar una casa lleva más que energía y fregona. Y eso lo descubrió CJ mientras limpiaba el baño a primera hora de la mañana.

— Es la última vez que hago algo así.

Se dijo a sí mismo, aguantando el mal olor. Esa chica no era para nada limpia. Y, lo peor, que por experiencia sabía que meter a más personas en el asunto significaría más riesgos de descubrir la verdad. Un secreto no lo pueden saber más de dos personas.

Rato después de haber limpiado todo, colocar los pocos muebles en su sitio y dejar el lugar como una casa digna; se tomó una ducha. El olor a shampoo impregnó el lugar.

Bajo el agua, el rostro de Abby se paseó por su mente. Su cuerpo quedó en la misma posición que cuando estuvo con ella. Cuando intentó besarlo.

Quizás esa sería la manera de conquistarla. Tomó su celular, guiado por la curiosidad, y entró a redes. Buscó su nombre, encontró una cuenta vieja y varios videos. Los reprodujo, dejando el celular en la encimera sin peligro a mojarse.

Mientras se enjuagaba, una protesta se desarrollaba en las grabaciones de hacía más de cuatro años. El nombre de ella estaba en uno de los carteles. Más bien, su apellido.

"Justicia para los Wilson", decía. Carl siguió leyendo otras noticias, eran de Argentina y un caso que se volvió viral en redes. "Hermano violó a su propia hermana menor de veintitrés años"

El video se detuvo, la revista se oscureció pasados los treinta segundos y la pantalla se apagó. Salió de la ducha, envuelto en la toalla y buscó noticias más recientes. Sin resultados.

Maquinó su noche con ella, no pareció incómoda cuando tuvieron relaciones. Así que no creyó que le haya afectado; al contrario, razonó que si estaba en Las Venturas era para salir de ese pasado perturbador.

No pudo evitar el cálculo de que a mujeres así, sensibles y tímidas como se mostró el primer día, le gustaban los ramos de flores. Los románticos. No tenía problema en ser "romántico" para tenerla a su disposición cuanto quisiera.

Una sonrisa se le escapó al recordar su miembro dentro de su boquita y carita redonda.

Cerró todo bien y se dirigió a su casa. En vano, pues los vecinos le dejaron claro que se fue a trabajar temprano. No perdió tiempo y cogió la avenida más rápida hasta el casino.

Al llegar, la distinguió a lo lejos. Estaba cerca del arco dorado. A su lado había alguien, un hombre de traje negro y hombros altos. Se bajó con el ramo de flores en mano, sin importar que el último botón desabrochado de su camisa negra fuera de los pantalones.

El tipo parecía coquetearle, pero no lo vio rival cuando ella se le quedó viendo a él, ignorando las palabras del otro.

— Bebé. —le dijo antes de besarla con intensidad, dejarla perpleja y entregarle el ramo de flores.

— Señor, disculpe. —el hombre se despidió, sin ganarse si quiera la mirada de la chica.

Carl lo vio irse a los interiores del casino y volvió a verla.

— Qué te decía...

Fue a besarla, otra vez, pero ella se apartó.

— Deja de ser atrevido conmigo —le dirigió la mirada y él sonrió, disimulando ante la mirada de todos—. Que follaramos una vez no quiere decir que te di esa libertad de toquetear.

— ¿Segura? —la abrazó por la cintura con la derecha—. No dejas de recordarlo.

— No tengo tan mala memoria.

— ¿O quieres volver a gritar mi nombre?

Sus labios se rozaron y ella se apartó. La sonrisa abultó sus mejillas y rue a decir algo, cuándo él la calló.

— Te espero veinte minutos en mi auto, en el estacionamiento de servicio.

Ella se encogió de cuello como tortuga, sosteniendo el ramo de flores a la altura de su abdomen. Se veía hermosa sobre los pétalos de rosa.

— ¿Qué te piensas que soy?

— No es para lo que crees —dijo, una mentirilla– Vamos a cenar. ¿No quieres? ¿No tienes hambre luego de trabajar más de seis horas seguidas?

Ella miró adentro, pensando la excusa perfecta.

— No puedo salir. Estoy en mi horario laboral.

— Sí puedes. —le guiñó un ojo, dando un paso atrás con las manos en sus bolsillos— Esta ves no te estoy obligando. Es solo si quieres.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play