No Debía Enamorarme, Tenía Que Odiarte

El beso que me dio Miguel me deja un poco pensativa, ese hombre tiene algo que me hace sentir segura en sus brazos, no se como explicárselos, pero es como si lo conociera de mucho tiempo, esto jamás lo había sentido por nadie ni siquiera por Esteban.

Ya son las 6 de la mañana y estoy esperando que llegue Tatiana para que me reemplace por un par de horas mientras voy a casa; y mientras estoy a la espera Miguel llega y dice — buenos días Sofía, cómo ameneciste?… le sonrío y le digo — buenos días, bien gracias y usted?… el hace un gesto de afirmación y dice — Sofía esta tarde paso por usted… lo miro con atención y le digo — claro que si señor… le entrego la cuenta y realizo el check Out.

Mientras voy camino a casa pienso, en que el rechazo que he vivido durante toda mi vida hizo que construyera murallas alrededor de mi corazón, pero el día en que Esteban llegó a mi vida, con su trato y su “cariño” hizo que cada piedra puesta alrededor de mi corazón fuera cayendo, hasta llegar al punto de dejarme vulnerable, pero también se que la necesidad de sentirme querida y la baja autoestima influyeron para que creyera que el amor si podía llegar a mi vida; además mi abue una vez me dijo “todos en esta vida tenemos un amor bonito, pero ese amor solo llega cuando estamos listos para recibirlo”; esas palabras nunca han salido de mi cabeza, incluso pensé que Esteban era ese amor bonito.

Cuando entro a la casa mi abue dice —mi niña tienes una cara de trasnocho terrible… sonrio y le digo — será porque trasnoche… ella hace un gesto de indiferencia y luego sonríe. Subo a la habaitacion para asearme y cuando bajo para regresar al hotel, me doy cuenta que Eliana está hablando con mi Nany, quedó sorprendida porque pensé que regresaría en un par de días, así que la ignoro y digo — Nany, debo regresar al trabajo, nos vemos en la noche… ella me mira con amor y dice — que te vaya bien mi niña… cuando estoy saliendo Eliana dice — hermanita por qué me ignoras? Que grosera eres… mi abuela me hace un gesto tranquilizados; y al ver que ella sufre por nuestras desavenencias digo — hola Eliana… suspiro y vuelvo a decir — ahora si me voy… antes que cierre la puerta Eliana dice — Sofía, definitivamente no pareces mi hermana, que falta de educación… no quiero entrar en discordia con ella así que entrecierro los ojos y me voy.

De regreso al hotel, Tatiana me espera con ansias y dice — Sofi, hace no mucho estaba un hombre guapísimo que se llama Miguel, vino porque necesitaba dejarte unos documentos, es él verdad?… sonrio y le digo — es él… ella salta emocionada y mientras me entrega un sobre con los documentos dices — Sofi ese hombre es muy muy muy guapo, o sea no entiendo cómo dudaste en aceptar a la primera… hago un gesto de indiferencia y le digo — será por que es un desconocido… ella voltea los ojos y dice — definitivamente Dios le da pan a quien no tiene dientes… tomo mi lugar y le digo — ve a trabajar mejor… nos reímos y ella con monerias se retira; tomo mi lugar de trabajo y empiezo a leer el contrato.