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Victoria Entre La Justicia Y El Amor

Victoria Entre La Justicia Y El Amor

Status: En proceso
Genre:Traiciones y engaños / Amor-odio / Poli amor / Diferencia de edad
Popularitas:5.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Ivonne Lopez

- ¿Victoria, que piensas hacer?
Una pregunta que le hacen últimamente, y la respuesta no la sabe, ya que tiene un deber como asistente del fiscal y llevar al hombre que ama ante la justicia o decide salvar el amor de su vida y padre de su hermoso hijo.
Su deber será más fuerte que su amor, o dejará todo por amor y se volverá al lado oscuro.

NovelToon tiene autorización de Ivonne Lopez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 18

Sé quién eres y tú también, hace años nos vimos, bailamos, disfrutamos de una buena noche, y nos entregamos a la pasión.

Ella tragó saliva, se acordó de aquella noche de sus manos recorriendo su cuerpo, de sus labios, y de su gran... Un suspiro se escapó de sus labios. Pero había algo que ella no podía dejar pasar.

Mientras él se acercaba para darle un beso, ella salió corriendo, buscando un refugio un lugar donde esconderse.

Por fin encontró una habitación y allí se encerró, dejándose caer contra la puerta, sus rodillas llegaron a su pecho y las abrazaba como si fuera ese un gran consuelo.

Cómo podría besarlo nuevamente, sabiendo que él era casado y que no le había dicho nada, ¿pero por porque él tendría que decirle algo si no eran nada?.

Dolor, rabia, tristeza era lo que sentía, esas emociones comenzaron a llenar su cabeza y las lágrimas cayeron, como una cascada, se limpiaba la cara como si con ese simple gesto ellas se fueran a detener, quería volver corriendo a esa habitación y entregarse a Antón.

Volverse a sentir querida, amada y deseada, sabía que un hombre tan guapo como él, no la iba a querer sino por solo una noche, ella no tenía nada que ofrecerle, no era bella o eso pensaba Victoria, no tenía un cuerpo perfecto, y sabía que cuando lo viera bien él se sentiría asqueado solo de verla.

Aunque no le habían quedado estrías después de tener a su pequeño, las cicatrices las odiaba, quería golpearse así misma por querer a alguien que no le iba a corresponder, no como ella quería.

Y al otro lado se encontraba él, pensando en que había hecho mal, para que ella huyera de esa manera, ambos se deseaban eso era evidente, no había nada oculto.

Él tendría que explicarle lo de su esposa, ¿acaso lo entendería?, y si era por eso, eran celos lo que causó ese comportamiento.

Todavía desnudo, se sentó en el sofá de su habitación y un vaso con coñac en la mano. Cada uno en su habitación pensando en las posibilidades en lo que podría pasar, pero ninguno de los dos era capaz de dar el primer paso.

- ¿Por qué no pase antes por la cocina?

Se dijo Victoria para sí misma, ya que su estómago comenzó a sonar, sus lágrimas ya habían cesado y se encontraba caminando de un lado a otro.

Hasta que decidió salir e ir a buscar comida, solo esperando que no se lo fuera a encontrar de frente, porque si lo hacía no podría controlarse. Antes de salir, decidió cambiarse o al menos quitarse la ropa que tenía puesta, el vestido le causaba náuseas, y lo único que encontró fue una camiseta, que tenía el olor a colonia de Antón.

Con mucho cuidado y sin hacer mucho ruido camino hasta la cocina, agradeciendo de que al menos la alacena estuviera llena, comenzó a prepararse algo rápido, pero unas gruesas manos se posaron en sus caderas, deteniendo la completamente.

- No te vayas. - le susurro al oído. - Sé que no es fácil para ti enterarte de que estoy casado.

- Yo...

- Por favor no digas nada, déjame hablar a mí, no he sido sincero sobre eso y la verdad tu compañía era lo más importante desde que estabas conmigo, me case con ella por negocios y tenemos un hijo. - el cuerpo de Victoria se tensó bajo sus manos. - Pero sé que no es mío, aunque lo quiero demasiado.

- ¿Qué piensas hacer?, no quiero ser la causante de tu separación.

- Si no estuvieras, de todas maneras le pediría el divorcio, al menos esperaba que ella fuera fiel por lo menos tres años.

- No quiero ser la aventura de una noche.

- No lo serás.

- ¿Qué ves en mí?.

- Lo mismo que vi hace más de cinco años, a una mujer fuerte, hermosa, libre.

- He cambiado, mi cuerpo ya no es el mismo.

- Sigue siendo igual, eres más que perfecta, si quisiera una modelo me quedaría con Ela, pero quiero a una mujer de verdad, una mujer que se sabe defender que no depende de nadie y que el dinero no es su prioridad.

El silencio se instaló entre los dos, la comida no era tan importante para ella, las palabras que decía Antón, llegaron muy al fondo de su mente, las analizo y todo rastro de duda se había disuelto.

Suavemente, se giró quedando cara a cara con Antón, sus ojos seguían reflejando ese deseo desesperado por ella, esos ojos que ya había visto, hace pocas horas, haces un mes y hasta hace años.

Cuál de los dos iba a sellar esa promesa que no se dijeron con palabras pero si con solo una mirada, y fueron los dos. Ambos llegaron al encuentro, sus bocas estaban hambrientas, sus lenguas estaban en una danza en la cual cada una de ellas quería tomar el control.

Con la misma delicadeza que la había sujetado al sacarla de aquel lugar la alzó y ella lo rodeo con sus piernas, podía sentir su miembro bastante erecto, su intimidad con solo ese contacto ya estaba húmeda.

Dejándola sobre el suelo, y muy lentamente le quitó la camiseta, dejando ver su cuerpo, el cuerpo que a ella no le gustaba, a él le fascinaba. Le atraía todo de ella, no había nada más perfecto en este mundo que Victoria Montgomery.

Y eso se lo dejo muy en claro a ella, al besar cada parte de su cuerpo, sin dejar ningún rincón al azar, después se perdió entre sus muslos, dejándola sin aliento y haciendo gemir como hace unos años.

- Extrañaba tus gritos.

- Sigue jugando así y los escucharás más duro.

- Eres muy atrevida.

- No sabes cuánto.

Esa noche ambos se entregaron a la pasión, y puede que al amor también, que consecuencias traería esa unión, por ahora ninguno de los dos pensaba en el futuro, solo en el momento y en la noche tan maravillosa que estaban pasando.

Agotados se quedaron dormidos, abrazados como unos recién casados en su luna de miel, era la primera vez que tanto ella como el dormían profundamente.

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Maria Gonzalez
Excelente
Ana Navarro
Uy que barbaridad andar por ahi besando papacitos quien fuera Victoria
Alicia Marin Silva
victoria tienes que hacerte fuerte por ti y tu hijo y ti ... empieza por defensa personal y utilizar amar uno no sabe cuándo l va a necesitar
Alicia Marin Silva
victoria bsi te querías meter en esta situación deberías de ponerte en forma práctica de defensa personal algo con que defenderte querida porque tú sabías dónde te estabas metiendo 🤔🤔
Marie Beleño
nada más un capítulo 😔💔
Ivonne Lopez: perdoname ya estoy subiendo las
total 1 replies
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