ESTOCOLMO ¡¡Un Amor Verdadero¡¡2

...La habitación estaba bañada por una luz tenue, con las cortinas cerradas y el aire cargado de humo de habano. Benjamín Torres se acomodó en el sillón de cuero oscuro, con un vaso de whisky en la mano y la mirada fija en Joseph, que se mantenía de pie frente a él, con el rostro tenso....

—¿Estás seguro de que están juntos? —pregunta Benjamín, sin levantar la voz, pero con un filo que cortaba el aire.

^^^—Sí. Mis hombres lo vieron entrar a la casa de Olivia. No solo volvió… volvió por ella.^^^

...Benjamín aprieta la mandíbula, y deja el vaso en la mesa con fuerza. A su lado, en penumbra, un hombre mayor se incorpora lentamente. Dante Jackson, el abuelo de Henry, camina hasta colocarse entre ambos. Sus ojos grises, fríos como el acero, brillan con una rabia contenida....

...—Ese muchacho siempre fue un problema. Y ahora, otra vez, pone en riesgo lo que construimos....

^^^—Debimos haberlo eliminado cuando tuvimos la oportunidad —añade Joseph, con tono seco.^^^

...Benjamín se gira hacia él....

—¿Y tú qué hiciste mientras Henry se metía en tu casa? ¿Mientras dormía en tu cama con tu mujer? No olvides, Joseph, que tu fortuna... tu nombre… existen porque yo lo permití.

...Joseph aprieta los puños, pero no responde....

—Lo que necesitamos —continúa Benjamín

—Es cortar el alma de Olivia en dos. Si perdemos su lealtad, perdemos el control sobre ella.

...Dante toma la palabra con voz firme...

...—Yo puedo mover a los hombres de Ucrania. Ellos nos deben un favor. Si lo que quieren es presión… vamos a dársela. Ataquen donde le duele....

^^^—Ava no —dice Joseph en voz baja.^^^

...Benjamín lo mira, en silencio....

—Sin sangre. Solo será un susto. Suficiente para que Olivia vuelva a mirar hacia el lado correcto.

...Dante se acerca a Joseph y lo mira fijo....

...—Y tú… vas a recuperar a tu esposa. O, por lo menos, vas a hacer que ella crea, que no tiene otra opción....

^^^—¿Y Henry? —pregunta Joseph.^^^

...Benjamín sonríe de lado, oscuro....

—Ya tengo un plan para él. Que venga a salvarla. Le daremos algo para que lo intente… y para que fracase.

...Los tres hombres quedan en silencio y la guerra, silenciosa, pero inevitable, comienza a tomar forma....

...Días después, olivia regresó a Joseph para hacerle creer que todo entre ellos estaba bien....

...La mansión de Joseph estaba en silencio. Solo el eco de los tacones de Olivia rompía la quietud mientras bajaba la escalera, impecable, elegante, con un vestido sobrio y el cabello recogido. Era la imagen perfecta de una esposa devota… pero sus ojos decían otra cosa....

...Joseph la esperaba en el comedor, con una taza de café y su laptop abierta. Levantó la vista al verla, y sonrió. Una sonrisa ensayada....

^^^—¿Dormiste bien? —preguntó.^^^

—Mejor que otras noches —respondió ella con suavidad, caminando hacia él

—Tenerte cerca… ayuda.

...Joseph le sirvió café, sin dejar de observarla. Sospechaba. Siempre lo hacía. Pero también deseaba creer....

^^^—Me alegra. Lo que pasó entre nosotros no fue fácil… pero si estás aquí, conmigo, quiero pensar que todavía hay esperanza.^^^

...Olivia bajó la mirada y tocó su taza con ambas manos....

—Estoy cansada de luchar, Joseph. Cansada de estar dividida. Quiero que seamos una familia de nuevo.

...Él se acercó y le acarició el rostro con una ternura cuidadosamente medida....

^^^—Entonces empecemos de nuevo.^^^

...Ella asintió. Lo dejó besarle la mejilla. Fingió cerrar los ojos con nostalgia. Pero por dentro, su mente ya estaba calculando....

...Durante el desayuno, habló de planes para mejorar la seguridad de Ava, de hacer una pequeña escapada en familia. Joseph le habló de negocios, de reuniones. Ella escuchaba… mientras observaba. Cada palabra, cada correo que él habría, cada gesto de control. Todo servía....

...Cuando él se fue, Olivia subió a su antiguo estudio. Sabía que estaba vigilado, pero ya había aprendido a desviar las cámaras. Sacó su celular, y habló con Henry. ...

...Sacó su celular, con las manos temblorosas. Marcó ese número que conocía de memoria, aunque juró no volver a hacerlo. Lo escuchó sonar una vez… dos… tres…...

^^^—¿Olivia? ^^^

...La voz de Henry la envolvió como un susurro urgente. No había duda, ni frialdad, solo esa mezcla de alivio y miedo que ambos conocían demasiado bien....

...Ella cerró los ojos....

—Tenía que escucharte… —dijo con voz baja, casi culpable

—No sé cuánto tiempo tengo. Estoy en el estudio.

...Hubo un silencio del otro lado, y, por un momento, creyó que la llamada se había cortado....

^^^—Dime y voy por ti —respondió él, con esa firmeza que siempre la hacía sentir a salvo.^^^

...Olivia dudó, mirando por la ventana las luces de la ciudad que apenas se atrevían a entrar....

—No… aún no. No puedo. Pero tenía que decirte que estoy lista. Ya no tengo miedo.

^^^—Te están vigilando, ¿verdad?^^^

—Sí… pero esta vez no voy a correr. No voy a esconderme.

...Henry suspiró, y en ese suspiro, Olivia sintió que aún existía un “nosotros”....

^^^—Entonces prométeme que vas a cuidarte… que vas a luchar.^^^

—Solo si tú estás al otro lado, esperándome —murmuró.

^^^—Lo prometo, querida.^^^

...Colgó el teléfono. Ajustó su ropa. Y bajó las escaleras sonriendo, como si nada....

...Henry se quedó con el teléfono pegado al oído, incluso después de que la llamada terminó. Como si pudiera mantenerla cerca solo con el eco de su voz. Cerró los ojos, tragándose el temblor que subía desde su pecho hasta su garganta. Olivia....

...Ella estaba allí, en esa casa maldita, rodeada de sombras y mentiras, pero había encontrado la forma de hablarle. De buscarlo. De decirle, sin decirlo del todo, que aún lo amaba....

...Y él lo sabía. Siempre lo supo. Incluso cuando la vio regresar con Joseph, porque sabía que Olivia no estaba con Joseph por amor. Estaba allí para proteger a su hija, para desenmascarar a su esposo, para enfrentar al monstruo disfrazado de abuelo que una vez juró amarla. Había elegido la lucha. El dolor. El silencio. Todo para proteger lo que amaba....

...Pero él también lo hacía. Desde la distancia, sin entrometerse, sin exigirle nada. Aunque cada fibra de su cuerpo pedía correr por ella, sacarla de ese infierno, gritarle que no estaba sola....

...Se acercó a la ventana de su oficina, con el celular aún en la mano. La ciudad se extendía frente a él como un tablero de ajedrez. Todo se estaba moviendo. Y pronto llegaría el jaque mate...

—Te prometo que no voy a fallarte —murmuró para sí mismo, como si ella pudiera oírlo

—Esta vez, Olivia… no voy a dejar que te quiten lo que mereces. Ni a ti, ni a Ava

...Al día siguiente, Olivia recogía a Ava del jardín de infantes. El sol de la tarde doraba el suelo, y los niños corrían entre risas, ajenos al mundo que sus padres trataban de controlar....

...Ava fue la primera en verla....

^^^—¡Mami! —gritó, corriendo hacia ella con los brazos abiertos y la cara iluminada por una sonrisa que siempre lograba arrancarle un instante de paz.^^^

...Olivia la alzó en el aire, girando con ella, atrapando el momento como si pudiera congelarlo y quedarse ahí para siempre....

—¿Te divertiste hoy, mi amor?

^^^—¡Sí! ¡Hicimos dibujos! ¡Y el señor nuevo me regaló un osito!^^^

...Olivia se quedó inmóvil por un segundo, el instinto afilándose como cuchilla....

—¿Qué, señor nuevo? —preguntó, con tono suave, pero firme, mientras sus ojos comenzaban a escanear el entorno.

^^^—Un amigo de papi. Dijo que te conocía. Me dio este.^^^

...Ava sacó de su mochila un pequeño peluche marrón. Era tierno, suave… pero lo que le heló el alma fue la rosa negra bordada en el pecho....

...Olivia lo tomó con manos temblorosas, su mirada clavada en el símbolo. La rosa negra. Era un emblema que había visto antes… oculto en los cajones secretos de su abuelo. Un sello que usaban para marcar advertencias, amenazas disfrazadas de gestos amables. Nadie fuera del círculo lo conocía....

...Sintió un escalofrío recorrerle la espalda....

—¿Cómo era ese hombre, cariño? —preguntó, mientras obligaba a su voz a sonar tranquila.

^^^—Tenía una voz muy grave… y me dijo que era como un ángel guardián. Que te cuidaba, aunque tú no lo supieras.^^^

...Olivia tragó saliva. La abrazó más fuerte, ocultando su rostro en el cabello de su hija para que no viera el pánico en sus ojos. Su mente iba a mil por hora. Eso no era una amenaza cualquiera. Era un mensaje. Uno claro....

—Vamos a casa, mi vida —dijo con dulzura, pero ya estaba enviando un mensaje a Henry

—Esto acaba de comenzar.