Vine Solo Por Ti

Luego de regresar al castillo, la Reina mandó llamar al tonto de su hijo y le recriminó que cada cosa que le dijo era sólo un vil chisme.

Es evidente que aún no cumple su parte del acuerdo: tratar bien a Diana; si eso sigue así, ella tampoco está interesada en cumplir lo que le prometió. Hasta que ella no vea una clara actitud de respeto hacia la niña, no le dará una oportunidad a Susana.

Aunque William estaba claramente molesto, la Reina le contó cada cosa que platicó con Diana y le hizo ver que todo tiene una razón, así que le advirtió que está de acuerdo con el Duque Donnelly, si hay un solo rumor malintencionado sobre la niña y este tema, él será considerado el chismoso que lo difunde.

Sin embargo, aunque no lo quisiera, rápidamente se corrió la voz de que la joven duquesa Donnelly había sido promovida de grado y ahora ha superado al Príncipe heredero, lo cual lo tiene al mismo tiempo molesto y tranquilo, pues ahora se ha establecido una distancia física clara y difícilmente Diana podrá hacerle algo malo a la dulce Susana, así que ya no se preocupará por eso; pero le molesta su orgullo de que una niña más joven que él lo haya superado en los estudios.

Respecto al maestro, puso a su sombra a seguir a Diana en la escuela y así probará que ella no es la blanca paloma que creen sus padres y el Duque.

Por otra parte, ahora que la joven duquesa se unió al club de cocina, parece que éste se ha convertido en algo popular, no porque la quieran a ella, sino por la influencia del ducado, y la maestra está más que encantada, pues le han comenzado a llover solicitudes para entrar. Al iniciar el curso, el club estuvo a punto de desaparecer por falta de quorum, ahora rápidamente se llenaron los lugares y hay una lista de espera para entrar.

Lo malo para el Príncipe es que Susana está muy triste, pues teme que la Reina no la acepte; ella sabe que el Rey siempre considera su opinión respecto al futuro de William; por eso que todos tienen la idea de que Diana es la prometida oficial del Príncipe, al ser la favorita de la Reina. Él ya le aclaró que no es así, pero la bella Susy le dice que tiene mucho miedo de que los separen.

Susana: Hoy tampoco vi a la señorita Donnelly en el comedor, debe odiarme mucho porque tú me favoreces Will (le dijo con gran tristeza).

William: No te preocupes Susy, sabes que ella es así; además, los de tercero tienen otro comedor, así que por eso ya no viene, no tiene nada que ver contigo. Si ella quisiera, sabes que nada la detendría para estar aquí, mira que la conozco, no en vano desde que éramos pequeños me ha acosado y fastidiado la vida.

William no entiende por qué Susana está tan preocupada, al final de cuentas, las interacciones con Diana han disminuido casi en su totalidad, de hecho, no han podido hablar en la escuela y él sólo la ve cuando toma el carruaje de regreso al ducado, ahora siempre acompañada de su doncella y el maldito guardaespaldas.

Desafortunadamente también se ha percatado que las conversaciones con su amada no son las más variadas, ella sólo llora y suele quejarse del odio que le tiene Diana, ¿cómo convencerla de que las cosas no son así?

Hoy sabe eso gracias a la sombra que puso a vigilar a la niña, eso le ha permitido darse cuenta de que Diana no está planeando nada hasta el momento, de hecho hasta es molesto que al parecer está demasiado entretenida con sus estudios, pero lo tiene más relajado.

Aunque no deja de molestarle el maldito profesor, su sombra le ha dicho que es especialmente amable con la chica en clases, digamos que hasta cierto punto la favorece, así que definitivamente el tipo quiere aprovecharse de ella.

Pero también está ahora el caballero que su padre le asignó, al parecer no la deja ni a Sol ni a sombra y siempre la mira como si fuera una delicada flor, ¿será que también quiere conquistarla? ¿Y qué hay de las clases de cocina, por qué entró ahí? ¿Querrá envenenar a alguien?

En eso estaba cuando volvió escuchar que Susana lloraba, al parecer el miedo que le tiene a Diana va más allá de lo físico, más bien pareciera una obsesión. No puede abrazarla, primero porque están en la escuela y es un lugar público, y segundo porque al ser el Príncipe heredero no puede acercarse abiertamente a nadie sinteneruna relación oficial, pero se mantiene a su lado como símbolo de que no está sola.

Pasaron los meses y las cosas siguen igual, Diana en lo suyo, aunque parece que va ganando admiradores por su inteligencia, modales y, ahora, sazón. La jefa del club organizó una degustación pública para los chicos en el campo de entrenamiento, así que será una oportunidad perfecta para demostrarle a su madre que ha cambiado.

A William le urge que la Reina vea que trata bien a su protegida para que le dé la tan esperada oportunidad a Susana.

Maestra Townsend: Chicas, recuerden que la próxima semana es la degustación de postres en el patio de entrenamiento de los caballeros. Se ha invitado a todos los jóvenes que practican ahí, así que es una excelente oportunidad de demostrarle a los chicos sus habilidades, mejorar sus relaciones y encantarlos con sus platillos. Piensen bien en sus recetas y los materiales que necesitarán, pues éstos deberán prepararse con un día de anticipación.

Diana lo había pensado bien, así que le encargó a su padre que le consiguiera granos de cacao y café ahora que viajó a tierras cálidas, en Ares no son utilizados al ser considerados semillas amargas e inútiles, el día que ella se enteró de esto en la clase de cocina casi le da un infarto, pues a ella le urge comer chocolate y probar la cafeína… así que ahora está segura de que su pedido llegará en uno o dos días, por lo que espera preparar lo que tanto le gusta.