Prestando Mis Alas

Alana:

Caminaba de un lado y del otro con el móvil en la mano, si tan solo me devolvieran las llamadas sabría que está todo bien, pero ni Javier que salió volando sin decir ni una sola palabra de esa llamada extraña que tuvo, de seguro Kiara habrá hecho algo y culpaba como siempre a Javier, Siara que ya debió llegar desde las 7:00 pm ya son las 2:30 am y nada que no tengo noticias de ellos.

Me sentaba, miraba el móvil, volvía a levantarme, me había tomado más de 4 tazas de café, tenía la preocupación hasta por los poros pasé mi mano en mi frente, hasta calor ya tenía.

Alana: ¿Dónde están? Bueno Siara… Javier pues debiste irte a tu departamento.

Caminaba hacia la cocina mirando la cena que le había preparado a Siara, ella tendría que estar muy cansada, me senté en la silla…

Alana: Lo más seguro es que haya salido con algún chico… No, ella me hubiera avisado.

Escuché que un auto se detuvo, me levanté golpeando mi cadera en la mesa… no me importó resentir el dolor, llegué a la entrada removiendo un poco las cortinas, abrí al ver a Siara y Javier bajar del auto de él. Levanté una ceja un poco confusa que ellos llegaran y sin el auto de Siara…

Alana: Que tonta… se le quedó varado el auto.

Siara se arrojó hacia mi abrazando con fuerzas, correspondí el gesto mirando a Javier, rodó los ojos entrando a sin que le dijera, la solté mirándola de pies a cabeza…

Alana: ¿Esos golpes?

Siara: Una larga historia. Por cierto ya tienes empleo, solo… que…

Cerré la puerta viendo que ella inhaló aire sonriendo.

Siara: que rico huele.

Alana: Preparé la cena, pero ya debe estar fría.

Se sentó en la mesa tomando los cubiertos, parecía que tuviera demasiada hambre, miré a Javier que estaba mirado a Siara de una manera, ella lo miró de reojo, le hizo seña si no quería de su plato, negó con la cabeza, tomé mi plato dejando en la dirección de él.

Alana: Hay más.

Javier: No tengo hambre, te agradezco.

Siara: Te lo pierdes por que está riquísimo. Hace tiempo que no comía algo tan sabroso amiga.

Alana: Javier, en todo el día no has probado alimento.

Siara se detuvo con el bocado en la boca, lo miró reposando su mano encima de la de él, ayy no se pero esa mirada entre ellos era demasiada obvia. La llegada juntos, la manera de como se miraban, ¿será que hayan tenido su noche de pasión? Negué con la cabeza, Javier solo lo haría por despecho a lo que su esposa le hubiera hecho mientras Siara, esos sentimientos que siempre ha tenido hacia él pudieran resurgir y no sabemos aun que pasara con la situación de él con Kiara.

Javier: Los problemas, todo lo que está sucediendo me ha dejado sin apetito.

Alana: Aun así, cuando empiece todo lo del trámite de tu divorcio, puede que empeoren las cosas y necesitas de fuerza.

Siara: Si, la venenosa de Kiara no te dará ni la oportunidad de respirar.

Sonrió negando con la cabeza, ella le entregó los cubiertos, los dos empezaban a cenar, más Siara que Javier. Observaba a cada uno… Se levantó llevando sus platos al fregadero lavándolos.

Siara: Mañana tienes que presentarte con tu curriculum. Claro que tenemos que tener cuidado en lo que tienes que decir.

Alana: ¿De que se trata?

Siara: Mi jefe el señor Weston Moretti… ¿han escuchado hablar de él?

Javier: Trabajo con él.

Siara: si ya sé, tú en el área coordinación de sistemas de gestión. Así que son 4 piso de abajo.

Alana: No, yo no lo conozco.

Siara: Es un hombre con mucho poder y dinero, eso si, mujeriego hasta no más, claro que nunca se le ha conocido mujeres más que su esposa, pero… bueno eso no importa, resulta que su asistente principal se fue de vacaciones, según por tiempo indefinido, eso quiere decir, que era su mujer o lo seguirá siendo, no lo sé. El caso es que necesita de una asistente en coordinación externa, es lo que ella hacía.

Alana: Pero yo no sé nada de eso.

Siara: Pero él no lo sabe, le dije que sabías de redes, auditoria.

Alana: Imposible, no sé nada de eso.

Javier: Weston no la aceptará, para él es primordial los posgrados de finanzas y contabilidades, conocimiento en la bolsa, un mal dato y puede ser contraproducente.

Siara: Ya sé, pero estaré allí, puedo hacer tu trabajo y lo presentamos como que lo hayas hecho.

Miré hacia Javier que negó con la cabeza, dejó sus cubiertos sobre la mesa. Mirando hacia Siara.

Javier: No es fácil el trabajo de la asistente principal, es cierto es la mejor pagada de las asistentes, pero pedirán la documentación de su posgrado o algo que ampare que lo tenga.

Siara: Muy sencillo, Rafaello ya me mandó el mío pero con foto de Alana.

Me puse de pie negando con la cabeza, para nada se escuchaba bien eso, podía meterme en problemas así como Javier decía. Ella se acercó tomando mis manos. Me miraba con su sonrisa divertida apunto de hacer una travesura.

Siara: Es lo mejor que hay, a recursos humanos le vamos a entregar tu documentación verdadera, ellos son los que te tienen que aprobar, estaré contigo en todo momento. Menos dentro de la oficina del señor Weston, es muy especial.

Javier: Claro que no.

Siara: No, contigo no lo es, eres quien lo acompaña a sus eventos o simplemente en quien lo hace ganar más dinero.

Rodé los ojos no me agradaba para nada la idea.

Siara: Nena, es una maravillosa oportunidad, no quisiera que estes en esos trabajos miserables, conociendo a Kiara… y disculpa (mirando a Javier) te aseguro que ya se movió entre sus amistades y la de todos para que te nieguen el trabajo.

Alana: Algo ha de haber en lo que estudié.

Siara: Sería una buena manera de hacerte de dinero, así no te sentirás muy mal, tendrás tiempo para ocupar y no pensar cosas malas, segundo, ahorraremos para pagarte tu especialidad.

Javier: Sabes cuentas conmigo por lo de tu especialidad, puedo pagártela.

Negué con la cabeza, no quería que ellos tuvieran una responsabilidad conmigo, ellos también tenían una vida, ahora que Javier empezará los trámites de su divorcio, sé que Kiara lo va exprimir hasta el ultimo euro dejando al borde tratando que no la deje.

Cerré los ojos negando con la cabeza, los abrí sonriendo con algo de nervios, me la iba a jugar.

Alana: De acuerdo, vamos hacerlo.

Siara: todas las noches te enseñaré lo que tienes que hacer en el trabajo.

Javier: También cuenta con mi apoyo.

Siara y Javier empezaron a explicarme el manejo de lo que se trata el trabajo, la manera en que se realizan los reportes, cada uno en su área, por lo que entiendo Siara da los informes de finanzas y Javier es el productor con otros inversionistas

Su mundo laboral era muy, pero muy diferente al mío, muchas cosas me quedaron en duda, pero estando con ellos sé que me podía ir muy bien.

Siara extendió sus manos estirando su cuerpo, ni habíamos medido el tiempo, se levantó del sillón sonriendo.

Siara: voy a la ducha, me hace faltas, después de sentir manos ajenas tocándome.

Entreabrí mis labios siguiendo con la mirada, subía las escaleras pasé mi atención hacia Javier que mordía la punta del lapicero, pasó su mirada hacia mi, apartando la mirada de ella.

Javier: Aquí solo es poner esto en el reporte.

Sostuve su mano, él me miró rodando los ojos. Di unos cuantos brinquitos más sobre el sillón juntando más nuestros cuerpos, solo estaba riendo en la manera que me acerqué a él.

Alana: ¿Tú? Ammm y ¿ella?

Javier: ¿Qué cosa?

Alana: No te hagas.

Javier: No me hago.

Alana: Te… te ¿te acostaste con ella?

Javier: No, claro que no…

Alana: ¿Por qué dijo de manos ajenas que la tocaron?

Respiró profundamente miró la hora poniendose de pie, hice lo mismo, tomó su móvil y las llaves de su auto, pero no se iba ir solo así… quería saber. Más que por saber si entre ellos pasó algo, más bien por el hecho de saber que si los descubrían sería otro punto a favor de Kaira. Se acercó tomando la perilla abriendo la puerta, lo sostuve jalando suavemente.

Javier: No… deja de poner ideas en esa cabecita…

Alana: No me mientas. Eres mi amigo.

Javier: no es lo que piensas, si Siara te lo dice entonces hablaré de lo sucedido.

Alana: Dime… por que si sabes que esto pudiera utilizarlo Kiara en tu contra, Jeivi… No piensas en él.

Javier: Pienso en mi hijo más que nunca, pero entre Siara y yo no hay nada.

Siara: ¿Qué sucede? ¿te vas?

Tragó saliva al ver a Siara envuelta en una toalla, donde podía verse demasiada baja, eso sí no se le veía nada, pero los ojos de Javier no se apartaron de ella. Dio varios pasos hacia atrás, apresurando el paso. Se subió a su auto empezando a conducir, veía como se iba alejando, cerré la puerta viendo a Siara terminando de bajar las escaleras con el cepillo de dientes en la boca.

Siara: ¿Quejj?

Alana: Siara… eso fue provocación.

Sonrió alzando los hombros, subió los escalones, ya la empezaba a seguir, entró al baño enjuagándose la boca. Su sonrisa lo decía todo, ella si me diría lo que esta sucediendo. Reposé mis manos en la meseta mirando hacia el espejo.

Alana: Te acostaste con Javier… ¿Verdad?

Levantó una ceja, una pequeña sonrisa se dejaba ver en ese hermoso rostro que se le iluminaba, se dio la media vuelta mirándome.

Siara: No, pero me di cuenta que… nunca he dejado de sentir cosas por él.

Alana: ¿Dónde estuvieron?

Siara: La estúpida de Kiara me mando a detener, llamé a Javier, pero me colgó la llamada, así que pensé que duraría toda la noche y dos días más por culpa de esa imbécil… ayyy como la detesto.

Alana: Entonces es cierto que la fuiste a golpear.

Siara: No, si… bueno fui a su casa para hacerle saber que no estabas sola, claro que la otra empezó a gritar que soy la amante de Javier y delante de Jeivi dijo, esta es la mujer por la que tu padre me ha dejado. Se hizo a la victima y claro que me molesté. La jalé del cabello con gusto, pero terminamos en el piso y ella me rasguñó, la odio como no tienes idea. Luego en el trabajo cuando salía me detuvieron y un tarado me estaba según revisando. El comandante del lugar me dijo que pasaría 48 hrs o pagaba la fianza, claro que tuve mi llamada y al primero que tuve que hablar fue a Javier, en verdad me sorprendió cuando lo vi en la comisaría.

Alana: Cuando tuvo una llamada ni sabía quien era pero salió volando. Siara, sé que Kiara es mala persona.

Siara: No lo pienso, lo es.

Sonreí tomando su mano, no me gustaría que le pasara nada y menos que ella tuviera motivos para hacerle daño a Siara, hasta ellas en su momento eran muy buenas amigas, Siara sin reprochar supo a respetar la decisión de Javier al casarse con ella.

Alana: solo no te metas en problemas y Javier.. está demasiado vulnerable.

Asintió con la cabeza, ella siempre era comprensiva y no le gustaba los problemas, esperaba en verdad que todo quedara claro antes que todo se saliera de control. Ahora Javier tenía muchas cosas en la cabeza y en algún momento de la vida todo se tenía que calmar.

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