El Mal Se Esconde En La Oscuridad

El duende al ver que no podría acercarse a Allison y quien la acompañaba enfureció más.

Comenzó a romper cosas, jarrones y adornos de vidrio que Maria celosamente cuidaba volaban por los aires estrellándose contra las paredes o el suelo.

Con un adorno de cristal en forma de un cisne golpeo la espalda de Jeremy.

Noto que el objeto si pudo atravesar la barrera y comenzó a lanzar cuanta cosa podía en contra de ambos.

Diego intentaba golpearlo con el bate, pero como no podía ver no lograba darle ni una sola vez y el duende reía.

Jeremy protegió a Allison con su cuerpo, recibiendo así el impacto de varios objetos lanzados.

Allison yo puedo enfrentarlo y sé ira, pero nada garantiza que no regrese, pero si tú lo haces no volverá, debes ser fuerte, sé que tienes miedo, pero tienes mi respaldo y el de toda tu familia y aún más importante tienes el respaldo de Dios.

Un portarretrato impactó en la frente de Jeremy causándole una herida, eso motivó a Allison a enfrentarlo.

Eres horrible, la cosa más fea y repugnantemente asquerosa que he conocido.

El duende tenía otro portarretrato en una de sus manos listo para arrojarlo y al oír a Allison se detuvo por la impresión de sus palabras.

Aunque invisible el portaretrato lo delataba.

Patricia miró y vio el pote de talco, se giró, Javier cubrió el campo de visión del duende hacia ella, mientras que le quitaba la tapa.

Con el pote totalmente abierto salió de detrás de Javier y se lo arrojo encima.

El duende antes invisible ahora no lo era tanto por el talco que lo cubría.

Diego aprovechó y le dio dos certeros batazos.

Un gruñido escalofriante se oyó y el duende corrió a gran velocidad contra Patricia, empujándola hacia atrás.

Sol quien estaba cerca impidió que se golpeara la cabeza al caer.

El duende saltó sobre Javier y comenzó a horcarlo.

Javier luchaba por quitarse al duende de encima.

Diego agarró al duende del cabello, suéltalo gritaba molesto.

El duende reía.

Todo pasaba tan rápido.

Te ordeno que lo sueltes grito Allison furiosa.

Y como si el duende estuviera encantado lo soltó y desapareció del agarre de Diego.

La capa de talco cayó y nuevamente era invisible.

Eres mía Allison gruño, eres mía, mi dueña y yo tu dueño.

Te ordeno que te manifiestes hablo fuerte y el duende se volvió visible dejando ver su horrible apariencia.

La impresión de todos fue de repulsión era una creatura en verdad horrible.

Allison retrocedió y su espalda choco con Jeremy, quien no dudo en abrazarla y posicionar su rostro en su hombro.

Es ahora le susurro.

El duende se airó muchísimo.

Aléjate de ella, quita tus cochinas manos de mi princesa eterna grito furioso.

Claro que es una princesa, pero nunca ha sido, ni es ni será tuya, ella es una princesa porque es hija rey de reyes y Señor de señores.

El duende negó frenéticamente.

Allison se armó de valor y se paró firme camino con pasos fuerte y mirada fría.

Con poder y autoridad.

Yo Allison, Jeremy camino y se paró a su lado, entrelazando sus manos.

Yo Allison te reprendo en el nombre de JJesúsy te ordeno que te vayas para siempre de mi vida, no te quiero y nunca lo haré.

Dicho esto el duende cayó de rodillas al piso sujetando su pecho.

Allison volvió a repetir.

Yo Allison te reprendo en el nombre de Jesús y te ordeno que te vayas pa...

Antes que terminara de hablar.

El duende huyo a toda velocidad, en un abrir y cerrar de ojos la puerta se abrió y cerro de golpe.

Todos respiraron aliviados.

Allison corrió a revisar a sus padres.

Patricia tenía las marcas de las manos del duende en el abdomen donde la había empujado, Diego tenía el labio superior hinchado.

Estamos bien princesa la consolaron con ternura.

Javier como te encuentras, le pregunto revisándole el cuello.

Moretones se formaban en el de la presión que el duende había ejercido.

Estoy bien Ali, pero tu novio no tanto señalo a Jeremy quien se sostenía la herida en la frente, gotas corrían por su brazo y caían del codo.

Mi bebe no tiene novio grito Diego molesto, viendo a Allison correr a ayudar a Jeremy.

Jeremy ven siéntate necesito revisar tu herida.

Lo ayudo a sentarse y Maria fue por el botiquín para limpiar la herida.

El corte era profundo como para dos o tres puntos.

Le dolía la frente, pero no tanto como la espalda donde se estaba formando un tremendo moretón producto del golpe recibido con el adorno de cisne.

No sabía que tenía un arma moral entre mis preciados adornos dijo Maria para aligerar el ambiente, mientras le aplicaba una pomada en la espalda.

Vamos al hospital para que le cosan le sugirió Diego ya molesto por las atenciones de su hija.

Eso no será necesario dijo Patricia yo puedo darle las puntadas ya los guantes y pidió que le trajeran hielo para dormir un poco, pues no tenía anestesia.

Luego de unos minutos con el hielo en la frente y de casi no sentir dolor, Patricia procedió a coser la herida, a pesar de que le dolía muchísimo no lo demostró.

Le dieron un diclosefenaco para el dolor.

Esperaron un rato tomando un te para calmar los nervios y luego se retiraron a descansar.

Sol fue a dormir con sus abuelos, Allison con sus padres y Javier y Jeremy se quedaron en la habitación grande.

A Diego le gusto mucho la idea, pero no podían simplemente sacarlo después de haber arriesgado su vida por defender a su hija.

Eran casi las 4 de la mañana cuando se fueron a la cama y aun con nerviosismo no lograban dormirse del todo.

Al rayar el sol el cansancio se apoderó de ellos, durmiéndose profundamente hasta cerca de las 8 am que el celular empezó a sonar con la alarma.

El culto de cierre de los retiros iniciaría a las 9 am.

Patricia y Maria prepararon un desayuno rápido para todos.

Los padres de Jeremy llegaron con el pastor preocupados y al verlo se alarmaron aun más.

Después de revisarlo por todos lados y constatar que estaba bien, les contaron lo ocurrido.

Todo parecía un relato de una película de terror.

El pastor le dio un sermón inmenso al saber que él y Allison se habían besado.

Se fueron un poco tarde, pero con una sensación de alivio de saber que todo ya había terminado.

Sin embargo estarian alertas.