Abdelary La Guerrera Albina

_ General, es mejor que se detenga.

_ No me pidas eso por favor

_ Buenos días, general, ¿hoy vamos a salir más temprano?

_ Porque siempre me interrumpen cuando estoy con mi esposa.

_ Lo siento mucho general, no quise interrumpir, con permiso.

_ y como no te van a interrumpir si estamos en la mitad del campamento dando semejante espectáculo.

Ambos miran a su alrededor y varias personas los están mirando.

_ ¿Qué miran?, chismosos

Abdelary inicia a reírse a carcajadas por lo que dice Mandla.

_ Nunca te había visto reír así

_ Lo siento, eres muy gracioso

_ ¿De verdad te parezco gracioso?

_ Sí, mucho

_ Llama a tu amiga y dile que se queden en mi tienda porque todavía falta un buen rato para que salgamos.

_ Está bien.

Mientras todos organizaban sus cosas Abdelary y Palesa hablaban.

_ ¿Cómo te va con el sol?

_ Ahí, sabes que siempre he cuidado muy bien mi piel, pero no sé si logré soportar el viaje, la temperatura cada vez es peor

_ Habla con tu marido y dile que vas a avanzar más rápido y que lo esperas más adelante para que no estés tanto tiempo expuesta al sol, dile que yo te acompañaré.

_ No, pensará que quiero escapar.

_ Pero vamos a pasar por zonas donde hay poca vegetación.

_ No le daré dolores de cabeza al general.

En las horas de la tarde sentía que su piel ardía, se revisó, pero no estaba quemada debido a las pomadas que usaba, apenas su tienda estuvo lista ingresó a ella y no volvió a salir.

A pesar de que Mandla estaba un poco ocupado, Palesa decidió hablar con él, le pidió a un guardia que le preguntara si podía recibirla y el acepto de inmediato, sabía que tenía que ver con su esposa.

_ ¿Palesa en que te puedo ayudar?

_ General, yo no necesito nada, vengo a hablar de su esposa Abdelary, ella es muy reservada y no cuenta sus cosas, pero necesito que la ayude por favor.

_ ¿Qué necesita mi esposa?

_ Cómo el día de hoy estuvo expuesta tanto tiempo a los rayos del sol, su piel no se quemó, pero se sintió muy mal.

Su madre la reina Hasana, me protegió desde que era una niña, nunca permitió que nadie me tocara ni me hiciera daño, cuando murió la reina, su hermano el general me recompensó, pero decidí cuidar a sus hijos, quiero a Abdelary como a una hermana menor, por eso le suplico que le permita avanzar más rápido y que ella lo espere en algunos puntos para evitar que ella se exponga tanto tiempo al sol.

Le prometo que ella no se escapará, ella cabalga muy rápido y también sabe defenderse, si usted acepta, yo cabalgaré a su lado y la protegeré de todo aquel que quiera hacerle daño.

_ ¿Ella sabe que estás aquí?

_ No general, le dije que hablara con usted y no quiso, me dijo que no iba a molestarlo y que, si ella le decía, usted pensaría que ella se quiere escapar.

_ Entonces ¿ella piensa que yo no haría algo así por ella?

_ No lo sé, solamente dijo que no quería darle dolores de cabeza

_ Muchas gracias por informarme lo que está pasando, buscaré una solución no te preocupes.

_ muchas gracias, general.

_ Dime Mandla, mi esposa te quiere como a su hermana, entonces también eres mi familia.

Cuando Palesa vuelve con Abdelary hace que se desvista y le pone emplastos de hierbas frescas y solo le cubre las nalgas con un trozo de tela, tiempo después aparece Mandla y le hace seña a Palesa que los deje solos y ella le hace caso.

_ Pale, puedes ser tan amable de cambiarme el emplasto, necesito quitarme esto rápido, pica, Dios quiera que el general no le dé por entrar a esta tienda y me vea en estas fachas.

Cuando inicia a ponerle el emplasto Abdelary siente algo diferente, Palesa es mucho más delicada, ha hecho esto muchas veces y ya conoce su trabajo, por eso se preocupa y dice…

_ Palesa, por favor, dime que eres tú y no otra persona, por favor, por favor.

Siente que le levantan la tela y voltea a mirar

_ ¿General que hace aquí?

_ Atendiendo a mi esposa.

Buscaba la tela con una de sus manos, pero no la encontraba.

_ No te preocupes, tienes el cuerpo más hermoso que he visto.

_ General, eso no me ayuda…

_ Tu piel está perfecta, no te quemaste

_ Lo sé quería refrescar mi piel, para evitar ampollas

_ Y lo lograste

La cubre con la tela nuevamente y se acuesta a su lado

_ Te lo dije: casarte con alguien como yo te traería muchos problemas, si fuera un poco más albina estaría completamente quemada.

Abdelary, tú me gustas tal cual eres, me pareces hermosa

_ Pues pocas personas piensan como tú

_ ¿Por qué lo dices?

_ La mayoría de las personas me han rechazado por mi color, no sabes cuánto envidié a las personas con una piel tan linda como la tuya

_ ¿De verdad te gusta mi color de piel?

_ Si, me parece muy bonita.

En una ocasión unos niños me golpearon tanto que casi me matan a golpes, solamente por ser albina, desde ese momento quise mantenerme alejada del resto de las personas, ¿que podría esperar?, si mi progenitor hubiera preferido que yo nunca hubiera nacido, cuando nació mi hermano y vio que era albino lo rechazó y echó a mi madre del palacio cuando todavía yo no había nacido.

¿Te imaginas lo que sintió, lo que pensó mi madre en ese momento, su impotencia?, y según lo que me han contado él decía que la amaba con toda el alma, la abandonó, la humilló, si tan solo hubiera esperado unos minutos hasta que yo naciera, no sería tan doloroso para mí.

Por ese motivo yo no quiero tener hijos, no soportaría algo así

_ Tú hablas de tu hermano, pero yo no lo conocí, ¿dónde está él?

_ En el oriente.

_ ¿El rey nunca trató de acercarse a ustedes?

_ Cuando quiso acercarse yo terminé casada contigo,

¿Te acuerdas que te dije que iba a hacer algo malo?

_ Aja

_ Yo no lo hice, mi abuelo entró con unos hombres al palacio y mató a los hombres que asesinaron a mi madre.

Fui entrenada para ese trabajo, pero por alguna razón mi abuelo no quiso que yo lo hiciera, cogieron a uno de los hombres y lo torturaron tanto que terminó diciendo el nombre de mi abuelo, llevaron a mi familia al palacio para chantajearme, trajeron a mi abuelo casi muerto ante mí, y me dijo el rey que si no me casaba contigo le harían lo mismo a mi hermana, hubiera preferido que nunca se hubiera acercado a mí.

Espero jamás encontrarme con él

_ ¿Te arrepientes de haberte casado conmigo?

_ No lo sé, todo esto es muy extraño

_ ¿Qué es extraño?

_ Todo, no sé qué pensar, en ocasiones hasta siento que te conozco desde antes de verte, mi cabeza está como toda enmarañada, tengo sueños extraños contigo, que en ocasiones parecen muy reales, creo que me estás volviendo loca.

Se acerca a ella y besa el brazo donde está el lunar

_ General ¿en qué quedamos?

_ Solo quiero recordarte que tú eres solo mía, ven y te ayudo a sentarte.

_ Pero primero debe quitar el emplasto

cuando lo quita le dice…

_ Muchas gracias, general

_ Dime Mandla

_ No general, está bien

A bueno entonces no te quejes

_ ¿Quejarme de qué?

Inicia a hacerle cosquillas y ella trata de cubrirse con la tela para poderse voltear y defenderse, cuando se cubre voltea, pero el general jala un poco la tela y sus pechos quedan al descubierto y se cubre rápidamente con sus manos.

Ya te vi, ¿por qué te cubres?

_ Porque me avergüenza que me veas así

_ Pero algunas mujeres muestran sus pechos sin sentir vergüenza

_ Dijiste bien, algunas mujeres, yo siempre he cubierto mi cuerpo, y lo voy a seguir haciendo _ Dice tomando la tela

_ No te he dicho que no lo hagas, me encanta como te vistes

_ ¿En serio?

_ sí.

Abdelary se sienta sosteniendo la tela para que no se le caiga, su esposo acaricia su rostro y luego la besa, Halima entra sin permiso diciendo:

_ ¿Por qué no me dijiste que estabas? ¿Qué hacen? Se voltea y tapa sus ojos con las manos

_ Halima, no estamos haciendo lo que parece

_ ¿Me puedes decir que haces aquí y porque entras como perro por su casa a esta tienda?

Palesa me dijo que tú esposa estaba indispuesta, no me imaginé que estaban en estas cosas, estando enferma.