RESILIENCIA

Con solo escuchar la palabra regresar, mi corazón se acelera, pero no de alegría, es una angustia terrible, aflicción y miedo.

Inmediatamente digo.

—Noooo, no podemos regresar, yo no puedo, no quiero...—les digo determinante.

—Mar, déjame explicarte Niña Bonita.—Me dice Edrew, mientras Anzi se queda callada, se que también a Ella le impactó el hecho de pensar en regresar.

—Explícanos, porque no entendemos.— Le dice la pelinegra un poco seria.

—Yo tengo un amigo, que es parte del equipo de gobierno, Él vive en la misma ciudad que Yo, en Washington DC, somos muy cercanos y me puede ayudar hablando con el Embajador de los EE.UU. en su país, hace unas horas hable con Él, y le pedí un favor especial, le dije que necesito, llevarlas a Washington conmigo y aceptó ayudarme.

Pero debemos regresar, para que les extiendan una visa de turista, para llegar a los Estados Unidos con legalidad, pero lo harán en su país, no se puede desde aquí, Yo sé que salieron, dispuestas a no regresar, también sé que es muy valiente lo que ustedes están haciendo, intentando llegar por sus propios medios, pero es arriesgado y muy peligroso, ir de esa manera no es recomendable.—Nos dice Edrew.

—Pero nosotros, no podemos pagar todos esos trámites Edrew y aunque sea nuestro país, no tenemos un lugar a donde llegar, además, tenemos miedo de regresar.—La pelinegra voltea a verme y le explica que un pandillero me está buscando y que es peligroso.

—Anzi, Mar, quiero que sepan que desde ahora en adelante, me haré cargo de todos sus gastos, incluyendo los trámites de sus documentos, también quiero que sepan, que no permitiré que nunca nadie más vuelva a hacerles daño.

Sé que las han lastimado, pero pueden confiar en Mí, quiero ayudarlas, permítanme hacerlo.—Nos dice el Canchito.

—¿Por qué quieres hacerlo Edrew?, ¿dime por qué? Tú apenas nos conoces y no tenemos como pagar, lo que vas a gastar en nosotras.—La pelinegra le pregunta expectante de su respuesta.

—Seré muy honesto...

No tienen que pensar en pagarme, de ninguna manera, para mi el dinero no es problema, Pero en realidad, lo hago porque Tú anzi, me gustas mucho y quizá es algo que no quieres oír, pues es muy reciente tu separación, pero yo tengo una semana de estar llegando a verte tocar a la plaza y no he podido dejar de pensar en Ti, te metiste en mi mente.—Le dice el Canchito a mi Anzi, yo al oír su confesión, me retiro pues no quiero estar donde no debo.

Me voy a la habitación, dejándolos solos un momento, para que hablen con tranquilidad.

Entro y me recuesto en la puerta suspirando y pensando en lo que Edrew dijo, Él parece ser una buena persona y quiza nos quiera ayudar sinceramente, pero el solo hecho de pensar en regresar, me mortifica, aunque también sé que Anzi es una mujer muy sabia y tomará la mejor decisión.

Después de varios minutos, Anzi entra a la habitación.

—Mar, cariño debemos hablar.—Me dice.

Yo me siento en la orilla de la cama, atenta a lo que tiene que decirme.

—Dime.—Le digo.

—Mar, ya Edrew me explicó todo lo que haremos, sé que te atemoriza la idea de regresar, pero no debes tener miedo, Dios nos ha puesto en nuestro camino al Canchito y Él nos va a ayudar.

Me dijo también, como lo haremos y estoy segura de que no tenemos nada que temer.

Lejos de este sentimiento, que Él ha despertado en mí, Edrew me inspira confianza sé que es buena persona.

Por favor, confía en mí.

Tiene influencias y nosotros no estamos para despreciar su ayuda.

Iremos con Él y puedo asegurarte que todo saldrá bien...—Anzi termína de hablar y Yo solo asiento, confío en Ella, en su sentido común, y en el cariño tan grande que me ha demostrado.

Al final Anzi me indica que saldremos ahora mismo, y que el Canche está esperándonos, haciendo las reservaciones en el hotel y contratando un vehículo con chófer para que nos lleve y yo solo espero que todo nos salga bien.

La verdad esto es sorprendente, hasta me parece que es un milagro.

Y quizá puede ser ese milagro que le he pedido a mi Amigo allá arriba, quizá todo lo que me está pasando, sea obra de Él.

Así son los milagros, a veces no parecen serlo, así actúa Él, tal vez esperamos una aparición paranormal, o que un ángel aparezca delante de nosotros, pero los milagros ocurren así, y a diario.

Para mí, Anzi es un milagro y ahora Edrew quiza también lo sea. sólo debo aprender a confiar.

Además, es increíble, pero desde ayer no tengo ansiedad, y mi cuerpo se siente bastante bien.

La verdad, quizá lo tengo que decir es; gracias.

Volteo a la ventana y veo el cielo.

En mi mente pienso en Él, y le digo.

¡Muchas gracias!...

Después empezamos a empacar, nuestras pocas cosas y nuestros instrumentos, porque como Anzi me indicó; nos vamos ahora mismo.

Agradecemos a la dueña del hospedaje y salimos, con nuestras mochilas, un taxi ya nos espera.

Nos subimos al taxi, pasamos al hotel donde El Canche estaba hospedado, recogimos sus cosas y salimos rumbo a Mi Pequeño país.

La verdad estoy un poco nerviosa, pero sé que Anzi sabe lo que hace.

En el camino todo estuvo bien, en la frontera no tuvimos ningún contratiempo y aunque Yo sentía temor, pero saber que Anzi va conmigo me tranquiliza.

Llegamos a El salvador y nos hospedamos en un hotel de lujo, jamas imaginé esto, pero aquí estamos.

Estoy segura de que, esto no ocurre con frecuencia, no es común que alguien que va ilegal a un país, buscando poder vivir en libertad, encuentre un ciudadano de ese país con un amigo influyente; jajaja "solo pasa en las novelas", definitivamente.

Edrew pidió la suite familiar, es como si fuera una casa, con sala de estar y con dos habitaciones dentro de ella, para quedarnos todos en la misma habitación, solo espero, no equivocarnos con Él.

Después de eso, Él pidió servicio a la habitación para mí, mientras Él se llevó a Anzi, a cenar al restaurante del hotel.

Yo me quedo en la habitación arreglando algunas cosas, entre ellas nuestras maletas, en eso estoy, cuando veo el documento de identidad de Anzi, lo veo y allí me doy cuanta de que hoy es su cumpleaños y aunque hace varios días me lo dijo no sabía exactamente que día.

Quizá, Edrew se la llevó a celebrar, pero por qué razón, no me diría a mí.

No entiendo, pero espero que mañana me pueda decir...