Ava es una joven a punto de graduarse de doctora el cual siempre ha sido su sueño, al conocer a maximiliano un hombre multimillonario quien queda hipnotizado por su belleza, su amor se basa en romance hasta que el tuvo un terrible accidente quedando en coma, ella se ve obligada a tomar decisiones si el, cuando el despierta el caos llega y ella descubre lo despiadado que es, ¿podrá Ava salir a tiempo de ese amor sin remedio?
NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Otra Coincidencia
El sonido del teléfono es insistente y me saca de mi sueño profundo. Me despierto lentamente, abriendo los ojos con pereza y permitiendo que se adapten a la luz intensa que inunda la habitación. La claridad del sol de la mañana me hace entrecerrar los ojos por un momento, antes de que pueda enfocarlos correctamente. Me estiro en la cama ligeramente.
Me quedo mirando a la mujer desconocida que está acostada a mi lado en la cama, con una mezcla de confusión y sorpresa. No tengo idea de que hace alli creí que se había ido, la mujer sigue durmiendo plácidamente, con una expresión serena en su rostro. Me siento un poco incómodo y confundido, y mi mirada se desvía hacia el teléfono, que sigue sonando insistente en la mesita de noche. Pero no alcanzo a responder, mi atención sigue fija en la mujer desconocida.
Creí haberle dejado claro cuando terminamos de tener se** que se vistiera y se fuera, Mientras yo me disponía por fin a dormir, solo la ignore creyendo que se iría de inmediato, pero al parecer a la rubia no le quedó claro.
Me acomodo, estiró mi brazo para alcanzar mi teléfono de la mesa junto a la cama y ver quién me llama.
—Es mi madre, luego la llamo.—digo para mi volviendo a dejar mi teléfono en la mesita.
Me levanto de la cama y voy directo al baño para darme una ducha.
Al salir veo que la rubia ya despertó y se encuentra sentada recostada en la cama,— sin mirarla le digo:
—¿Qué haces todavía aquí?—, le digo con un tono frío y distante, sin mirarla a los ojos. Mi voz es firme y no disimula mi irritación. —Creí que te había dicho que te fueras enseguida—. No me molesto en ocultar mi desinterés y mi falta de conocimiento sobre su identidad. Como si fuera un detalle irrelevante, digo parado frente a la puerta del guarda ropa de espalda mientras tengo una mano en mi cadera y con la otra tomo el puente de mi nariz, respiro profundo y continúo.
—vete— y sin más entro al guarda ropa para vestirme.
Al salir veo que la mujer se ha marchado, —y claro que la oí maldecir y hacer pataleta, pero me importa un pepino, yo le dejé en claro que se fuera, nunca ninguna mujer se había quedado a dormir conmigo , —y con ella fui muy paciente.
Luego de vestirme fui al balcón y enciendo un cigarro, — al cabo de unos minutos termino el cigarrillo, dejo la colilla en el cenicero y me dirijo a la sala donde ya me espera Elias.
Al verme me dedica una mirada de picardía y me dice.
—Vaya noche eh amigo, esa mujer acaba de salir como alma que lleva el diablo, ¿porque no invitaste a la rubia que acaba de salir al menos a desayunar?
—Ya sabes que no me gusta compartir con esas más allá de la cama— le digo con una voz grave para que entienda que no busco nada más allá de una noche
El se me queda mirando pero con solo escuchar mi tono de voz sabe perfectamente que no deseo hablar más sobre el tema.
Luego de que nos sirvieran el desayuno nos dirigimos a la oficina aunque es domingo necesitamos firmar documentos.
.......
Luego de estar toda la mañana concretando el contrato para la reunión, la puerta de mi oficina es abierta y al no tocar me doy cuenta que es Elías
—Maxi, ya es hora de irnos al restaurante donde nos reunimos con los nuevos inversionistas para firmar el contrato— dice mi amigo mientras entra a la oficina. Me mira expectante, esperando a que me prepare para salir.
Lo fulminó con la mirada por haberme llamado de esa manera, ¿Desde cuándo tanta formalidad?
—Vamos, no queremos llegar tarde— agrega, mientras se acerca a mí. Yo asiento con la cabeza y comienzo a recoger mis cosas.
Cierro el ordenador tomo la carpeta con los documentos del contrato y me levanto de mi asiento para salir de aquí lo más pronto posible.
Salgo de la oficina detrás de Elias, nos dirigimos directo al ascensor, hoy no hay personal en la oficina.
Llegamos al estacionamiento subimos al auto y nos vamos en dirección al restaurante donde tendremos un almuerzo de negocios.
........
Nos encontramos ya en el restaurante con los inversionistas planteando el desarrollo del contrato para la expansión del grupo MC en ciudad J, ya que el punto del grupo está en la ciudad K.
—Excelente, entonces tenemos claro que la expansión en Ciudad J es una prioridad para el Grupo MC"—dice uno de los inversionistas, mientras revisa los documentos del contrato. —Y como mencionaste, nuestro punto fuerte está en la Ciudad K, pero creemos que hay un gran potencial de crecimiento en Ciudad J— Asiento con la cabeza, mientras mi amigo agrega algunos detalles adicionales sobre el plan de expansión. Los inversionistas parecen interesados y comienzan a hacer preguntas específicas sobre el proyecto, y yo respondo con confianza, explicando los beneficios y oportunidades que ofrece la expansión en Ciudad J.
—Además, creemos que la expansión en Ciudad J nos permitirá diversificar nuestros ingresos y reducir nuestra dependencia de la Ciudad K",—agrego, mientras muestro algunas gráficas y estadísticas que respaldan nuestra propuesta.
También hemos identificado oportunidades de sinergia con empresas locales en Ciudad J, lo que podría ayudarnos a acelerar nuestro crecimiento en la zona.
Los inversionistas asienten con la cabeza, tomando notas y haciendo preguntas adicionales. Mi amigo y yo respondemos a sus inquietudes, y poco a poco vamos llegando a un acuerdo sobre los términos del contrato.
—¿Qué les parece si revisamos los detalles finales del contrato y lo firmamos?— sugiero, mientras miro a los inversionistas y a mi amigo.
Unos minutos después de haber aclarado todo nos disponemos a firmar el contrato y celebrar durante el almuerzo.
Al terminar los inversionistas se retiraron y quedó solo con Elias, damos un brindis y nos tomamos de un solo trago el liquido de nuestro vaso, me levanto y me voy directo al baño.
Al salir y caminar por el pasillo una mujer choca conmigo por ir entretenida en su teléfono, la quedo mirando mientras veo que ha derramado un liquido verde sobre mi saco.
Se queja y levanta su cabeza suavemente, la veo sorprenderse y abre sus ojos al ver que me ha derramado su jugo.
—oh no, lo lamento tanto no te vi, yo tuve la culpa, por favor discúlpame y permíteme ayudar a limpiarte. — dice levantando la mirada y la veo sonrojarse
No digo nada, solo me limito a verla sonrojada mientras no sabe que hacer.
—Vamos por favor permíteme limpiar tu camisa como compensación.
Sin decir nada me dirijo tras ella, desabotono mi saco y ella la toma, la veo sonrojarse aún más mientras me da algunas miradas nerviosas al momento que lo limpia.
—Listo ya ha quedado como nueva— dice con una sonrisa tímida
Tomo el saco sin decir nada, ella me queda mirando y es ahí cuando extiende su mano hacia mi
—Me llamo Ava, — me dice con una gran sonrisa
—La observo detenidamente sin expresión alguna mientras la veo estirar su mano hacia mi, — al demorarme un poco ella me levanta su ceja al ver que me tomé mi tiempo para hacerlo.
—Maximiliano— digo sin más
Ella se sorprende pero me dedica una sonrisa de inmediato, hay que admitir que se ve más hermosa cuando lo hace.
—Por favor discúlpame por las dos bebidas
Que he derramado sobre ti en menos de 24 horas— ríe con su mano en su boca después de decir eso.
Me sorprendo alzando una ceja al darme cuenta que recuerda que tiró mi trago sobre mi anoche.
—dejame invitarte a un helado para compensarte por favor!! —dice
—¿Crees que soy un hombre de comer helado?—le digo y la veo tensar se.
—Bueno! Entonces te invito el almuerzo!!
—Ya almorcé, —le digo mientras le doy una leve sonrisa y me recuesto apoyándome en el lavabo del baño.
—¿Una cena? — pregunta con cara de que ya agotó sus ideas.
La observo por un rato más mientras la veo colocarse nerviosa ante mi mirada.
—Yo elijo el restaurante —digo
—Es un trato,— dice volviendo a estrechar mi mano y con esa sonrisa que la hace ver inocente
Me levanto luego de estrechar su mano y concretar el acuerdo dándole la espalda mientras camino a la salida me detiene con su delicada voz.
—Maximiliano, no me has dicho dónde aun!!—dice con un tono de preocupación.
Sin darme la vuelta digo — Aquí a las 7—y salgo sin más....