Emperatriz Tirana

Por otro lado, Alise había llegado en el calabozo donde se encontraba anet ya muy malherida después de haber recibido cuarenta latigazos en su espalda. Se encontraba malherida.

— ¿Recuerdas que una vez estuve ahí? — Habla cruzándose de brazos.

— Emperatriz. — Susurra la chica débilmente.

— Ese mismo dolor que sentí cuando nadie me creyó y me arrojaron aquí. Dime anet ¿que se siente? Mal verdad, así mismo se sintió tu ama. Ustedes dos la tendieron una trampa y por sus culpas ahora ella está muerta.

La chica que solo estaba escuchando debido a que no podía hablar por el dolor no estaba entendiendo nada.

— En algún momento, pensé que podría darte una oportunidad Anet, realmente pensé que nosotras dos podríamos llevarnos bien en algún momento, pero luego me di cuenta de que alguien como tú jamás cambiaría yo no confío en la gente, ya fui engañada una vez y no estoy dispuesta de salir engañada una segunda vez. — Alise suspira, por esa traición es que ahora se va convertido en esto, pero no se arrepiente porque cada vez más se acerca a su objetivo y gobernar ese reino ella sola, sin Jacob tener el poder absoluto en sus manos — Realmente lamento que hayas tenido que vivir ese tipo de vida desde pequeña, creo que si nos hubiera conocido antes.

— ¿Quién eres? —murmura, tal vez estaba perdiendo la razón, pero si de algo estaba segura, esa mujer no era la emperatriz que ella conocía. — ¿Quién demonios eres?

— No tienes derecho de saberlo. — Alise arroja una pequeña botella enfrente de esta. — Esto te ayudará a acabar con tu dolor, a menos que quieras recibir otros cuarenta latigazos. — Se da vuelta alejándose, pero se detiene volteando su cabeza. — Gracias por haber hecho todo el trabajo por mí, mi querida doncella. — Dicho eso, sigue su camino mientras que Anet procesa aquellas palabras para caer en cuenta de que desde el principio fue una trampa que ella cayó redondita.

— ¡Fuiste tú! — Aun gritando, Alise no se detiene. Y Anet terminó vomitando sangre debido al dolor de todo su cuerpo y realmente no estaba dispuesta a seguir con ese dolor.

Alise que había llegado a su palacio de deja caer acostada en su cama dentro de su habitación.

Suspira aliviada de que haya matado dos pájaros de un solo tiro, ha quitado Rhea en su camino junto Anet.no podría estar más felices; Sin embargo, su felicidad se ve interrumpida cuando tocan la puerta de su habitación se levanta para ir a abrir, pero apenas abrió la puerta un cuerpo terminó de caer sobre ella.

— Noah. — El chico apenas se podía mantenerse de pie debido al dolor que estaba sufriendo por la marca.

— Necesito que me ayudes. — Murmura, este con la respiración agitada, no tiene idea de lo que hizo Alise para ayudarlo la última vez, pero lo único que quiere en este momento es que ella lo ayude.

Alise lo arrastra la habitación cerrando la puerta asegurándose de que no haya nadie en el pasillo. Entra con Noah en la habitación y ambos terminan de caer en la cama.

«Maldito templo» En este momento no podía evitar maldecir ese templo que les ponía ese tipo de sufrimiento a los esclavos.

— Ayúdame. — Susurra nuevamente Noah, apoyando sus manos en la cama para ver a Alise bajo suyo en la cama.

— ¿Realmente quieres que te ayude? — Pregunta, pues todavía no olvida que Noah no recuerda la última vez y no está segura de hacer lo mismo que antes; Sin embargo, el chico asiente y Alise cierra los ojos respirando profundamente mordiéndose los labios, para luego volver abrirlos mirando a Noah con sudor en la frente el dolor debe ser insoportable para el chico así que no le queda más opción que ayudarlo.

— Ayúdam- — No lo deja terminar de hablar y lo toma atrás de la nuca para juntar sus labios como la última vez en su oficina saboreando los labios de Noah mientras que este prueba el sangre de sus labios..

Noah, quien aún se encontraba consciente y sujeta un puño con las sábanas cuando sus labios se juntan, abre los ojos sorprendido mirando a la chica, quien seguía sin despegar sus labios con los de él. Sin embargo, Alise se da vuelta, dejándolo a él de espaldas en la cama, quedándose encima para retirar sus labios.

Al retirarse, esta apoya sus manos en el abdomen de Noah sonriendo.

— No te confundas, esto fue solo para quitarte el dolor. — Mira el chico que se encuentra sonrojado —. Así fue la última vez para que recuerdes. — Se levanta encima de él, quedándose parada enfrente de la cama, mientras que Noah se sienta tocándose los labios, aún estupefacto por lo que acaba de pasar.

No tenía idea de que esa vez en la oficina se había besado con Alise. Si hubiera sabido que esto fuera el método de quitar el dolor, no hubiera venido en la habitación de la chica desde un principio.

— Y- yo no sabía. — Murmura. — No te hubiera pedido que me ayudarás si iba a hacer de esa manera. — Jamás se hubiera atrevido de pedir tal cosa a la chica.

— Muy tarde, ya hicimos el trato y para que sepas no se puede romper. — Advierte Alise.

— Estás casada con el emperador.

— ¿Y?

— ¿Acaso no es infidelidad esto? —dice el chico y la pelirroja carcajea de risa.

— ¿Y tú acaso crees que me importa? — Lo que menos le importaba ahora, después de todo ella no era la verdadera Alise y el emperador tenía muchas concubinas algo que le tenía sin cuidado, pero si él podía tener concubinas ella también tenía derecho de ello, y un beso con alguien no está para nada comparado con lo que hace el idiota de Jacob.

— Ya veo.

— Tienes que irte antes de que alguien se entere de que estás en mi habitación. — Alise toma la manija para abrir la puerta un poco mirando los pasillos; sin embargo, alguien atrás de ella cierra la puerta de golpe. —¿Qué estás haciendo? — Se da vuelta mirando a Noah, quien se encontraba acorralándola en la puerta.

— El dolor no se me ha quitado por completo todavía. — La chica frunce los ceños confundida.

— ¿Qué? — El rostro de Noah está demasiado cerca, algo que le deja sin poder respirar correctamente. — ¿A qué te refieres? —murmura cuando el chico se inclina cada vez más a su rostro.

— Necesito que el dolor se vaya por completo —dijo, juntando sus labios con los de Alise, dejando a la chica sorprendida, abriendo los ojos par en par.