Laberinto De Vidas

Desde hace tres días entran y salen carros de La torre, propiedad de los Lacroos todos creen que hay fiesta, hace muchos años que no se veía fiesta en esa mansión, han traído, comidas bebidas, la gente se pregunta que se está celebrando.

Queda un yate anclado a orillas del embarcadero de la playa, dónde se están cargando las cajas con la comida y bebidas, nadie sabe que pasa, solo Lulú, que está dirigiendo la operación desde alta mar.

Ese fue el señuelo que armó para despistar, ante la muerte de la gorda para que no los relacionaran.

Después de cinco días de la muerte de la gorda, aparece el capitán en el hospital del pueblo herido, el dijo que había Sido tres hombres armados que buscaban a la gorda, por ajuste de cuentas y que a él lo golpearon y lo hirieron, cosa que fue falsa, ya que el fue quien mató a la gorda, era la única forma de salir de ella. ¿Cómo me enteré? Un amigo que se quedó en el pueblo me llamo y me contó todo.

Cómo también me dijo que el capitán entrego a cada persona estafada por la gorda sus propiedades, ahí fue como el pueblo hablo de todos los delitos de la gorda y como torturó y mató personas.

Cuando le conté todo a la tía Lulú, solo dijo, ese fue Rojas quien la mato no ningunos tres y mucho menos ajuste de cuentas, hay recordé lo que me dijo el capitán la noche que fui hablar con él.>

-Lulu- Por que digo que fue el capitán, el me dijo que me entregaría una prueba de lealtad, para que yo creyera en él.

-, Luciano - ¿Tu quieres a ese hombre? el está enamorado de tí y estoy seguro que daría la vida por tí.

-Lulu- Sobrino hace rato que me baje de ese barco, ya el murió y lo que muere no revive, solo lo respeto pero ya no quiero nada con el.

-Luciano - Tía Lulú si te pide una oportunidad, tu se la darías.

-Lulu- El me hizo mucho daño en el pasado, hay cosas que no se olvidan y de verdad, no quiero nada con él.

-Luciano - Y si te demuestra lo arrepentido, tu le darías una oportunidad.

Al menos dejarías que te diera sus razones.

-Lulu- Sobrino, yo sé sus razones, pero el me humilló y desprecio delante de todo el pueblo de Vista Hermosa en una tarde de las fiestas al santo patrón, ese fue el motivo que me fui al ejército, yo lo amaba, ahora ni siquiera lo odio, simplemente me es indiferente.

Por eso te digo que no quiero saber de el.

Recuerda algo que te voy a decir, al pasado, pisado.

-Alberto- ¿De que están hablando, que Lulú está sería.

No me digan que está pasando algo en la Torre.

-Lulu- ¡No! lo que pasa, que removí, capitulos de mi vida que no quiero volver a tocar nunca más .

Que se tienen que quedar muertos donde están, ya que no me interesan para nada.

-Alberto - Ya se, El capitán Rojas.

-Lulu -No el fantasma de Rojas, solo eso.

Quiero llegar pronto a Canadá, tengo mucho por hacer, los dejo para que hablen, y recuerda sobrino, los muertos no resucitan.

- Leonor - ¿Que me perdí, de que estaban hablando?

-Lulu -De nada importante hermana, solo un cuento de un muerto que quería resucitar, pero no sé dio cuenta que estaba enterrado.

-Leonor- ¡Cómo así no entendí! cuéntenme esa historia, quiero saber.

- Lulú - Otro día si me acuerdo, sigan ustedes yo me voy.

sobrino, olvida esto por favor.

-Luciano- Te lo prometo, perdoname no era mi intención, hacerte poner mal, yo no sabía.

Ahí recordé, que Lorenzo obligó al Capitán a despreciar a Lulú, ya que si no lo hacía mataría a toda su familia les cuento lo que había recordado y me dijeron que dejara las cosas como estaban, que ya Lulú no le interesaba el capitán, que había por ahí un candidato que la estaba rondando y que era la persona adecuada para ella.

Lorenzo hizo mucho daño, destruyó a muchas personas entre esas a mi propia hermana, que perdió su hijo que iba a tener del capitán su único y gran amor.

Ella sufrió mucho por eso, no quiere saber nada de él.>

-Abuela Hortensia - Los estoy llamando, vamos a almorzar, mira que esos gemelos, comen sin tener fondo y nos van a dejar sin nada.

-Alberto - ¿Cuál de ellos es abuela?

-Abuela Hortensia - Los grandes y los pequeños, son unas sanguijuelas para comer, queda miedo, prefiero comprarles ropa y no llevarlos a un restaurante.

< Todos nos reímos de las ocurrencias de la abuela al referirse a mis hermanos y sobrinos.

De verdad, mis hermanos desde que tengo recuerdos siempre fueron unos comilones>